- Las reformas que el Gobierno anuncia pero no concreta, para echarse a temblar.
- Que el jefe de la Guardia Civil no supiera nada del Carioca.
- La abstención de Izquierda Unida que permitirá gobernar al PP en Extremadura.
- La negativa del Gobierno de Andoain (Bildu, claro) a que los escoltas de los concejales entren en el edificio.
- Las movilizaciones de los padres de alumnos de la Aneja dirigidas e instigadas por una persona a sueldo del PSOE.
- El informe de la Xunta en contra de las Torres de Orozco en el Parque de Rosalía.
No me digan que cualquiera de estos temas no da para una entrada del blog, o dos, o tres. Pero no voy a hablar de ninguno de ellos. Hoy voy a tratar el Arde Lucus otra vez. Sí, ese tema da para mucho y más cuando sale el gobierno local a decir las cosas que dice. Como decía Jack el Destripador, vamos por partes.
Lo primero es el tema de las cifras. Como decía en este mismo blog hace un año, los números a mi no me salen. Según Orozco y sus muchachos este año ha habido 40.000 personas más en el Arde Lucus que el año pasado y, por lo visto, la crisis en Lugo va al revés, porque han gastado más, lo que no se sostiene. El año pasado decían que se habían ingresado 10 millones de euros procedentes de 460.000 visitantes (un buen matemático les dirá que eso sale a 21,74 € por persona) y este año dicen que son 12,5 millones de 500.000 (el mismo matemático, si no se cansa de calcular tonterías, les dará como resultado 25 € por persona).
Las cifras en política son lo mismo que los gérmenes en un cubo de basura: no hacen más que crecer. Cada año hay que decir que ha habido más gente, que se ha recaudado más, que han gastado más… a este ritmo en el año 2020 al Arde Lucus vendrán aproximadamente 500 millones de personas y cada uno gastará cien millones de euros, con lo que Lugo se puede retirar de los demás sectores productivos y dedicarse únicamente al Arde Lucus. No estaría mal, trabajar tres días al año.
Pero no ha sido esa tontería de las cifras la que me hace dedicarme hoy al Arde Lucus, es algo más cercano todavía a mi, el ataque que, nuevamente, hace Orozco a los hosteleros. Viene a decir tres cosas: que pongan pasta para las fiestas, que pongan tapas de cocina y pinchos en el mogollón y que hagan recetas romanas.
Señor Orozco, le diría que Zapatero a tus zapatos, pero se puede entender mal, o bien, según se mire. Usted encárguese de ver cómo tira las Torres que dejó edificar en el parque y deje que los hosteleros se ocupen de lo suyo, porque no tiene razón.
Empezando por el final, le diré que ya se hicieron menús romanos en Lugo con recetas originales de la época, y no hay quien se coma eso. Los paladares de hoy en día no están acostumbrados a esos sabores y la práctica lo demuestra. Si pretende que se hagan los menús “para tenerlos” y enseñarlos, hágalos desde el Ayuntamiento. Antes de hablar pregunte, que más de un hostelero le explicará, con dibujos si quiere, que lo que usted propone ya se hizo y no funcionó.
En cuanto al tema de pinchos y tapas, vuelve a meter la pata, porque sí hubo pinchos. Lo que no se ponen en los días más fuertes es tapas de cocina porque es físicamente imposible atender a todo. De todas formas, ya que defiende las “tradiciones” sabrá que es tradicional en Lugo no poner tapas de cocina los días fuertes de las fiestas, por ejemplo en San Froilán, no por la repercusión económica, sino porque no llega el personal para atender a todo.
Por último el tema de la financiación. Una vez más vamos a “el que más se beneficia, que ponga más”. De acuerdo, pero es que no sé si sabe que cuando aumentan los beneficios se pagan más impuestos, así se sostiene el sistema. ¿Acaso defiende usted que las jugueterías paguen la cabalgata de Reyes? ¿que las floristerías financien las fiestas de San Valentín o las lápidas del cementerio? La cosa no funciona así, señor mío.
¿Sabía usted que recientemente se ha “conveniado” una paga extraordinaria para los empleados en las fiestas patronales? Es decir, que parte de esos beneficios ya se reparten, como es lógico, con el personal del local. No me venga ahora con que toca pagar más porque hay mucha gente tres días. Si el resto del mes no hay gente, entre otras cosas por su nefasta política turística, ¿pagarán a los hosteleros para que mantengan sus negocios a flote?
Debería preocuparse un poco más de que los puestos que se instalan con licencia municipal, y que están aquí dos días sin pagar impuesto alguno, no sableen a los lucenses y turistas y dejar que la hostelería de Lugo, muy prestigiosa desde mucho antes de que usted pisara el Ayuntamiento, haga su trabajo.
Si cree que tanto se gana, deje la Alcaldía y monte un bar, y luego hable.
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