viernes, 18 de marzo de 2022

Si PP y BNG coinciden suelen tener razón

 

Las dos propuestas coinciden en el primer tramo. En el segundo difieren (la línea de la que propuso la Xunta está hecha por mí en base a lo que dijeron, puede que no sea exactamente así)

En el Consello de la Xunta de Galicia celebrado ayer en Lugo, entre otras cosas se anunció que la administración autonómica hará una conexión entre el Parque de Rosalía de Castro y el paseo del Miño, una gran noticia… que ya nos suena de hace tiempo.

En 2018 el BNG presentó algo similar, aunque lamentablemente desde que llegaron al gobierno local al año siguiente “se les olvidó” el tema y, ya ven lo que es la vida, le dieron la vuelta a la tortilla y en vez de ejecutar aquella fantástica iniciativa prefirieron apoyar la absurda pasarela sobre la Nacional VI, esa que nace en una isleta, la misma que el propio Rubén Arroxo criticaba con dureza calificándola de “despropósito” antes de ser parte del problema.

La iniciativa que presentaba el Bloque en 2018 era estupenda, y suponía el uso de pasarelas peatonales desde la explanada de las autocaravanas del Parque de Rosalía hasta el de Marcos Cela, y desde éste al del Miño. Una idea que ya habían recogido alumnos de la Escuela Politécnica de Lugo a los que, como es habitual en esta ciudad, se ignora olímpicamente a pesar de ser una magnífica fuente de ideas.

La que presentó ayer Feijóo es un poco diferente aunque la idea base sea la misma. El primer tramo aparentemente es muy similar, ya que desde el mismo punto de origen se conectaría el Parque Rosalía con el de Marcos Cela. Cambia bastante en el segundo tramo, que sería más directo a través de una pasarela que iría sobre el mirador y llegaría, supongo, a la zona del Balneario más o menos (no lo han aclarado pero por lo que dijeron es lo que parece).

Comparando ambas ideas, la que propuso ayer la Xunta tiene, en mi opinión, una ventaja sobre la otra, y es que es más directa, lo que ayudaría a que se use más… pero también tiene dos inconvenientes importantes: el primero es que requiere la instalación de dos ascensores públicos (lo que implica mantenimientos y, ya sabemos cómo son estas cosas, dentro de unos años a lo mejor están allí pudriéndose) y tiene un mayor impacto visual. Esto último podría ser un mal menor si hacen algo decente, con madera o algo por el estilo, pero vayan ustedes a saber lo que pretenden meter. Lo que está claro es que se modificaría la vista aunque también podría darnos otras nuevas ya que si tiene cierta altura podría ser un precioso mirador. Hay que valorarlo.

La iniciativa que presentó Arroxo en su día y que nunca se hizo implicaba que el peatón tuviera que recorrer el parque Marcos Cela casi entero para conectar con la segunda pasarela, lo que convierte su iniciativa en algo más bonito y más lúdico pero menos práctico. Conociendo a los lucenses lo que harían sería bajar por la primera y después atravesar por la Volta da Viña, que es lo que hacen ahora a pesar del “vallado” que hay allí instalado y que jamás ha estado bien cerrado.

En definitiva, parece que la idea en que tanto BNG como Xunta coinciden es que la conexión de la ciudad con el entorno del Miño ha de hacerse desde un punto lo más directo y céntrico posible, lo que es una cuestión de puro sentido común. Salir a dar un paseo y poder llegar al entorno del Miño sin tener que convivir con el tráfico rodado es algo más que interesante para Lugo y a ver si ahora sí se hace…y cómo.

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