domingo, 8 de enero de 2017

Una gran cabalgata

Hoy no es una cuestión de desafíos, sino que hay cosas que están bien hechas, y también hay que decir lo bueno: la cabalgata de reyes de este año me ha gustado. Por supuesto hay cosas mejorables, como en cualquier ocasión, pero al menos se lo han currado y las carrozas eran muy chulas.

Sus majestades en Lugo
Fotos del artículo del perfil de Cultura y Turismo
del Ayuntamiento de Lugo
Se podría pensar que estoy mediatizado porque fui con mis sobrinas, Lola y Lara, y lo de ir con niños reaviva la ilusión que pierdes con los años por estos temas, pero no creo que fuera por eso por lo que me pareció una buena cabalgata, ya que también las acompañé hace dos años y aquella me pareció un churro, con el camión de una tienda de muebles cerrando una comitiva ya de por sí un tanto ridícula.

Tampoco creo que el extraordinario parecido del Rey Melchor con mi amigo Manuel Buján tuviera nada que ver, aunque para qué nos vamos a engañar, siempre ayuda conocer a una de sus Majestades de Oriente para darle más salsa a la ocasión.
En realidad creo que las carrozas eran más que buenas y que la impresión general fue favorable. Les diré lo que me pareció bien y lo que creo que habría que mejorar, pero en positivo, vamos a ver si empezamos el año con cierta alegría a pesar de que esta semana tenemos pendiente el tema de las subvenciones que les prometí el jueves.

Muy chulos los disfraces
Lo positivo fue, como les decía, la gran calidad de las carrozas y el hecho de que los reyes se bajaran de los carruajes para recorrer un tramo a pie. Ya sé que esto se hizo por razones de intendencia, pero por lo que fuera me pareció un acierto. También me encantó algún grupo de los que acompañaban a los reyes, como el que abría la marcha con una serie de figurantes con unos trajes que parecían una especie de buitres. No sé lo que era pero quedaba muy bien.

Lo mejorable fueron cosas sorprendentes, como que hubiera cinco tronos en cinco carrozas para tres reyes. No entendí muy bien por qué iban dos de ellas vacías, en plan sede vacante, cuando podían haber metido algún personaje para completar como el cartero real o algo así (metes un buzón tamaño XXL y arreglas el asunto) o, simplemente, quitar la silla de la cúspide y poner algún elemento navideño que completase el tema. La estrella abriendo la marcha y guiando a los reyes, por ejemplo, habría sido una opción razonable.

También me pareció que había algo de escasez de figurantes entre carrozas. Quizás el orden debería ser otro, con los gaiteiros abriendo la marcha y quizá la banda municipal (a la que eché de menos, por cierto, no sé si por razones laborales) cerrándola en lugar del autobús urbano que no tengo muy claro qué pintaba allí.

El público respaldó la cabalgata, sobre todo los niños
Por último, y esto no es tanto una crítica como una observación, quizá deberían replantear la distribución de los caramelos. Mis sobrinas se llevaron un kilo largo de chucherías y dudo mucho que a ese ritmo les llegaran para terminar el recorrido. En cualquier caso tal vez sería más positivo evitar un despilfarro tan ostentoso pero bueno, ya sabemos que nunca llueve a gusto de todos y si dieran menos a lo mejor algunos (incluso yo mismo) estaríamos acusando a los organizadores de cutres.

Me cuesta entender por qué no se conservan las carrozas de un año para otro, mejorándolas y completándolas. Hasta donde yo sé las hacen nuevas cada año y no entiendo muy bien la razón.

Posiblemente haga falta más implicación del empresariado local (¿alguien les ha pedido colaboración?, me parece que no), y de voluntarios que ayuden a que cada año la cabalgata vaya a mejor. Hasta podrían plantearse hacer dos, una por Navidad con Papá Noel y ésta con los Reyes Magos. Es una idea…

jueves, 5 de enero de 2017

¿Se intenta torpedear la fiscalización de las subvenciones?



Para un liberal como yo, una subvención es una distorsión del sistema que ha de ser una excepción, un tema puntual que Estado utiliza cuando quiere beneficiar determinadas situaciones o comportamientos que le convienen y para el que no puede o no debe sacar una norma de obligado cumplimiento. En Lugo hablamos ahora de este asunto porque el Ayuntamiento ha soltado una lluvia de dinero que ni el Gordo de Navidad, han concedido en ayudas 1.134.580,80 euros si mi calculadora funciona correctamente. Es una pasta.

El problema con las subvenciones no es la idea en sí, sino el vicio que se les coge. Recuerdo que hace años me trajeron unos estatutos de una asociación, que como todas se supone que era sin ánimo de lucro (pausa para risas). Entre sus fines tenía la “obtención de subvenciones”. No es algo malo reconocer que se crea para eso, pero hombre, al menos podían disimular un poco como hacen todas las demás.

En las ayudas de que hablamos la intención aparentemente es buena: ponemos a andar un dinero para que se cree empleo, y así generar riqueza. No suena nada mal, a que no, pero tiene sus peligros. El primero de ellos es que si uno repasa el listado de entidades a las que se han otorgado los cuartos verá que en muchas ocasiones los nombres nos suenan: empresas que son habituales contratistas del Ayuntamiento, otras (o las mismas) que también han recibido ayudas públicas en planes similares de la Diputación (los Ben Empregado 1, 2 y 3), de la Xunta, del Estado... Vamos, que viven del erario público que es mucho más cómodo que molestarse en buscarse las lentejas por el mundo adelante.

Hoy solo voy a hacer una pequeña reflexión sin entrar en el fondo del asunto, que a eso le dedicaré tiempo el puente para ponerles algo más enjundioso la semana que viene con datos... Hoy me referiré precisamente a la cuestión de la obtención de los datos y de cómo se intenta torpedear consciente o inconscientemente, la labor de fiscalización que todo ciudadano tiene derecho a ejercer respecto a nuestro dinero. Vamos por partes.

Lo primero es entender que no solo la oposición tiene la obligación de repasar estas cosas. Cualquier ciudadano con inquietudes tiene el deber de estar pendiente en la medida de sus posibilidades y plantear las dudas que le puedan surgir. Si un particular, como es mi caso, encuentra algo que le chirría lo suyo es afear al gobierno lo que ha hecho mal y a la oposición el pasar del tema olímpicamente, algo que en este blog hacemos con cierta frecuencia. Después de todo ese dinero no es ni del gobierno ni de la institución, es de todos, es nuestro dinero.

Una vez justificado el por qué todos tenemos vela en este entierro, vamos a plantearnos ciertas cuestiones que parecen secundarias pero no lo son. Por ejemplo ¿por qué los datos se publican con la aparente intención de que no sean útiles? Verán, los planes Ben Empregado 1, 2 y 3 están en la web de la Diputación, con lo que por supuesto cumplen con la famosa “transparencia”... pero es llamativo que en ocasiones el titular de la subvención aparezca con nombre y apellidos y otras veces con apellidos y nombre. ¿Un asunto menor? No, porque esa tontería hace que sea más difícil encontrar si ha cobrado dos veces, o tres, o cuatro...

En la misma línea es llamativo que incluso la misma administración publique los listados de datos con diferente orden o con distintos campos. Así es una tarea mucho más compleja el hacer una comparación, aunque lo único que consiguen es que quienes no somos asequibles al desaliento nos mosqueemos y pensemos que se quiere ocultar algo. 

Listado del Ben Empregado 1

Listado del Ben Empregado2

Listado del Ben Empregado3
Listado del conTrato Feito

Parece que la solución es sencilla, a que sí: poner el CIF. Los Ben Empregado 1 y 2 no incluían ese dato, con lo que es muy fácil disimular un doblete. Por ejemplo si doy x euros a la Asociación de Ayuda al Perro Abandonado en un plan, y al año siguiente en el nombre pongo que le doy y euros a la AAPA, casi nadie caerá del guindo... El CIF es más fácil de pillar y hay que felicitar al Ayuntamiento porque su listado del conTrato Feito está mucho más completo que los otros.

Otra cuestión es el tema de la acumulación de subvenciones. Por ejemplo, hay una entidad que tiene el mismo nombre como empresa y como cooperativa, y se ha llevado cuatro subvenciones (dos del conTrato Feito municipal, una de Ben Empregado 2 y otra de Ben Empregado 3). Es perfectamente legal... porque las bases están hechas permitiendo eso, pero no parece muy normal, sobre todo si hablamos de entidades que deberían estar más o menos asentadas por tener una actividad conocida en la ciudad. Parece ilógico que puedas reunir casi 60.000 euros de distintas ayudas mientras otras entidades quedan fuera.

Además, hasta donde yo sé no existe ningún punto de focalización de ayudas. Es decir, que se supone que si somos tan transparentes y tan guays lo normal sería que hubiera una página web en que poniendo el CIF de una entidad te salieran todas las ayudas recibidas de las distintas administraciones y esto no es así.

Como es muy complicado poner de acuerdo a todas las administraciones (sobre todo cuando no quieren), y además es un tema que no está bajo el control municipal, hay otro camino muy sencillo para unificar información: exigir a las empresas y entidades que reciban dinero municipal a tener en su web un apartado claramente visible en que se publiquen TODAS las ayudas recibidas de cualquier administración.

Lo suyo sería que si yo quiero saber, porque me da la gana saberlo, qué contratos, ayudas y subvenciones ha recibido una empresa determinada tendría que ser sencillo obtener esos datos. Por supuesto se pueden trampear, tal y como nos explicó Carmen Basadre en un pleno (se ve que le ha dedicado tiempo al tema) pidiendo una subvención a nombre de una sociedad y otra a nombre de otra o de un autónomo, pero ahí ya se meterá Hacienda, no se preocupen. Además, vamos por partes que hay para todos.

¿Les preocupa la protección de datos? Bueno, si nos ponemos estupendos es normal, pero la solución no puede ser más simple: si no quieren que sepamos que reciben nuestro dinero no lo pidan. Lo demás parece un intento bastante simplón de torpedear la fiscalización de las subvenciones.

La próxima semana analizaremos qué empresas y entidades, que también hay algunas que son asociaciones sin ánimo de lucro (otra pausa para risas), han recibido pasta desde distintas fuentes. Será muy revelador, ya lo verán.

miércoles, 4 de enero de 2017

Un aplauso para Lara Méndez y su Gobierno





Hace un par de días me propusieron un “reto” con ese tradicional sistema que suele funcionar también “¡no hay huevos!”. Perdonen la expresión, pero es que la frase es así. El desafío consistía en algo tan aparentemente simple como escribir un artículo en positivo sobre algo que haya hecho bien el Ayuntamiento de Lugo. Como me pilló el día chorras acepté el tema sin pensarlo demasiado, y la verdad es que la cuestión es más compleja de lo que puede parecer en un primer momento, porque uno es de máximos y no solo me vale escribir sobre algo que se hiciera bien, tiene que ser algo para lo que no haya “peros”.

Pues siendo honrado solo hay un asunto de los que se ha hecho estos últimos años con el que estoy totalmente de acuerdo y que cuando se puso en marcha me hizo decir “menos mal, por fin”: las zonas de paso para sillas de ruedas.

Puede parecer un tema menor, no se lo discuto, pero cuando te has pasado una temporada empujando una silla de ruedas y viendo cómo una persona a la que quieres sufre por los trompicones que iba dando a causa de los irregulares adoquinados de la ciudad, le das importancia a estas cosas. Mi abuela Emilia se desplazaba en silla de ruedas en los últimos dos o tres años de su vida y cuando había que atravesar una de esas zonas suspiraba resignada y se intentaba sujetar como buenamente podía para minimizar el bailoteo y, por lo tanto, el dolor.

El Ayuntamiento ha ejecutado una medida que en mi opinión no tiene ningún tipo de pega o de defecto, haciendo un ejercicio de mesura proporcional que consiste en no levantar todas las plazas donde hay adoquín, sino en hacer una serie de zonas “lisas” para el paso de las sillas de ruedas sin consencuencias negativas para el usuario.

Uno de los ejemplos más obvios es la Plaza de la Soledad, donde se puede recorrer el trayecto que va desde Santo Domingo hasta la Rúanova sin tener que cruzar por los molestos empedrados. Para las señoras que usan tacones, o para cualquiera cuando tiene el tobillo “blando” tampoco es ninguna tontería, y se agradece. Si hubieran levantado toda la plaza para poner piedra lisa probablemente me parecería un dispendio excesivo, pero no, han sido muy proporcionales así que no hay mucho más que añadir.

Lugo es una ciudad que no podemos calificar de modélica en casi nada pero sí en esto. En el tema de la accesibilidad vamos muy bien, y eso que todavía nos falta camino por recorrer. Rebajes en prácticamente todas las aceras, señalización acústica en muchos cruces (es molesto, sí, pero entiendo que a los ciegos les ayuda mucho, que si no no tendría sentido), buses con plataforma adaptada... Hay una especial sensibilidad que se puede remontar a años atrás, pero de la que yo, personalmente, solo soy consciente desde que entró Orozco en el Ayuntamiento. El gesto de Lara Méndez de poner estos recorridos accesibles me indica que es probable que su forma de pensar sea similar, y es de agradecer que quienes no sufren en primera persona estas situaciones las asuman igualmente como una prioridad.

Y con esto doy por cubierto el “desafío” (que tampoco es para darle tanta importancia, la verdad) pero con una advertencia: no aceptaré más este tipo de cuestiones porque no hay muchos temas como éste, en que la palabra “pero” sobre. Para otra vez si quieren me propone un tema que consideren que se ha hecho bien y ya veremos si yo pienso lo mismo o no. ¿Jugamos?

martes, 3 de enero de 2017

El pleno de Lugo para los temas de Lugo




La política municipal es lo que es: la farola, el banco, el concierto y la gestión diaria. A muchos de los que disfrutan de supuesta “Política” con mayúsculas les desagrada la cuestión local y menosprecian ese debate, asegurando que lo importante se cuece en los parlamentos autonómicos y nacional, y quizá tengan razón. Pero si piensas eso no sé qué pintas sentado en una concejalía.

El problema es que cuando uno cree en su ciudad por encima de todo y considera que los concejales deberían dedicarse a lo suyo en lugar de hacer el ganso hablando de política internacional se pone muy nervioso viendo los plenos. Esas resoluciones como las del ayuntamiento de Valdepeñas condenando el ataque de Israel al pueblo palestino, o del de Madrid rechazando el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones, y cosas semejantes (los dos casos son totalmente ciertos, por inconcebible que parezca) no solo son una pérdida de tiempo sino una negligencia.

El tiempo es limitado, y dedicar un segundo de la duración de un pleno a temas que ni son competencia municipal ni lo serán nunca (afortunadamente) es mucho más grave que una mera curiosidad o un pasatiempo, es una desviación de recursos públicos, por pocos que sean, a asuntos ajenos a la Corporación, o dicho en román paladino, una gilipollez.

Eso sí, aprobamos mociones como enajenados pero luego ni siquiera se cumplen las que sí podemos tocar en casa. Por ejemplo, mi instinto me dice que siguen sin modificarse las ordenanzas municipales para dar cumplimiento a los acuerdos sobre “Lugo, libre de touradas” y “Lugo, libre de circos con animales”, dos temas que levantan ampollas y generan ríos de tinta... hasta que se les olvida otra vez y pasa la vida, pasa la vida... (es una canción, no me repito por despiste).

Por supuesto hay que ser cuidadoso con esto de limitar el debate. Por ejemplo, Lugo no tiene competencias en ferrocarril pero sí es lógico que el pleno del Ayuntamiento haga un pronunciamiento político sobre el asunto. Es un tema que afecta directamente a sus ciudadanos y que merece una puesta en común para que cada cual se moje, nada que decir al respecto y creo que no hace falta extenderse mucho en la diferencia de un tema y otro.

Afortunadamente hay quien se molesta en tomar cartas en el asunto y es algo de agradecer. Una sabia decisión del Tribunal nº 1 de Santiago de Compostela anuló el acuerdo por el que se declaraba a la capital de Galicia “libre del aparheid israelí”, una pérdida de tiempo absoluta por parte de un pleno que no tenía competencias para meterse a nadar en aguas tan pantanosas.

Por desgracia esta sentencia es una excepción. Lo habitual es que nadie se tome la molestia de recurrir legalmente estos temas, principalmente porque ni se enteran de su existencia. Angela Merkel o Putin tendrán cosas bastante más interesantes a que dedicar su tiempo que a rebatir las chorradas que se declaran en un pleno de algún pueblo de España para mayor gloria del ridículo político.

Las últimas de las que tengo noticia son una proposición del grupo socialista del Ayuntamiento de Lugo que instaba al Gobierno de España a cumplir con los compromisos de alojar a los refugiados, y otra de Lugonovo, que encima metió por urgencia (se ve que se les echó el tiempo encima) para solicitar la derogación de la ley mordaza. Estos fuegos artificiales a costa del contribuyente no tienen sentido, porque ambos partidos tienen representantes en el Congreso de los Diputados (bueno, uno es Fernández Bello, que va por libre, pero todos son podemitas) que pueden dar el recado donde corresponde.

¿Qué más da? Podrá pensar un lector más tolerante con estas cosas y con más paciencia que yo. Pues da parecido, qué quiere que le diga. Mi impresión es que los grupos proponen esas cosas cuando están ociosos y no tienen otra cosa que plantear. Además en ocasiones es un ejercicio de cinismo que raya lo delictivo, porque con lo de los refugiados más que una moción para intentar dar leña a la búsqueda del voto fácil podrían haber enviado una propuesta para acoger a una parte en Lugo, y ya verían qué bien. Pero claro, lo positivo es menos divertido.

En fin, que así estamos. No tenemos para pan y gastamos en estampitas. En mi modesta opinión el pleno del Ayuntamiento de Lugo es para hablar de los asuntos de Lugo. Para lo otro ya están otros foros.

lunes, 2 de enero de 2017

Pobre Turismo de Lugo si depende de esto...

Como ya les deseé lo de feliz año nuevo el viernes (lo de las fechas de estas fiestas es una puñeta, sí) voy a entrar en materia directamente y a tratar un tema de este Lugo nuestro del alma. Y no será el típico tema festivo de “hay que ver qué bonito está todo cuando hay helada aunque haga frío” sino un asunto con cierta enjundia.

Para entrar en materia, les cuento que el pasado día 21 de diciembre el Boletín Oficial de la Provincia de Lugo publicó la aprobación definitiva del nuevo “Consejo Municipal de Turismo”, un organismo de esos que se crean para hacer ver que se hace algo aunque realmente no valga para nada. Sé que es empezar un poco fuerte, pero oigan yo no tengo la culpa de que la dura realidad sea que cuando no sabes qué hacer con un tema la solución más sencilla (en apariencia, porque es una huida hacia adelante y no una salida real) sea crear un comité.

Si se molestan en echar un vistazo al reglamento en cuestión verán que los objetivos de este Consejo son tan variados como vagos. “Asesorar”, “compartir”, “debatir”, “fomentar”, “proponer”... vamos las típicas cositas de circunstancias para que parezca que se meten en todo pero sin que tengan competencias reales en nada. Ni una sola función real, ni un único “poder” para decidir nada, simplemente es una reunión de amiguetes que van a hablar sobre el tema de Turismo, como podían juntarse para aquellos concursos de Miss Cacaolat que hacía Pepe Garalva.

Además de sus confusas funciones, el Consejo tiene nada más y nada menos que 25 miembros. La primera imagen que me ha venido a la cabeza es el “Sálvame” o una cosa de esas, aunque como preside la Alcaldesa lo más probable es que se mantengan unas mínimas formas, que después de todo es la que llegado el momento firma las subvenciones, así que hay que portarse bien.

Verán, como les digo preside la alcaldesa, la vicepresidenta del Consejo será Carmen Basadre (lo cual asegura el desastre, como bien sabemos todos), una secretaría recaerá en un funcionario de la concejalía de Basadre, y además de estos tres miembros habrá 22 más: un concejal del gobierno (es decir, otro), un “técnico” de Cultura (doblete nuevamente), un técnico del servicio de arqueología, un concejal de cada partido político (con lo que el grupo de gobierno tendrá 4 miembros en este Consejo, que ya son), representantes de Xunta, Diputación, Universidad, empresas, asociaciones... Vamos que no han metido al obispado de casualidad, y si les digo la verdad me sorprende porque en turismo algo tendrían que poder decir, ya que una de nuestras bazas, el Camino Primitivo, no deja de ser un tema fundamentalmente religioso.

El hecho de que de esos 25 miembros solamente 4 sean representantes de los empresarios del sector es de chiste. Meter a asociaciones de vecinos y otra gente que tiene la misma relación con el turismo que yo con la pesca es muy bonito, pero más una jugada política de cara a la galería que una cuestión práctica. De hecho es una torpeza, pero no olvidemos que el fin último de este “Consejo” no es promocionar el turismo, sino ganar votos. Siempre es el objetivo de todo.

De la composición lo que más me ha llamado la atención es el último punto: “representante de personal bloguero, comunicador o periodista especializado en turismo del Ayuntamiento”. Mira por dónde a lo mejor si no estuviera escribiendo estas líneas tan críticas a lo mejor hasta tenía posibilidades de meter la nariz, aunque sé que es difícil que a alguien tan “tocanarices” (vienen los reyes magos este viernes y hay que ser un poco fino) se le otorgue voz y voto, no sea que les recuerde que la emperatriz va desnuda.

Como propósito de año nuevo voy a intentar explicar qué haría yo si tuviera que enfrentarme a este tema, para ver si así soy más constructivo. Ya lo hacía, pero si llamo la atención sobre el particular queda mejor, a que sí.

Lo primero es que si quieres tomarte un tema con cierta seriedad tienes que escapar de la politización del mismo. Crear un Consejo de Turismo y pretender controlarlo con una mayoría aplastante de personas a las que diriges tú (concejales, representantes de entidades “amigas”, funcionarios que dependen de ti...) es de coña. La independencia es la piedra angular para que cada cual pueda abrir la boca sin temer las consecuencias, o al menos para la función no sea avalar ciegamente lo que se mande.

Por otr lado, para que un ente de este tipo sea operativo no puede tener semejante cantidad de personas, porque solo han faltado los militares y los sindicatos (estos últimos sorprendentemente no han protestado por que se haya ignorado su papel, se ve que ahí no pagan dietas).

Borrador de las futuras actas del "Consejo"
Meter a representantes del movimiento asociativo de Lugo está muy bien, porque también te garantizas votos. Recuerdo claramente las pocas reuniones a las que asistí, que parecían patrocinadas por Lagarto, de la cantidad de jabón que se le daba al gobierno y el seguidismo absoluto de toda cuanta propuesta o palabra salía de los labios del alcalde o alcaldesa de turno. Una vez más tenemos que recordar que si vives de subvenciones no tienes mucha opción para morder la mano que te alimenta, y así no vamos a ninguna parte.

Si realmente se quiere un ente que valga para algo el modelo debería ser más similar a los antiguos Patronatos que a esta cosa que han parido. El Patronato dependía directamente del Gobierno Local pero tenía unas funciones concretas, un presupuesto... y un gerente que daba explicaciones de lo que hacía. Era una especie de concejalía en la sombra, un mecanismo que ahora que las mayorías absolutas se ponen cada vez más difíciles es un chollo administrativo, pero con la gran ventaja de que podías mandar a su casa al gerente si no lo hacía bien. Al concejal (o concejala) que te sobra te lo tienes que comer.

Puede parecer contradictorio que proponga un ente dependiente cuando critico la dependencia de los miembros del Consejo, pero es que son enfoques distintos. Un ente propio controlado por el Gobierno es una herramienta de éste. El Consejo es simplemente un intento de hacer ver lo dialogantes y guays que son sin que les cueste más esfuerzo que aguantar las monsergas de los “presidentes de...” de turno durante una o dos horas cada seis meses, y seguir haciendo lo que les da la gana, lo que es lo mismo que decir que no se hará nada.

Lo de tener una “mesa de diálogo” es una barbaridad porque se supone que ya se dialoga, pero se ve que no, que hay que sacar algo para que parezca que se hace. “Parezca” es la palabra clave.

Ojalá me equivoque pero tengo mis serias dudas sobre este asunto. Quizá algún día las cosas se encaren pensando en solucionar problemas y no en crearlos, pero hasta ese momento tendremos otro montón de papeles que mover para convocar reuniones aburridísimas de las que no saldrá nada
Pobre Turismo de Lugo si depende de esto...

viernes, 30 de diciembre de 2016

Que en 2017 Lugo sea más Lugo

 
Y en el reloj de antaño como de año en año
Cinco minutos mas para la cuenta atrás.
Hacemos el balance de lo bueno y malo
Cinco minutos antes de la cuenta atrás.

El estribillo de “La Puerta del Sol”, la mítica canción de Mecano que se convirtió en el himno de Fin de Año para una generación, resume a la perfección la costumbre humana de establecer subjetivamente fechas clave para hacer “balance de lo bueno y malo”.

Cierres de ejercicio contables, repaso de los principales sucesos del año, compendios de prensa... todos tendemos a repasar lo ocurrido en los últimos doce meses para ver si hemos mejorado o empeorado, si las cosas han sido lo que pensábamos, y la canción se cumple al dedillo salvo lo de “a ver si en vez de un millón pueden ser dos”, porque ya no estamos en época de bonanza económica como la que se disfrutaba entonces.

Lugo también ha de hacer inventario del 2016, y lamentablemente es un triste recuento. La ciudad no ha superado ni uno solo de los desafíos a los que se enfrentaba en la misma época del año pasado y, salvo pequeñas actuaciones de maquillaje como la de las obras de “consolidación” de San Fernando (que a ver cuánto dura blanco e impoluto, por cierto) el resto de temas siguen estancados. No hace falta que hagamos una enumeración porque todos somos conscientes de los asuntos pendientes, pero baste mencionar que la fábrica de la luz sigue cerrada a cal y canto, al igual que la antigua cárcel, la plaza de abastos sigue sin terminar sus obras, el tráfico continúa siendo un caos, los autobuses no tienen en funcionamiento la nueva organización, el personal del ayuntamiento sigue con su habitual desbarajuste, el MIHL nos da cada día nuevos disgustos, en la práctica la ciudad está todavía sin nuevo Auditorio...

Acabamos antes mirando lo que sí ha cambiado que lo que está pendiente, y francamente es para preocuparse.

¿Qué han hecho nuestros representantes municipales durante los últimos 365 días? Aprobar en pleno una batería de medidas que no dejan de ser de cara a la galería y pelearse entre ellos para mayor gloria del estéril debate “intelectual” (aquí he sido generoso, lo sé). Encima vemos que las peleas no dejan de ser meros ejercicios dialécticos porque a la hora de la verdad cuando se plantea una moción de censura para cambiar las cosas todos se echan a correr, “tonto el último”, para desacreditar tal posibilidad.

Es cierto que Ciudadanos se ha pasado de frenada. Lo de plantear a la buena de Dios una medida tan extrema como esa sin tener ni siquiera hablados los apoyos es un disparate, y aunque tal vez no sea malo abrir ese debate no creo que sea acertado hacerlo así. De todas formas, lo que es seguro es que de hacerlo el momento es éste, porque dentro de pocos meses cruzamos el ecuador del mandato y no es muy lógico hacer una moción de censura para gobernar trece o catorce meses.

Me sorprende un poco más la negativa del PP a plantearse seriamente la posibilidad. La alergia que parecen tener los populares a gobernar la ciudad de Lugo es incomprensible en una agrupación cuyo fin se supone que es precisamente ese, pero ellos sabrán. Llama la atención que carguen contra quien propone la moción de censura en lugar de trasladar la presión a los socios en la sombra de Lara Méndez, con lo que Lugonovo y BNG estarán encantados viendo cómo este asunto se ha convertido en un problema entre Ciudadanos y el PP. Cosas que pasan en Lugo.

2017 no se prevé muy esperanzador que digamos, pero hagamos un ejercicio de optimismo y pensemos que quizá, sólo quizá, Lugo tenga aún una oportunidad de dar por fin un paso adelante, aunque solo sea por cálculos puramente electoralistas y fríos análisis políticos, que dicen que las elecciones se acercan y hay que empezar a hacer algo para sacudirse de encima ese “dolce far niente” que lleva siendo la consigna municipal en los últimos lustros. Necesitamos que Lugo sea más Lugo y menos lugo. Las minúsculas nunca son buenas.

Por lo que nos toca, desearles a todos mis queridos lectores un venturoso 2017 y agradecerles, como siempre, su fidelidad al otro lado de la pantalla. Un abrazo a todos y feliz año nuevo.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Techar Quiroga Ballesteros

Lo del reparto de 20 euros por parte de varios grupos municipales era una broma, como muchos pudieron pensar. De todas formas tampoco es que la cosa durase mucho porque no falta quien chafe el asunto a la primera de cambio.

El tema de las inocentadas cae en picado. No tanto por que no haya gente dispuesta a gastar bromas sin mayores consecuencias como por la legión de aguafiestas que en lugar de demostrar que se han dado cuenta de que la noticia es falsa siguiendo el juego y completando la información se dedican a poner “¡es una broma!”, como si hubieran descubierto la pólvora.

Las inocentadas se supone que tienen que ser exageradas, que pongan a prueba la credulidad del destinatario, y que tengan ciertas consecuencias totalmente inocuas. La típica es similar a la de la noticia que puse ayer sobre el reparto de “aguinaldos” por parte de varios grupos políticos del Ayuntamiento. No tiene mayor consecuencia, pero puede funcionar si quienes se percatan de la broma la siguen en lugar de fastidiarla. Ahora parece que es más importante “sacar a relucir” la supuesta inteligencia propia, poniendo sobre la mesa que una broma obvia es tal en lugar de ahondar en el contenido. Pero bueno, es lo que hay.

Esto, que no tiene la más mínima trascendencia, sí es un ejemplo de hasta qué punto estamos perdiendo el sentido del humor.

Lo que no era una inocentada era la portada de La Voz de Galicia de ayer, que sacaba un tema en el que ahonda hoy con la propuesta de cubrir la calle Quiroga Ballesteros una vez peatonalizada. Esta idea no puedo decir que me parezca mala, pero tampoco puedo ponerla demasiado por las nubes porque sería un poco egocéntrico, ya que la propuesta salió de Lugo Monumental en la etapa en que tuve el honor de presidir esa asociación. En cualquier caso intentemos darle un enfoque objetivo al asunto y ver cuales son sus ventajas y sus posibles desventajas.

Reconozco que, empezando por el final, no se me ocurre ningún motivo para no llevar a cabo la instalación de esa cubierta. Los problemas que se nos puedan venir a la mente son todos derivados de la peatonalización, pero una vez se llevase a cabo esa parte, el hecho de poner un tejado a la calle no tiene mayor problemática. Puede, por buscarle tres pies al gato, que a algún vecino le pueda estorbar porque habría que estudiar a qué altura se pone sobre el suelo: si es entre los bajos y los primeros pisos podría quedar demasiado baja, y si es por encima de las viviendas le taparía a los residentes la circulación de aire libre “de verdad” creando un efecto túnel como el de Area Central en Santiago que no parece muy agradable.

En cualquier caso eso son temas técnicos que se podrían solventar con varias ideas, como por ejemplo la de que la cubierta no sea completa y haya un espacio libre generoso para que la sensación sea de “calle” y no de “galería”, pero es cuestión de sentarse a mirarlo con calma.

Las ventajas son evidentes. Lugo es una ciudad normalmente lluviosa aunque estos años parece que la cosa no es para tanto, y permitiría que se pudieran celebrar actividades callejeras durante cualquier día del año. En cuanto al frío es sencillo, con los sistemas existentes hoy día, enfrentarse a eso con estufas exteriores o, sencillamente, abrigándose bien.

Me gustaría, eso sí, retomar otra propuesta que habíamos hecho en su momento: la de poner una cubierta en la plaza de Ángel Fernández Gómez para la realización de actividades. Ahora mismo hay instalada una espantosa y molesta carpa, que además de fea es carísima. Si hubiera una estructura estable se podrían organizar ferias, mercados y actividades cualquier día del año y la feria de asociaciones que se celebró solamente tres días podría quedarse una semana empezando con un pelín de antelación. Ese tipo de cosas.

En fin, que ojalá esto no se quede en uno de esos anuncios-espectáculo que finalmente no cuajan y que Lugo pueda empezar a disfrutar de este tipo de instalaciones. Buena falta hacen.