La lista de UPyD en Lugo, encabezada por Agustín Gallego, contiene para mí tres nombres importantes: los de Ana Argiz, que irá en un honroso aunque insuficiente en mi opinión número 4, José Ramón Fernández Yáñez, del Café del Centro, y Diego Rodríguez de Vanity Cakes.
Son tres personas a las que conozco lo bastante como para asegurar que tienen iniciativa, ganas, ideas y que saben lo que es llegar a fin de mes desde diferentes puntos de vista porque han vivido varios: empleados, empresarios y parados en distintas etapas de sus vidas.
Los tres tienen en común que saben lo duro que es llevar un negocio y romperse los cuernos para llegar justito a fin de mes para pagar las nóminas y los múltiples impuestos y gastos, pero también lo que supone estar a las órdenes de un jefe que, a veces sí a veces no, es tratable porque hay de todo como en botica.
Y lo más importante de todo, son tres lucenses que viven la ciudad como otros viven el fútbol: con pasión, con iniciativa y con intensidad. Eso es lo que yo quiero para mi ayuntamiento, personas que se levanten pensando en Garabolos y se acuesten pensando en Aceña de Olga, que paseen por las calles y que conozcan nuestro extensísimo y potencialmente productivo campo.
No quiero centrarme en ninguno por no desmerecer a los demás, pero sí quiero mencionar un par de cosillas de cada uno porque creo que lo merecen sobradamente.
A Ana Argiz, “de la Mila” como ella dice siempre, hay que mencionarla, además de como buena amiga y madre orgullosa (no pierde ocasión de darnos en las narices con los éxitos de su descendencia), como luchadora incansable en una pelea que se inició hace ya unos años y que reclama para nuestro hospital hemodinámica de 24 horas, medicina nuclear y radioterapia. Y lo hace sin aspavientos, sin pedir un protagonismo y en esto sé muy bien de lo que hablo porque recientemente se apartó de la primera línea de un grupo de nueva creación porque no quería “contaminar” un tema apartidista con su ya más que segura entrada en un buen puesto en la lista de UPyD. Otra gente no tuvo esa elegancia y utilizó este tema, vecinal y de ciudad, como escaparate político. Allá ellos.
Tampoco puedo dejar de mencionar a Diego, otro incansable luchador de causas sociales y personales que ayudó día a día desde la asociación ALAS a mucha gente a vivir su vida sin discriminación y con normalidad, que es mucho más importante de lo que pueda parecer. Gente así, que tiene el coraje de dar un paso al frente, es fundamental para que el mundo se anime a dar otra vuelta cada día y que como sociedad avancemos hacia un escenario mejor.
De José Ramón qué les voy a decir, una persona cuya iniciativa junto a la de su muy querida madre Aurita nos regala todos los días los que seguramente sean los cafés más ricos de Lugo en el Café del Centro. A los pocos días de mi boda tuvo el fantástico detalle que no olvidaré jamás, de ponernos en la mesa una botella de champán sin decir esta boca es mía, sin buscar agradecimiento ni incienso. Pues lo tiene, al menos el agradecimiento de alguien que esos detalles los atesora como demostración de que la vida es más bonita de lo que pueda parecer a veces.
Tres personas a las que aprecio y que entran en la lista de UPyD. Las tres, en mi modesta opinión, más lejos del comienzo de la lista de lo que debieran, insisto que sin querer desmerecer a nadie, quizás porque a otros componentes no tengo el placer de tratarlos, pero en lo que a mí respecta convierten a UPyD en una opción respaldada por tres nombres de peso en Lugo.
Si al final hasta vamos a tener que darle vueltas al tema del voto, que se nos complica el asunto, ya verán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Derecho a réplica:
Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.