¿Qué es electoralismo? dices mientras clavas en mi urna tu voto azul…
El electoralismo es esa palabra que define una buena idea contra la que no hay otra defensa que la de acusar al que la propone de ser tal cosa. Se diferencia del populismo en que este último suele tener un componente más acusado de imposibilidad en lo propuesto, pero cuando hablamos de algo “electoralista” es la traducción al lenguaje políticamente correcto de “nos han metido un gol por la escuadra”.
Sin embargo, el electoralismo real, el proponer cosas porque se divisan elecciones en una horizonte no tan lejano, es peligroso porque si no se usa con moderación y con cuidado se le puede volver a uno en contra de una forma escandalosa.
Exempli gratia (sí, ya sé que últimamente uso mucho esa expresión pero qué quieren, me suena tan bien y al blog le da un aire tan culto meter latinajos…): El anuncio del que hablábamos el viernes realizado por Besteiro de financiar desde presupuestos provinciales las 24 horas de hemodinámica.
Como ya les dije el otro día, pero en menos palabras porque La Voz de Galicia se negó a darme las tres páginas que necesitaba para explayarme (que si es mucho espacio, que si hace falta poner lo que dice otra gente, que si no soy un eminente cardiólogo… cosillas, detalles para cercernar mi libertad de expresión obviamente), Besteiro ha hecho una jugada maestra que hace un tiempo propuse yo mismo en este blog. Quizás me lee, estoy empezando a pensarlo, y creo que si es así debería empezar a hablar de árboles y peces y dejar mis consejos políticos para el que me contrate como asesor, que es algo mal visto pero de lo que se vive bien.
A lo que iba, que hoy estoy disperso… La propuesta de Besteiro en un momento como el actual se puede tachar de electoralismo, que es la reacción que ha tenido el PP a través de dirigentes como Barreiro o el propio Feijoo. No les queda otra porque es difícil rebatir de cualquier otra manera la propuesta del siempre hábil presidente de la Diputación. NOTA: ser hábil sólo te convierte en eso, no en bueno. También fue hábil Hitler a la hora de hacerse con el poder en Alemania y dudo que ningún manual lo ensalce como modelo a imitar. NOTA a la nota: Supongo que nadie dirá la tontería de que comparo a Besteiro con Hitler porque ese símil lo podemos reservar para otra gente.
Todo el que ataque la maniobra electoral de Besteiro es tachado automáticamente como un acérrimo defensor de Jaime Castiñeira, lo que es ridículo si se habla de gente que, como yo, hemos tenido notorios desencuentros con él precisamente por este asunto. Pero es el corolario al electoralismo: la simplificación de las cosas para que sean fácilmente entendible, o mejor dicho, para que sean fácilmente manipulable para mentes sencillas, cuyo voto vale lo mismo que el del resto.
Pero el electoralismo tiene un pecado original del que es difícil librarse: al igual que los antibióticos, su abuso crea inmunidad, y cuando se multiplican las inauguraciones deprisa y corriendo porque se acerca la fatídica fecha de la “fiesta de la democracia”, su efecto se diluye. Por ejemplo, hoy toca cortar la cinta de unos kilómetros de autovía con la pintura todavía húmeda, y los accesos sin terminar, pero es que mañana ya no se puede inaugurar nada porque la ley piensa que dos meses de margen son suficientes para diluir un efecto cortoplacista así que se han prohibido las inauguraciones en ese plazo antes de unas elecciones.
También hay otro posible peligro que ya apuntaba el viernes y que es que te pregunte alguien “¿por qué no antes?”. En el caso de Besteiro es un poco más grave porque se ha quedado ronco de decir que la hemodinámica salva vidas, y que su ausencia nos ha costado el pellejo de muchos vecinos. La extensión lógica de dicho argumento es “vamos a ponerla cuanto antes”, o incluso “cuando estábamos en el bipartito ya dimos los pasos para que se pusiera este servicio en Lugo”, y si me apuran “era necesario en el antiguo Xeral, así que lo instalamos en los primeros cien días en que pudimos hacerlo”… y no "vamos a esperar al último minuto del partido para hacer la puñeta al PP".
Puede haber quien le diga al señor Besteiro que los fallecidos en todo el tiempo que ha tardado en dar este paso van en su cuenta, tanto como a la de los que han negado el servicio en Lugo. También es contra-electoralismo, qué cosas, pero una verdad como un templo.
Electoralismo es una buena palabra. La que hace que la gente desee que haya elecciones porque es cuando nos besan y abrazan por la calle, cuando algunos concejales que se creen muy importantes de repente sonríen y te llaman por tu nombre, y cuando los proyectos se aceleran y se sacuden la modorra administrativa en la que suelen caer por letargos de cuatro años.
Debería haber elecciones todos los años. Otro gallo nos cantaba.
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