Por supuesto los vecinos tienen que poder entrar a sus garajes, pero intentando que se invada lo menos posible la zona peatonal |
Para que el centro viva, la gente tiene que vivir en el centro, y para que eso suceda necesitan tener servicios y comodidades, que el rollo asceta es muy bonito pero poco popular. Eso significa que todo el mundo quiere calefacción, buenos aislamientos, internet de alta velocidad, ascensor… y garaje.
El problema surge cuando los intereses particulares entran en conflicto con otros más públicos, como es el caso de los garajes en las zonas peatonales. Evidentemente hay que buscar un equilibrio, porque si bien es lógico asumir que un vecino puede entrar en su garaje cuando le venga en gana también lo es que debe hacerlo causando las menores molestias posibles, y ahí es donde entra la regulación municipal.
En Lugo las cosas se han ido “relajando” desde que Joaquín García Díez llevó a cabo con valentía la peatonalización del casco histórico. Una excepción aquí, un recorrido absurdo allá, y tenemos las calles peatonales llenas de coches, y en algún caso sin sentido alguno.
Ruta actual |
El tramo de la Ruanova que está entre la calle Montevideo y la Ronda de la Muralla no debería tener tráfico alguno, ya que no hay inmuebles con garaje en ese tramo. Sin embargo los peatones ven que pasan una considerable cantidad de vehículos por esa zona, y la razón son dos amplios garajes situados en el callejón Das Estantigas.
Por razones incomprensibles los usuarios de esos garajes se ven obligados a rodear una manzana entera (Quiroga Ballesteros, San Froilán y Rúanova) en lugar de seguir una ruta recta por la calle Amor Meilán, lo que les permitiría acceder al inmueble con mucha más comodidad y cruzando puntualmente Rúanova en lugar de transitar por ella y hacer al menos dos giros.
Por otro lado, la calle Amor Meilán cuenta con al menos ocho vados, por lo que no se puede impedir el acceso de tráfico rodado que acude a sus garajes. Eso hace que lo lógico sea que se elija la ruta más directa a los garajes del callejón Das Estantigas, instalando unas bandas rugosas que reduzcan la velocidad en los límites de Rúanova.
Ruta propuesta |
Por último, indicar que el único impedimento para entrar por Amor Meilán son unas jardineras que se deberán retirar, y que incluso se podrían situar en Rúanova para impedir el acceso de vehículos a esa zona (algunos vehículos entran y salen directamente desde Montevideo), que debería ser totalmente peatonal. Y otro día hablamos del resto de la Rúanova, porque en la zona del Museo también hay una carga de tráfico totalmente ridícula.
Siguen sin tomar nota y eso no cuesta euros...yo tengo garage en amor meilan y en estantigas....pero ya ve son felices con aumentar las probabilidades de accidentes..como en infanta Elena...con la próxima desgracia se desdoblara...
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