Hoy voy a hacer publicidad. Y sin cobrar un duro, que soy así de generoso. Pórtico, la cadena de tiendas, recientemente ha puesto a la venta una serie de productos de merchandising de Galicia. Así, por las bravas. Hay marcapáginas, post-it… con fotografías de la playa de las Catedrales, las Islas Cíes, la torre de Hércules, la Catedral de Santiago (no podía faltar)… Echo de menos la Muralla de Lugo, que es uno de los tres patrimonios de la Humanidad que hay en Galicia, pero bueno, a lo mejor en otra edición…
Lo importante es ver cómo la iniciativa privada, esa malvada secta, es capaz de por sí misma y sin mediar subvención, promocionar cosas de nuestra tierra sin rubor y, encima, ganándole un duro. Imaginen ahora que estas mismas cosillas que venden ahí por un euro o euro y medio las hiciera la Administración mediante un sesudo concurso de 15 folios publicados en el boletín oficial correspondiente. Además de tardar un par de años en sacarlo adelante, probablemente el precio de venta final sería mayor. ¿Que no? Vamos a las pruebas, que son una cosa maravillosa.
¿Cuánto creen ustedes que habría pagado una empresa privada por construir un edificio de planta baja de tamaño bastante reducido? me refiero, por supuesto a la cafetería del Parque de Rosalía. ¿660.000 euros? Ni de broma. Pero al Ayuntamiento de Lugo sí le ha costado esa barbaridad. Misterios de la vida.
¿De verdad creen que si una empresa firma un contrato con otra para construir una ciudad de la cultura, por poner un ejemplo, aceptaría variaciones en el proyecto por parte de la ejecutora que encareciera el tema al triple de su coste inicial? El Gaiás iba a costar 108 millones de euros, y por lo visto van más de 300. Yo hay días que no los gano.
¿Saben dónde está la gran diferencia? En que la empresa privada arriesga su dinero, y la administración gasta el que no es suyo. El concepto de que un euro público es menos doloroso que el privado es donde radica el gran problema del sector público, tanto en este país como en cualquier otro. Una empresa podrá meter la pata, hacer malas inversiones o equivocarse a la hora de tomar una decisión, pero desde luego casi les puedo garantizar que se lo pensará mil veces antes de arriesgar un dinero que les ha costado mucho ganar. Mientras tanto, la administración gasta y gasta. Hace proyectos como una loca que muchas veces sólo se quedan en estudios, informes y planos que han costado una pasta y nunca se construirán. Otras veces los hace y cuando está terminándolos se dan cuenta de que no era lo que necesitaban así que se rediseña todo cuarenta veces para adaptarlo a una realidad mucho más ágil que el procedimiento administrativo.
Pórtico ha sacado estos recuerdos de Galicia para cubrir un espectro que ven, en el mejor de los casos, flojo. Si ustedes van a cualquier sitio un poco turístico (ya no hablemos de grandes monumentos o iconos de la cultura tipo Coliseo o Torre Eiffel) se encontrarán con que pueden traerse recuerdos de la zona o del mamotreto en cuestión, de mejor o peor gusto que eso ahora no es el tema. De Lugo uno sólo se puede llevar unas postales de más que dudoso gusto y cuatro caralladas que se encuentran casi en cualquier sitio.
¿De verdad tenemos tan poca fe en nuestra rentabilidad? Quiero insistir en la propuesta del otro día: una tienda de recuerdos de Lugo instalada en uno de los fielatos de la calle Aguirre sería algo que, probablemente además de rentable, daría a nuestra ciudad un punto de promoción que no nos costaría nada. Unas postales decentes, incluso algún dvd, llaveros, imanes de nevera, bolis… vamos, el surtido básico que hay en cualquier sitio, pero promocionando nuestra Muralla, la Catedral con sus nuevas pinturas al aire (que porno ha sonado eso), o Santa Eulalia de Bóveda, probablemente nuestro mayor tesoro y el menos conocido incluso por los que aquí vivimos.
No me critiquen a la iniciativa privada, que al menos es la única que está dando la cara por el Turismo en esta ciudad.
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