miércoles, 15 de enero de 2020

El bus de Lugo: ¿malo pero barato o barato pero malo?

Arroxo pilota los autobuses urbanos (metafóricamente) que siguen siendo lo que eran: un caos.
Foto: Web municipal de Lugo.
Hace pocos días Rubén Arroxo anunció, con la simpatía que le caracteriza (ni su peor enemigo, de tenerlo, puede acusarlo de escasez de sonrisas), que “más de dos millones de personas utilizaron el bus urbano en Lugo durante el año 2019”, lo que hace que nos preguntemos si hemos recibido 1,9 millones de turistas que se han subido al bus. No, no es eso. Lo que quiere decir es que ha habido dos millones de usos, de trayectos o de billetes vendidos, que no es lo mismo.

Si una persona usa el autubús dos veces al día, en un año la cuentan 700 veces, que es lo que hacía Carmen Basadre cuando se inventaba las cifras de visitantes al Arde Lucus (parecía contar cada vez que alguien pasaba por una puerta de la Muralla) y que disparaba hasta las 600.000, y eso que le hicieron cortar el argumentario porque era ridículo, que si no hoy rondaría el millón (la mitad que los usuarios de bus de Arroxo). También es cierto que Rubén tiene un dato cierto (el número de trayectos vendidos) y estoy convencido de que su antecesora directamente se lo inventaba.

Pero lo preocupante no es la confusión entre usuarios y trayectos, que es un tema menor, sino el lenguaje utilizado para evitar concretar compromisos de futuro, algo que, con toda la razón, Rubén reclamaba cuando estaba en la oposición. Llevamos años esperando por la instauración de nuevas líneas y horarios de bus, paradas con pantallas informativas que funcionen, frecuencias aceptables y un servicio efectivo, y se nos aseguraba que “en breve” funcionaría. Incluso habían hecho una prueba con unos móviles y un ordenador para demostrar que era una cuestión de voluntad y que eso se ponía a funcionar en un periquete. “En breve” lleva siendo ya mucho tiempo, y lo que no me hace mucha gracia es ver que se evita concretar plazos diciendo cosas como “cuanto antes” o que se “está trabajando en ello”.

Desde junio de 2017 tendrían que estar funcionando los sistemas de información en tiempo real, y nada. Hace más de una década que el Plan de Movilidad diagnosticó los problemas de autobús urbano en Lugo, y nada. Se nos prometen una y otra vez las mismas cosas… y nada.

¿El autobús en Lugo es malo, pero barato o barato, pero malo? Parece lo mismo pero no lo es. No podemos presumir de un servicio por su bajo coste (alto para las arcas municipales) si es el de sastre que es hoy día y que no tiene visos de mejora a corto plazo. Quizá lambobada de renovar el contrato ante de diseñar las nuevas líneas tenga algo que ver, ya que lo suyo habría sido hacer lo contrario.

Lugo es una ciudad eminentemente lineal. Desde la Medusa (incluso desde el Ceao) hasta la Universidad hay una larga espina dorsal básica de nuestra ciudad, que se completa con otra perpendicular que iría desde avenida de las Américas hasta Sagrado Corazón. Ambas se encuentran en la Ronda de la Muralla como centro neurálgico del sistema.

Tener eso en cuenta hace que sea mucho más sencillo establecer un servicio público que tenga sentido, y que no te encuentres con cuatro autobuses haciendo el trenecito mientras has esperado 45 minutos en la parada, usando una tabla de ouija para adivinar cuándo vendrá un transporte, ya que los horarios son tan incomprensibles como los símbolos de las pirámides ante de la aparición de la piedra Rosetta.

Lugo tiene un autobús barato, sí, pero el precio no es lo único que importa aunque sea algo fundamental si se cree en un sistema público de transportes. Lo más relevante es la eficacia del conjunto, algo que hay que poner en tela de juicio.

Recordemos lo que decía Arroxo en El Progreso en febrero de 2019, antes de formar parte del Gobierno: "Si desde el BNG, con 12 teléfonos móviles somos capaces de crear un sistema de control, a la alcaldesa tendría que caerle la cara de vergüenza" cuando dice que no se puede implantar un sistema similar en la ciudad "por dificultades técnicas".

4 comentarios:

  1. Hace unos meses tuve que utilizar el servicio de autobuses urbanos de Lugo por algo más de tres semanas y lo cierto es que no tengo ninguna queja;autobuses limpios, conductores amables y una puntualidad que entra muy dentro de lo razonable.
    Para informarme sobre trayectos y horarios utilicé Internet y no tuve problema. Desconozco si existen o no otras fórmulas más apropiadas para personas que puedan tener dificultades con el uso de la informática, pero vamos... Que después de leer este artículo la sensación que me queda es que o bien tiene un trasfondo político o bien es una queja porque había que escribir sobre algo.
    Saludos.

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    1. Es curioso que critiquen la crítica, cuando el propio estudio encargado por el Ayuntamiento para el plan de movilidad reconocía las enormes tardanzas y los desvíos horarios del servicio...

      De hecho el actual responsable del servicio hace pocos meses lo criticaba duramente, quizás ese cambio sí tenga trasfondo político... vaya usted a saber.

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    2. Los horarios de los buses son de coña. Hace unos años protestamos porque el Bus Campus llegaba al campus 10 minutos después de que empezara la primera clase y el último bus salía 10 minutos antes de que acabara la última clase del día. ¡Y eso que el bus se llamaba Campus! Debe ser para fomentar el absentismo a clase

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  2. Si el coste del servicio es alto para las arcas municipales, lo que no es es barato. Para el que no va en bus, por frecuencias, horarios o porque no se adapta a sus necesidades, y lo paga igual, es carísimo

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