miércoles, 8 de enero de 2020

Las obras a medias a veces son peligrosas

Era visto. No parece lo más razonable quitar el rebaje de la acera si no se puede terminar la obra y elevar el paso de peatones.
Foto: La Voz de Galicia
A todos nos puede pasar que una distracción o un error nos cuesten un trompazo o un resbalón y la mejor forma de superar el trance, si no hay contusiones de gravedad, es reírse. Pero eso es una cosa y otra muy diferente que las calles o las aceras no estén en las condiciones mínimas razonables o que nos cambien de repente servicios de los que disfrutábamos, aunque pongan una excusa más o menos creíble, a gusto del consumidor, que tenderá más a creerse la disculpa si el que se lleva el bofetón es otro.

Si les soy sincero, ya tenía pensado escribir de este tema porque hace unos días mi madre se pegó un batacazo bastante gordo en el cruce de las calles Progreso y Juan Montes por culpa de una baldosa que estaba levantada. Salieron varias personas de las tiendas de alrededor a auxiliarla y le dijeron que allí se caían los peatones varias veces todas las semanas. La cosa fue bastante seria y, aunque no se rompió nada, aún hoy le duele la rodilla. He de decir que, avisado Alejandro Penas Roibás, concejal del BNG encargado del tema, solventó el asunto en poco tiempo y hoy esa baldosa está arreglada.

Pero las circunstancias me hacen hilar el asunto con otro suceso que ocurrió ayer por la tarde en Ramón Ferreiro, por desgracia más grave para el accidentado.

Como muchos de ustedes sabrán, en los últimos tiempos nos sorprendió a todos que se eliminaran los rebajes de las aceras de esa avenida, algo chocante porque fueron la principal razón por la que el Ayuntamiento de Lugo ganó el premio Reina Sofía de accesibilidad en 2006 y que Orozco recogió en 2008. Hasta sus más duros detractores (yo no entro en esa categoría, creo, pero tampoco le ando muy lejos) reconocen (o reconocemos) que eso lo hizo muy bien y que fue una de las (escasísimas) grandes cosas que dejó en Lugo en sus tres lustros de mandato.

Pues bien, la idea de quitar esos rebajes era que se iba a elevar el pavimento de la calzada al nivel de las aceras, idea que no solo no discuto sino que apoyo firmemente y que incluso Lugo Monumental solicitó para el casco histórico y la Ronda de la Muralla (aunque con poco éxito como podrán comprobar). El problema es que se quitó el rebaje pero no se terminó la obra. No se elevó la calzada así que quedó el desnivel y ayer por la tarde, como les decía, una persona en silla de ruedas se accidentó y tuvo que ser evacuada al HULA con heridas en la cara.

Según el Ayuntamiento como hizo mucho frío (cosa impensable en Lugo en diciembre o enero, como todos sabemos) la obra no se pudo completar y la tuvieron que dividir en dos fases. Se ve que no se les pasó por la cabeza esperar a que se pudiera hacer todo junto para no liarla, y que les pareció más oportuno dejar ahí el bordillo con un desnivel de un palmo bajo los auspicios del “malo será”. Pues malo fue.

Estas cosas son muy serias. Todos los que hemos tenido la fortuna (sí, la fortuna, lo he dicho bien) de empujar una silla de ruedas sabemos que unos centímetros de desnivel suponen un posible tropezón para un peatón, pero una barrera insalvable para quien no puede caminar y depende de una silla de ruedas. Por eso quizá me molestó tanto este tema, porque si en lugar de la persona que tuvo el accidente hubiera sido mi abuela no imagino cuál habría sido mi reacción. Ya cuando se lastimó mi madre el otro día me costó muchísimo no irme directo a poner una denuncia, cosa que tampoco descarto pero que dependerá de lo que ella quiera.

Jugar con estos temas es de una insensibilidad inaceptable, y si no pregunten a Alexia Prieto, que en el año 2015 denunciaba que llevaba todo el año esperando por el rebaje de una acera en Garabolos. Según Google Maps la acera sigue igual, sin rebaje aunque no he ido a comprobarlo en persona y si les soy sincero me mosquea un poco la foto porque aún pone "La Caixa" en el banco de la esquina. Mañana si me da tiempo me pasaré para ver si el todopoderoso Google tiene razón, y espero sinceramente que se equivoque (si alguno de ustedes pasa por la zona y lo puede mirar se lo agradezco, que no me queda muy a mano. Es justo frente a CaixaBank de Garabolos).

Pero bueno, volviendo al asunto, si bien aplaudo la celeridad de Alex para arreglar la baldosa de la calle Progreso no puedo decir lo mismo de su idea (o al menos eso se supone) de quitar los rebajes antes de poder terminar la obra. Es un error y una persona en silla de ruedas ha pagado por ello.

Tengamos un poquito de cabeza, y si no se pueden terminar las cosas, sobre todo si suponen un peligro para el público, no las empecemos.

El recorte es de noviembre de 2015

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