viernes, 13 de junio de 2014

Carta a Paulo Fabio Máximo

Querido amigo Paulo:

Hoy empieza una nueva edición del Arde Lucus. Es una fiesta en la que la ciudad de Lugo, que tú fundaste bajo el nombre de Lucus Augusti, rinde homenaje a su pasado, a su historia y también al inalterable espíritu jacarandoso que caracteriza a los habitantes de esta península que tanto os gustaba por su sol, sus vinos y su oro. Ahora que lo pienso, Paulo, ¡qué poco cambian algunas cosas! Menos el oro, que nos lo hemos gastado, del resto seguimos bien provistos dos milenios después.

Como bien sabes, encarné a tu persona en dos ediciones del Arde Lucus, aunque este año lo haré únicamente a título particular porque ya no formo parte del entramado organizativo de la fiesta. Lo dejé por cuestiones que no vienen al caso, pero que se resumen en que uno se apunta a ciertas actividades para divertirse, y cuando por lo que sea dejas de pasarlo bien es mejor marcharse y no enquistar situaciones que pueden acabar estropeando a un grupo algo bonito.

No dejo, sin embargo, los buenos recuerdos y las excelentes personas que tuve el placer de conocer en el grupo en que estaba, al que deseo lo mejor de corazón. Mi mayor satisfacción respecto a todo esto es que hereda mi papel de Paulo Fabio Máximo el amigo Manuel Buján, que estoy seguro de que lo hará mucho mejor que yo, lo cual no es difícil ya que recordarás que nos ha pasado de todo y en una ocasión incluso me quedé en blanco, delante de más de 2000 personas que nos veían en el Circo. Hoy lo recuerdo como algo divertido, pero maldita la gracia que me hizo en su momento.

Pero la gran virtud del Arde Lucus es que no es necesario estar metido en un colectivo para disfrutarlo. Cualquier excusa es buena para salir a la calle y pasarlo bien, pero mejor aún si es caracterizado de época. Cuidado con el término, por cierto, ya que utilizar el verbo “disfrazarse” en Arde Lucus es como mentar a la madre del lucense que tienes delante. Como si para hacer los trajes nos hubiéramos empapado de los clásicos en lugar de mirar la Wikipedia o ir a la tienda más próxima.

La fiesta es popular, en toda la extensión del término. Está hecha para que la ciudadanía la disfrute, y ¡vaya si lo hacemos! La fecha, además, es un acierto porque inaugura el calendario de fiestas y romerías gallegas, que como sabes se cuentan por miles, literalmente (se habla de más de 5.000 citas veraniegas) y que se ven finalizadas en Lugo gracias a San Froilán.

Hace siglos que eres polvo en el polvo, pero por si tuvieras oportunidad de recuperar tu forma humana, o aunque sea de otra manera que tengas a tu alcance, estaría bien que te acercaras por aquí y vieras en qué se ha convertido aquel campamento con pretensiones que fundaste. Sería un placer que sintieras aunque sea una fracción del orgullo que los lucenses tenemos cuando nos unimos para celebrar quienes somos.

¡Viva el Arde Lucus! ¡Viva Lucus Augusti!

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