Verán, yo les proponía un sistema muy sencillo: quien quiera votar por correo simplemente imprimiría las papeletas en su casa (porque si yo estoy en Valencia es complicado que allí tengan papeletas de Lugo), iría a Correos donde habría sobres de votación, metería los votos que se dirigirían a la mesa electoral correspondiente tras consultar el censo (documento que todos los partidos políticos tienen en sus sedes, no sé por qué no puede tenerlo Correos) y listo.
Me dicen que eso no estaría controlado por ciudadanos elegidos para las mesas electorales e interventores… pero es que eso es exactamente lo mismo que pasa ahora. Si no confiamos en la profesionalidad de los carteros y la fiabilidad de Correos, pues no confiamos, pero tienen exactamente las mismas posibilidades de falsear el voto de una forma que de la otra, sólo que con el sistema propuesto se hace todo en un sólo paso y no en los tres actuales.
La piedra de toque podría estar en lo de imprimir la papeleta en casa. Suena raro, lo entiendo… pero es que eso ya se hace. Los millones de votos del los ciudadanos del CERA (censo de españoles en el extranjero), se pueden imprimir cómodamente en el domicilio y llevarlos a la embajada o consulado de turno, personalmente por supuesto, así que de nuevo tenemos ahí las garantías.
El otro día les hablaba de Don Federico. Para él, como para cualquiera, habría sido más sencillo poder votar con las papeletas que ya le habían llegado a casa de la publicidad de los partidos y, presentando su DNI, dejarlo hecho en un sólo paso. La carrera de obstáculos que actualmente sufrimos para votar por correo no sólo no es práctica sino que tampoco es más garantista es, simplemente, burocracia.
Estimado Luís,
ResponderEliminarÉ certo que en moitas ocasións a burocracia aumenta para satisface-las necesidades dunha burocracia en expansión; mais neste caso eu diría que se trata do vello aforismo informático de "Se funciona, non o toques!".
Aínda que se poidan idear melloras, o sistema de voto por correo en España amosou que funciona razoablemente ben, en moitas eleccións e a pesar dos recortes e precarización que Correos sufriu a man de algúns gobernos pasados.