jueves, 28 de abril de 2011

El ciudadano, mejor calladito, según algunos

La democracia es, en teoría, mucho más que ir a votar cada cuatro años. Bueno, con tantas elecciones como hay ahora vamos cada año o cada año y medio, pero como es para cosas distintas al que se presenta le afecta sólo cada cuatrienio. Sin embargo, hay quien piensa que no, que con eso llega y que el resto del tiempo es mejor para el ciudadano de a pie estar calladito.

P1030057Eso debe pensar el señor Antonio Gato, diputado por el PSOE de la Diputación Provincial de Lugo, que en el último Pleno celebrado por esta institución atacó verbalmente al público asistente, que por cierto, no tiene capacidad de responderle. El ataque tampoco es que se pusiera a insultar, vamos a entendernos, pero en plan irónico dio la bienvenida a los “candidatos del partido popular” que había en las bancadas del público.

Metedura de pata considerable, la del señor don Gato, ya que algunos hemos ido a plenos de diferentes instituciones (yo personalmente me comí muchos del Parlamento de Galicia, el Ayuntamiento de Lugo y algunos de la Diputación Provincial… hasta fui un par de veces a los del Ayuntamiento de Santiago cuando estudiaba allí). Hubo una convocatoria por parte de los afectados por un tema de energías renovables, donde muchas familias lucenses han metido no sólo sus ahorros, sino arriesgado sus casas, y se trataba esto en el Pleno. De ahí la afluencia de público, que por cierto, una vez pasado el debate se marchó lo que demuestra que iban a lo que iban y no a lo que el señor don Gato decía que iban.

P1030252Sin embargo, el problema ya no es el error, sino el fondo de la cuestión. ¿Se siente amenazado el señor don Gato por ver público que él considera adversario? ¿Le da miedo que le vean en vivo y en directo decir las cosa que dice? ¿Acaso le preocupa que veamos el buen rollito que tienen los líderes de PSOE y BNG a pesar de que escenifiquen desencuentros para captar sus nichos de voto?

Las sesiones plenarias son públicas, y como tales puede ir quien le dé la gana. Si le molesta que vaya gente a la que no puede controlar lo tiene muy fácil, llame a sus afiliados para que vayan pronto a llenar el salón y así sólo verá caras amigas en el Pleno, para no ponerse nervioso.

P1030118El propio Besteiro se dio cuenta, que otra cosa no, pero hábil es un rato, de que era una metedura de pata y le pidió que se abstuviera de dirigirse al público ya que no le podían responder, pero sólo Barreiro tuvo la elegancia de pedir disculpas en nombre del su grupo y su partido por una actitud que consideró, como es obvio, totalmente fuera de lugar. Afirmó sentir “vergüenza” de que un representante público atacara así a un grupo de ciudadanos por el mero hecho de ir a ver un Pleno. Y tenía razón, es vergonzoso.

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