Ayer hacía una muy buena noche. Se estaba muy bien de paseo por la calle, y aunque no era esa mi intención, me vi cruzando buena parte de Lugo andando, aprovechando que el otoño parece que se presenta suave en lo meteorológico. No así en otros aspectos. Mi recorrido me llevó por la avenida de Ramón Ferreiro, y cuando estaba a la altura de la Aneja escuché un montón de ruido que venía de la zona de los Tilos: pitidos de coches, ruidos de motores potentes… el típico atasco, pensé yo. Pues de típico tenía poco.
Se agradece que ahora cualquier móvil tenga cámara, porque la verdad es que a veces cuento estas cosas y parece que es una licencia poética para poder contar una historia, pero no, es literal, como lo de las chicas de la estación de buses del otro día (aún hay quien no acaba de creerse que pasara de verdad, a mi también me cuesta a veces asumir que esas cosas pasen en Lugo).
A lo que iba, el berenjenal se montó porque un camión, de la tómbola imperial para más señas, se cruzó en el medio y medio de la rotonda de Ramón Ferreiro y no era capaz de ir hacia delante ni hacia atrás. Su intención, se entiende, era meterse marcha atrás en los Tilos (Rodríguez Mourelo para los puristas) para instalarse, digo yo, de cara a San Froilán. Pero la sensación que daba era la de una tortuga patas arriba peleando por darse la vuelta.
Los feriantes son personas acostumbradas a la carretera, la maniobra imposible, la curva cerrada y la instalación en sitios insospechados, pero con Lugo han topado. Supongo que en otras ciudades, avanzadas ellas, lo habitual será que cuando viene uno de estos monstruos sobre ruedas se comunique a la Policía Local para que, diligentemente, parta rauda a regular el tráfico y evitar el problema. Aquí no. Aterriza como puedas. Coches por delante, coches por detrás, y el camión varado en medio del asfalto como una ballena mecánica, bufando y resoplando.
Lugo se prepara para las fiestas, al menos físicamente. Digitalmente seguimos igual, con la web específica de San Froilán (http://www.sanfroilan.info/) con el programa, el cartel y las noticias del 2010. Ahí, promocionando diligentemente.
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