viernes, 14 de septiembre de 2018

La iluminación navideña de Lugo amenaza con ser tardía y cutre (otra vez)


La tristísima iluminación navideña de Lugo amenaza con repetirse si no mejoran el pliego.
También parece que se encenderá tardísimo al paso que vamos, como ya ha pasado otros años.

Les extrañará que no hable del Cristo que se ha montado con lo de la Residencia, pero qué quieren que les diga, no tengo nada claro el tema por ahora porque me suena a que se intenta crear polémica para ensombrecer la presentación de la candidatura de Ramón Carballo que tendrá lugar esta tarde en Lugo y a la que vendrá Feijóo. Si es así, y todo apunta a una de esas cuestiones que se sacan de quicio para armar el Belén, la semana que viene analizaremos el tema con tranquilidad. Y si no también lo veremos.

Hoy quiero traerles otro tema, el de la iluminación navideña. “¿Ya?, ¿se le habrán pegado a éste las prisas de Abel Caballero que ya ha empezado a montar en Vigo la Feria de Abril pero con renos y reyes magos?”, se preguntarán ustedes, y con razón. Pero no, no van por ahí los tiros.

Obviamente pretender que en septiembre se empiece la instalación del alumbrado navideño es un disparate. O en octubre, o incluso en noviembre. Las luces de Navidad han de encenderse, en mi modesta opinión, justo antes del puente de la Constitución, que es cuando se empieza a respirar ya aire de guirnalda y esas cosas. En Vigo se les ha ido la pinza definitivamente pretendiendo adelantarse incluso a El Corte Inglés, que ya es decir. Además aquí todavía falta poner (y quitar) las de San Froilán, así que por orden.

Pero una cosa es instalar o encender las luces y otra muy diferente tener previsiones razonables para que las cosas salgan bien. Recordarán todos ustedes las cutrísimas luces que sufrimos en 2017, que no solo eran escasas sino también sosas, tristes, monocromáticas… lo que contrasta con la alegría y la vida que han de transmitir esos montajes.

Reina iluminada en 1947. Setenta años después vamos a peor
Foto: Colección Guisasola
El Ayuntamiento aún no ha publicado el pliego de condiciones y la licitación para montar los arcos navideños, lo que implica que se va con muchísimo más retraso que en los últimos años. En 2016 el plazo para presentar ofertas terminaba el 1 de septiembre, y en 2017 el 8 del mismo mes. E insisto en que hablo del plazo para presentar ofertas, no de la publicación del asunto, que obviamente ha de dejar unos días para que las empresas analicen el pliego y hagan sus propuestas. ¿Nos pasará como en otras ocasiones en que se encendieron las luces a pocos días de Nochebuena? No me extrañaría lo más mínimo.

Por supuesto habrá voces que digan, como cada año, que cuanto más tarde mejor porque es un gasto inútil. Esta cuestión tiene dos “peros”, el primero es que de inútil nada, porque como comprenderán si las grandes empresas, centros comerciales y esas cosas se gastan las fortunas que se gastan en bombillas no es por generosidad, es porque funciona. Moviliza los bolsillos e incentiva el consumo, y el problema no es que no lo haga nadie, sino que si se priva a la ciudad de esas instalaciones la gente se va a otros sitios. Sí, a mí también me sorprende que tengamos ese complejo de polilla y gastemos los cuartos donde hay más luz, pero es lo que hay.

El segundo “pero” es el del gasto. No creo que suponga un problema muy grande para el Ayuntamiento ya que hace años que rechazó que los empresarios echen una mano pagando los arcos que se instalaban en las calles. Además unilateralmente, para sorpresa de todo el mundo ya que es de las pocas cosas en que no había nunca follones… hasta que una polémica con la Federación de Comercio hizo que mandaran todo a la porra sin tener en cuenta que hay más entidades a las que dirigirse para coordinar eso. Así que el tema económico no es un factor que les preocupe.

Es preocupante que Lugo vaya una vez más camino a tener una Navidad triste y oscura. Se pidió, desde Lugo Monumental, una reunión para tratar todo esto, e incluso la posibilidad de que los locales decorasen sus fachadas con luces (cosa que podría entrar en conflicto con el PEPRI y precisamente eso es lo que se quería consultar) pero aunque la solicitud es de enero (por tiempo no sería) aún no han contestado.

Así que si volvemos a pasar las fiestas con ganas de llevar una linterna en la mano ya saben, no será porque no se les avisó.

Otra foto de la Calle de la Reina en los años 40. Increíblemente más iluminada que en los últimos años.
Foto: Colección Guisasola

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