La "restauración" hecha a la fuente de las ranas... en fin... |
Los siempre interesantes artículos que publica Emilio Valadé en El Progreso llaman la atención sobre lugares que, aunque consideremos que personalmente son importantes, en ocasiones pasan más desapercibidos de lo que deberían. La competencia es muy dura, incluso para monumentos y lugares significativos, y tener a pocos metros la Muralla eclipsa rincones y espacios que de otra manera tendrían más protagonismo.
Es el caso de la popularmente conocida como la "fuente de las ranas" (no tengo ni idea de si tiene otro nombre más oficial) en la Plaza de la Constitución, frente a la vieja cárcel. A este espacio le dedica Valadé su artículo más reciente, que pueden ver en su blog y en El Progreso del día 25 de este mes.
Gracias a su artículo me enteré de que la fuente es obra del gran escultor Manuel Mallo y que en ese mismo lugar estaba antes el busto de Concepción Arenal, ahora relegada a un lateral de la plaza aunque no por ello, como indica el autor, menos apropiado ya que es "muy elegante y acogedor". Comparto su punto de vista.
Comenté en su perfil de Facebook el artículo y, si ya compartía su opinión respecto a la belleza intrínseca de este rincón, su respuesta fue tan brillante como era de esperar, puesto que calificó la anunciada reforma, como todas en Lugo, de "amenaza inapelable". Un término redondo, clarificador y totalmente incontestable. En los comentarios de su página (que les recomiendo leer, porque intervienen varias personas como Anxo Sánchez, arquitecto y habitual de este blog) también habla de que es un bonito jardín "amenazado de mejora y adecuación".
Cuando personas con gusto y criterio como es el caso de Emilio temen las actuaciones públicas, como hacemos otros menos duchos y formados, es que las cosas no se están haciendo bien. Las intervenciones de nuestras administraciones son normalmente más destructivas que positivas, y más desde que se les vino encima la manía de los suelos duros y la ausencia de zonas verdes en nuestros espacios públicos.
Los ejemplos son evidentes: San Marcos es la obra más icónica de lo que jamás se debe hacer en una plaza, puesto que se quitaron árboles, césped y fuentes para poner piedra dura y mobiliario absurdo que convirtió un espacio magnífico en una especie de cementerio urbano. O Cantiño también sufrió las "mejoras" de nuestros gobernantes, que retiraron losas centenarias para poner un suelo anodino con unas lucecitas que, como era evidente, ya no funcionan, y que casi acaba con el encanto de un rincón que se resiste a perder su atractivo a pesar de lo que parecen intencionados esfuezos...
Lo próximo es Santo Domingo, Plaza del Ferrol y demás zonas del casco histórico que están siendo "mejoradas" gastando millones y millones de euros para no peatonalizar nada puesto que seguirán pasando los coches por los mismos lugares, y sólo la reacción popular ha logrado que no implicase el derribo de árboles en Santo Domingo y la eliminación de una zona verde... aunque eso lo creeré cuando lo vea.
Ni siquiera las pobres ranas se han librado de las acciones "reparadoras" de las administraciones, ya que han llevado a cabo en ellas una restauración que nos recuerda a la polémica del Ecce Homo y la chapucera intervención que se le hizo.
Las obras son molestas y también necesarias... cuando lo son. Levantar pavimentos en perfecto estado porque nos vienen unos dineros de Europa es tan irresponsable como absurdo, una postura de aspirante a nuevo rico que reforma tres veces en pocos años su sala de estar mientras la cocina y los dormitorios se caen a pedazos.
Lo que uno se pregunta es por qué no se cuenta con gente como Emilio para atender a estas cuestiones, ya que estoy seguro de que colaboraría encantado y desinteresadamente sólo por el placer de ayudar a conservar lo mejor de nuestro querido Lugo.
Nos iría mucho mejor.
“Levantar pavimentos en perfecto estado porque nos vienen unos dineros de Europa es tan irresponsable como absurdo” ¿es realmente ese el motivo? Permítame el beneficio de la duda cuando, causalmente, siempre le toca a la misma empresa colocar las baldosas.
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