lunes, 25 de octubre de 2010

El Papa viene de visita a Santiago

Pues sí, Benedicto XVI viene a Santiago a dar más bombo al Xacobeo, que si por Madrid fuera se quedaría como una fiestecilla interna de los gallegos. El apoyo del Gobierno de Zapatero ha sido más bien escaso, por no decir nulo, y se han llegado a producir situaciones que, si esto fuera Cataluña, abrirían el telediario. Por ejemplo, la clausura del año Jacobeo se hará en Oviedo, no se sabe muy bien porqué. Tampoco se recogen actuaciones del Ministerio de Cultura en favor del Xacobeo, y su web ni siquiera lo menciona, a pesar de ser una cita que reúne a millones de peregrinos. Al Papa en Santiago lo acompañarán los Príncipes de Asturias y el Vicepresidente, mientras que a Barcelona van Zapatero y El Rey. Como siempre, nosotros de segunda fila.

1285162069_0 De lo único de lo que se habla es de lo que cuesta la visita del Papa. Tres millones de euros es lo que costará la estancia de Benedicto XVI en Santiago, y no falta quien se rasgue las vestiduras (obsérvese la oportuna cita bíblica) por el supuesto despilfarro. A esa misma gente que ve normal que se paguen nosecuantos millones a un artista por venir a dar un concierto que tiene una relevancia internacional nula critica que se utilice dinero público para acoger y proteger a un Jefe de Estado que, además, es el líder espiritual de la mayor parte de nuestros conciudadanos.

Me ha gustado mucho, una vez más, lo que ha dicho Durán i Lleida: 'Nadie ha advertido una sola palabra ni escrito una sola línea sobre el coste de la visita de la primera dama de EEUU Michelle Obama pasando vacaciones en España. Es normal que así sea'. Y encima no estamos hablando de un Presidente o un Jefe de Estado, sino de su mujer, a la que nadie ha elegido como representante de ningún sitio. Ojo, no critico ese gasto, que creo que ha venido bien, pero no entiendo el doble rasero.

Es obvio que a la Iglesia se la critica mucho “por ser vos quien sois”. Se ha ganado a pulso la antipatía de mucha gente, y me parece legítimo pedir la abolición de privilegios de la Iglesia, al igual que me parece lógico hacer un gasto público fuerte en una visita que tendrá una importante repercusión internacional para el Xacobeo (que alguien sume los minutos de telediario que le van a dedicar en media Europa y aplique las tarifas correspondientes), un acto que, guste o no guste, es esencialmente religioso. No podemos aprovecharnos del turismo que nos trae y los empleos que ha creado negando su esencia misma, que es católica.

La Xunta ha encargado a una empresa independiente y a las universidades gallegas que evalúen el coste y los beneficios potenciales de la visita. Por ahora el marcador no puede ser más claro: 3 millones de coste y 17 de beneficio.

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