miércoles, 31 de mayo de 2017

¿Les han salido dientes a las mesas de Lugo?

Las terrazas llenan de vida las calles de Lugo  - Foto: La Voz de Galicia

¿Les han salido dientes a las mesas de Lugo? Porque el Ayuntamiento las considera peligrosas este año pero no lo hacía el año pasado... ¿Quizá será para subir el precio de la tasa?... 

El otro día le hablé de las tasas de terraza y su absurdo cálculo. Hoy les voy a demostrar que no solo tenía razón según mi punto de vista... sino que la tengo desde el punto de vista del propio Ayuntamiento de Lugo, que se contradice según le convenga. Y hay papeles, no es una teoría... es un hecho. Vamos por partes.

¿Cómo se deben calcular las tasas?

Cuando uno observa las tasas de diferentes ayuntamientos puede ver que lo que en un lugar se cobra a un precio en otro hay notables alteraciones. No es lógico, ya que la propia Constitución establece la igualdad entre territorios, cuestión que podemos dar por perdida ya que si tienes un diputado clave puedes “prestar” tu voto a cambio de unos cuantos cientos de millones de euros, como hemos visto recientemente.

Pero más allá del oportunismo político, la ley intenta que las diferencias tengan una base racional y jurídica, por lo que exige que los ayuntamientos hagan un estudio técnico para determinar las tasas a pagar. Es decir, que en vez de ser la tasa la que al concejal le venga en gana hay que seguir criterios objetivos que digan cuánto hay que cobrar por tal o cual cosa. Lógico, ¿verdad?

¿Cómo se calculan las tasas en Lugo?

El problema es que en mi opinión no se ha seguido la lógica que les decía antes, al menos en este caso. Da la impresión de que lo que se hace es decirle al técnico de turno “oye, quiero que esta tasa sea más o menos x euros” y el bueno del funcionario se ha de buscar la vida para encajar a patadas las cifras para que salga lo que quiere el mandamás. Craso error por parte de ambos, ya que se produce una inversión de la lógica: en lugar de que los criterios den la cifra, la cifra es la que determina qué criterios se usan para, artificialmente, llegar hasta el importe buscado.

En Lugo tenemos un caso de libro con las tasas a pagar por poner una terraza en la calle. Si en el año 2016 el Ayuntamiento metió la pata diciendo que costaban algo más de 145 euros por metro cuadrado (lo que los tribunales ya han descartado afortunadamente) en el año 2017 vuelve a meter la gamba al intentar cumplir las normas que le atan pero llevando la suya por encima, cosa que para su desgracia no puede hacer.

Llueve sobre mojado:

Recordarán que el año pasado calcularon la tasa usando el valor catastral del suelo, sin tener en cuenta lo que se les advirtió de que el Catastro refleja el valor de la propiedad, y no el del uso del suelo. Es decir, que cobraban por alquilar el suelo un año lo que según sus propios cálculos costaría comprarlo (cosa que ha corroborado el Tribunal Superior de Justicia de Galicia gracias a la demanda interpuesta por la APEC).

La ley dice que para saber cuánto hay que cobrar en esos casos se aplica el 2% del valor de la propiedad, y eso hace que según el propio informe técnico municipal la tasa a cobrar debería ser de 1,61 euros por metro cuadrado. Como esto parece ser inaceptable para el Ayuntamiento de Lugo, multiplica esta tasa por 36 para llegar a los 57,96 € por metro cuadrado que aprobó el pleno del jueves ¿Cómo lo hace? Cambiando los criterios.

Los estudios técnicos de 2016 y 2017

¿Qué diferencia hay entre un año y otro? No es que haya diferentes tipos de criterios, es que se cambian los niveles al evaluar los mismos, que es peor. El nuevo estudio técnico contradice muchas de las cosas que se decían el año pasado, y curiosamente ambos documentos los firma la misma persona, y bajo la responsabilidad de la misma concejala. Y todo para mantener el cobro abusivo de la tasa.

Cambios en superficies y valoraciones:

Lo primero que llama la atención al comparar cifras es que el suelo urbano ha aumentado notablemente. En un año se pasa de 90.654.047 a 91.264.674 metros cuadrados. Esto quiere decir que el “Lugo urbano” ha aumentado en un año 610.627 metros, cosa peculiar donde las haya. Ese nuevo cálculo de los metros cuadrados de suelo urbano, por el que se reducen los asignados a la primera categoría en casi 28.000 metros pero se aumenta su valor en cerca de 32 millones de euros no sé de dónde sale, aunque como se asigna al Catastro habrá que ver qué cambios se han introducido para que eso varíe de semejante manera.

Sin embargo, esa variación supondría que la tasa subiera únicamente unos 15 céntimos por metro cuadrado así que vamos a descartarla inicialmente, si bien cuando llegue el momento de reclamar esto judicialmente habrá que tenerla en consideración, puesto que supone una variación en contra de los interesados que no es baladí.

Cambios arbitrarios en coeficientes que aumentan la tasa:

Es lo más gordo del estudio, al hablar de los criterios que multiplican alegremente por 36 la cifra resultante.

Como les expliqué en el artículo del miércoles pasado, los criterios utilizados de “peligrosidad” o de “molestias ocasionadas” creo que están inflados. Hubo muchas personas que contestaron al artículo diciendo que las terrazas sí son muy peligrosas y molestas, lo cual voy a rebatir hoy con un argumento contundente como pocos: el Ayuntamiento de Lugo está de acuerdo conmigo, o al menos lo estaba cuando le interesaba el año pasado.

En el año 2016 el cálculo para un metro cuadrado de una terraza en una calle de primera categoría que estuviera el año entero era el siguiente: 72,77 € (precio del metro cuadrado) * 2 (uso permanente del suelo) * 1 (molestias ocasionadas de nivel bajo) * 1 (riesgo bajo) * 1 (gastos inducidos de nivel bajo al Ayuntamiento). Es decir 72,77*2*1*1*1 = 145,54 € metro cuadrado.

En 2017 cambia el cuento y la fórmula para lo mismo es la siguiente: 1,61 € (precio de uso del metro aplicando la sentencia que le quitó la razón al Ayuntamiento) * 2 (uso permanente del suelo) * 3 (molestias ocasionadas de nivel alto frente al bajo de 2016) * 2 (riesgo medio y no bajo como era antes) * 2 (gastos inducidos al Ayuntamiento que duplican la tasa). Es decir 1,61*2*3*2*2 = 57,96 € metro cuadrado.

Estudio de costes de 2016 - Fíjense en los cambios de coeficientes respecto al año siguiente...

 Estudio de costes de 2017 - Observen que las terrazas ya se consideran moletas y peligrosas, cosa que no pasaba antes

Que las molestias se hayan triplicado en un año, que el riesgo se haya duplicado (como decía al inicio del artículo, ¿les han salido dientes a las mesas de las terrazas y no nos hemos enterado?) o que los gastos que se inducen al Ayuntamiento aumenten la tasa al doble, son cuestiones totalmente arbitrarias. Si se hubieran usado los mismos criterios que en 2016 sobre estos asuntos la tasa sería de 3,22 € por metro en lugar de los casi 58 que pretenden cobrar.

Dando una visión simplistas se podría decir que han bajado el precio porque han pasado de 145 euros a 58, pero eso es engañoso porque la Justicia ha dictaminado, como era de sentido común, que la tasa anterior era un disparate. Para ilustrar el tema, imagine que a usted en una panadería le cobran por una barra 200 euros cuando debería costar 80 céntimos; aunque luego se la bajen a 90 euros y le digan que "oiga, ya la hemos bajado a menos de la mitad", le siguen estafando. En Lugo está pasando exactamente eso, y no hay más que comparar con Vigo, ciudad en que una terraza tiene mayor rendimiento y cuya tasa no llega a los 6 euros por metro cuadrado.

Un negocio... y un servicio:

Las terrazas dan vida a la ciudad. Son un negocio, sí, pero también un servicio al público, un atractivo y una bendición para las calles ¿Imaginan un Lugo sin terrazas donde tomar un café? 

¿Que hay quien abusa y las coloca mal? Por supuesto que sí, y hay que luchar contra eso, estamos de acuerdo, pero si una mesa impide el paso y hace que una persona en silla de ruedas tenga que bajar a la calzada la solución no es cobrar más, es prohibir que se ponga ahí ese estorbo. No hay vuelta de hoja.

Conclusión:

El Ayuntamiento no tenía razón en 2016, tal y como se le advirtió, y tampoco tiene razón en 2017 utilizando criterios arbitrarios para sablear a los hosteleros y compensar cambiando los criterios lo que perdieron en los tribunales. La justicia ha dictaminado que la tasa que se cobró el año pasado era ilegal y un abuso, y lo que hacen este año es "medio disparate", intentando apuntalar como pueden una cifra que no se sostiene usando sus propios cálculos.

Habrá que reclamar, y si no lo aceptan por las buenas, habrá que volver al juzgado para obligarles por las malas. Y eso sin mencionar que en mi modesta opinión esos cambios de criterio sin justificación podrían suponer un delito de prevaricación. Tomemos nota de todo esto y actuemos en consecuencia.

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