lunes, 4 de abril de 2011

Manual para (intentar) subir al catamarán de la Diputación

Ya son varias las veces que he tratado el tema de cómo se enfoca el turismo en Lugo. Es un área que se explota de cara al lucense, y no al visitante que sería lo lógico. Así, vemos que las campañas publicitarias de la provincia se hacen en Lugo en lugar de en Coruña, León o Asturias, por poner tres ejemplos. En la ciudad pasa lo mismo y no es raro encontrarnos elementos promocionales de lo que ofrece Lugo al turista dentro de la propia ciudad. Lo malo es cuando uno intenta aceptar la oferta.

Lo que voy a contar es por experiencia propia. Me pasó este fin de semana, en que recibimos en casa a un familiar de Canarias que vino a pasar unos días. Como es lógico uno intenta enseñar lo más atractivo de su ciudad, así que se nos ocurrió la feliz idea de bajar a dar un paseo en el catamarán que la Diputación tiene anclado en área recreativa de Los Robles. Ahí empezó la odisea.

P1000275 La primera sorpresa es cuando uno baja a Los Robles y se acerca al catamarán. No hay ni un cartel, anuncio, aviso, post-it o perrito que te ladre diciendo cuáles son los horarios, calendarios o demás de funcionamiento del catamarán. Tampoco se da un teléfono de contacto donde preguntar.

El bueno del usuario, si está bien informado, razona que como Los Robles es de la Diputación y el catamarán también, a lo mejor se puede preguntar allí. “Eso no es cosa nuestra y no sabemos nada” es la respuesta, no excesivamente amable, recibida del personal de Los Robles.

Pues nada, llamamos al 010, el todopoderoso teléfono de información ciudadana que presume de saber más que Google. “No tengo ni idea, no nos han informado de eso” nos contestan desde el teléfono “informativo”. Nos facilitan, eso sí, un número de la Diputación. Llamamos y nos informan con gran amabilidad de que los recorridos son los fines de semana a las 12, 15:30 y 16:30 (en la web ponen 12:00, 16:00 y 17:00, pero bueno). No se reserva plaza más que entre semana así que hay que coger los billetes en el embarcadero. Mala suerte, son ya las seis y media de la tarde del sábado. Bueno, pues nada, volveremos mañana.

Volvemos a bajar el domingo, y nos presentamos en el catamarán a las 11:45. Por ponerle interés que no quede. No hay nadie por allí y está todo cerrado a cal y canto. Al cabo de un rato se nos acerca un señor y nos informa, con gran amabilidad, de que el catamarán hoy no sale a las 12 sino a la una y que está completo porque lo han reservado los del restaurante (esos que no sabían nada del catamarán porque no era cosa suya) para unos clientes suyos. Por la tarde no habrá más que un recorrido a las cuatro y también está reservado entero.

Han pasado 24 horas y aún sigo cabreado. ¿Cómo es posible que no se cumplan los horarios de los que se informa telefónica y digitalmente (ver la web turística de la Diputación)? ¡Qué poca seriedad! ¿Con qué cara se atreve uno a recomendar desde cualquier sitio que vayan al catamarán si luego no se pueden subir?

Me parece muy bien que haya recorridos especiales, pero no deben ser sustitutivos sino adicionales. Es decir, si a la una tienen una reserva de un grupo me parece fantástico, pero el recorrido dura 45 minutos así que pueden perfectamente hacer el de las doce y luego llevar a los enchufados. Por cierto, el sábado por la mañana el señor Bao, el vicepresidente de la Diputación que pide que desaparezcan las diputaciones, hizo un recorrido con la prensa y algunos candidatos del BNG en el maldito catamarán. Para él sí hubo recorrido.

web lugoterra

horarios

 

 

 

 

Lugo no se caracteriza por su gran oferta al turista: cobramos una entrada excesiva por ver cuatro micro-museos (cuestan más que entrar en el Museo del Prado, por ejemplo); tapamos el patrimonio del que antes presumíamos (como la difunta ventana arqueológica de la ruanova), ponemos horarios absurdos (la última “atracción”, los restos del Templo de Mitra frente a la catedral, sólo los enseñan el sábado en horario muy reducido)… eso sí, ponemos buses para ver el cementerio, que es súper atractivo para cualquier turista.

No creo que haya tantas cosas en la ciudad como para que no podamos informar correctamente de la escasa oferta. Ayer domingo, al subir de Los Robles, me acerqué a la oficina municipal de la plaza del Campo, ya por curiosidad, a preguntar por el catamarán. Me dijeron que no habían recibido ninguna información así que seguramente “aún no funciona”. Insistí un poco y miraron en Internet. “Ah, sí funciona, mire, los horarios son los sábados y domingos a las 12, las 16:00 y las 17:00”. Hay que joderse.

Así promocionamos el turismo en Lugo. Así va el turismo de Lugo, viviendo de las rentas de Santiago y de los cuatro enterados que sabe que hay una muralla.

1 comentario:

  1. Pues vaya desverguenza. Con estos politocs corruptos de pacotilla este país se va al carajo.

    ResponderEliminar

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.