Hacienda somos todos

Aún no acabamos de confirmar el borrador y, si nos sale a devolver, ya tenemos el dinero gastado. Piénsenlo bien, no me refiero a pagar una cuota o dos de hipoteca a cargo de la devolución (todo depende de cuánto te devuelvan y lo que pagues de hipoteca, claro), o a las vacaciones de verano que ya se empiezan a vislumbrar, sino a las subidas de todo.

Sube luz, agua, la compra, el pan… la gasolina pega unos botes que si volviéramos a las pesetas tomaríamos conciencia de lo que cuesta llenar el depósito y nos liaríamos a tiros… Los que cobramos un sueldo más bien corrientito (y encima estamos pegando botes de alegría por cobrarlo, no me malinterpreten) y tenemos una hipoteca también corrientita (éstos somos los menos, la mayor parte de la población se ha metido a unos gastos que no puede asumir) recibimos con mucha alegría esta especie de dinero extra que nos viene, sin mentalizarnos de que ese dinero es nuestro y nos lo habían retenido del sueldo todos los meses.

Si tienes un signo negativo en el resultado del borrador y te sale a devolver, tal y como están las cosas te apuras a confirmarlo, sin mirar mucho el tema no sea que se hayan equivocado y tengas que pagar. Ahora falta saber cuándo nos lo van a dar, pero bueno, suelen ir ligeritos. Pero estamos tan mal que uno casi se siente culpable. No de que salga o no a devolver, sino de poder hacer una declaración de la renta en que figure un sueldo y una hipoteca. Todos tenemos cerca gente que está pasándolo mal, que no encuentra trabajo o que no sabe muy bien cómo o dónde va a vivir el mes que viene o dentro de dos.

Y en medio de todo este barullo uno coge un periódico y ve que se acusa al alcalde de Santiago de defraudar a Hacienda. Probablemente en este momento llame más la atención y duela más a la opinión pública, por lo que es más fácil quedarse con el titular que leer la noticia completa. Ha dado explicaciones, detalladas, de qué va el tema. Por lo visto, dice Conde Roa, el dinero que se le reclama es el IVA de unas viviendas que vendió en 2010. Con la crisis la cosa se puso difícil, y utilizó el total del dinero de la venta para pagar sueldos a sus empleados y deudas de la empresa, dejando a Hacienda colgada, cosa que no se permite desde esta institución ni desde la legislación vigente.

¿Está mal hecho? Sí, sin duda. Es una metedura de pata desde el punto de vista legal y moralmente es discutible que se pueda dejar de pagar a todos por pagar a unos pocos. ¿Es comprensible? Tal y como lo explica Conde Roa en mi modesta opinión sí. Será porque uno viene de familia que tiene negocio, pero mi abuelo siempre decía que el primer dinero que se gana es para pagar los sueldos de los empleados, y luego el de los proveedores. Si falla eso ningún negocio puede sobrevivir. Lo demás ya se arreglará.

Hacienda somos todos. No estoy disculpando el proceder de Conde Roa, sólo estoy diciendo que lo puedo comprender. Él tenía que saber lo que hacía y a qué se enfrentaría en el futuro, pero hay que reconocerle que no han ido a por él, sino que siempre fue él mismo quien declaró a Hacienda esa deuda, no debería ser lo mismo que si se hubiera detectado un intento de engaño en una inspección.

Las personas que se dedican a la política tienen un claro problema: les van a disparar por cosas, a veces bien hechas y a veces mal hechas, a las que a otros se les consienten. ¿Alguno de los periodistas o políticos de la oposición que atacan al alcalde de Santiago es del Deportivo, del Celta, del Madrid o del Barcelona? Porque esos clubes, como todos los demás, también tienen deudas con Hacienda y nadie les afea la conducta ni piden a sus presidentes que dimitan. Lo dejan pasar. No me digan que no es lo mismo, porque lo es. Los clubes de fútbol no niegan su deuda, la reconocen, igual que Conde Roa, y éstos no dejan de pagar a Hacienda para abonar salarios a albañiles o a fontaneros, sino a jugadores que cobran lo que no veremos todos nosotros juntos en nuestra vida.