Reparaciones de urgencia

Reparaciones de urgencia en esta pasada noche

 

Esta noche, a partir de las 21:00, se hicieron nuevas reparaciones provisionales en las calles Rúanova y San Marcos. Durante unas pocas horas se cortó el tráfico a estas dos vías dando alternativas, bien señalizadas y con coches de policía informando a los usuarios. Además, tengo que decir que pasé por allí durante las reparaciones y los operarios también indicaban a la gente sus alternativas con una amabilidad exquisita y que incluso a los que pasábamos a pie nos decían con gran cortesía que tuviéramos cuidado para no lastimarnos. Tengo que reconocer que me sorprendió notable y favorablemente tanto el fondo como las formas.

Es pronto para decirlo, porque Paula Alvarellos lleva diez días de alcaldesa y además el día 18 hay elecciones así que todo puede ser un espejismo, pero quiero creer que se puede barruntar un cambio de rumbo en el Ayuntamiento de Lugo y que ese cambio va en una mejor dirección. Tampoco es que fuera muy difícil mejorar las cosas, dicho sea de paso.

Las reparaciones que se hicieron esta noche son como las anteriores: provisionales. Consisten en retirar las piedras y adoquines deteriorados por el paso de los coches y rellenar los huecos con una masa de secado rápido para “ir tirando” mientras no se terminan las obras y se acomete la reconstrucción integral de las dos calles más afectadas. A nadie le vuelve loco el material usado, pero al ser una cosa de meses tampoco es un asunto de gravedad.

Lo que sí es de valorar es la rapidez. Hace unas semanas se arreglaron desperfectos que estuvieron meses ahí. En esta ocasión no se ha esperado tanto y se ha atajado el problema en unas pocas semanas. Sería ideal que se fueran corrigiendo en el momento de detectarlos, porque además es más sencillo corregir un pequeño problema que muchos, pero no sé si eso es posible porque no estoy seguro de que aún exista la brigada de vías y obras que antaño se encargaba de esas pequeñas chapucillas. Si no sigue ahí a lo mejor no era mala idea que volviera a haberla.

Lugo está en una situación tal, que una pequeña actuación en tiempo y forma nos pilla por sorpresa y nos hace echar las campanas al vuelo. Es un síntoma del deterioro y la falta de confianza que tenemos en la administración.

Ojalá esto cambie. Ojalá nos acostumbremos a normalizar la eficacia. Ojalá Lugo empiece a recuperarse de muchos años de desastrosa gestión. Yo quiero ilusionarme con que sea así, y lo primero es comenzar por dar ese margen de confianza a la nueva regidora.