lunes, 16 de septiembre de 2024

Elemento externo contaminante

Una imagen de unión entre los placeros y quienes tenemos el honor de ser sus representantes.

Las desafortunadas declaraciones de la concejala Cristina López sobre los industriales de la Plaza de Abastos y el Mercado de Quiroga Ballesteros, el último de una larga serie de desaciertos que están perjudicando notablemente a estos espacios, han sido respondidas convenientemente por los afectados por lo que no parece que sea necesario darle más vueltas. Sin embargo, hay un añadido que la señora López ha introducido últimamente y es el calificarme a mí personalmente de “elemento externo contaminante” y que creo que, como aludido, y sin implicar a nadie más, debo responder.

Soslayando el término “elemento”, que en aras de la mesura voy a ignorar, hablemos primero de lo de “externo”. Como Presidente de la Asociación Lugo Monumental, que actualmente cuenta con más de 160 negocios del casco histórico, quisiera recordar a la señora López que la mayoría de los puestos de Plaza y Mercado han depositado en nuestra Asociación su confianza. Pero además de eso, 36 de los 38 puestos que actualmente están abiertos en la Plaza respaldaron la elección de los miembros de la Comisión que los representa, y de la cual tengo el honor de formar parte. Un margen considerablemente más amplio que el que su agrupación ostenta en el Pleno municipal de Lugo, dicho sea de paso.

Es difícil entender que alguien que viene del mundo sindical y cuyo medio de vida es la política ponga en duda la libre elección de representantes por los afectados, dando a entender que los placeros son personas manipulables ¿Acaso considera que todos aquellos que no coincidan con sus planteamientos son meros peleles de una lucha política en la que pretende incluirnos a quienes simplemente trasladamos el sentir de los afectados por decisiones que consideran equivocadas?

Si eso es grave, confieso que me alarma muchísimo más lo de “contaminante”. Es inquietante la tóxica visión que parece tener la concejala de la participación, curiosamente uno de los nombres de su departamento, ya que se ve que sólo se puede opinar para comulgar con sus planteamientos, y que todo aquel que disienta es un enemigo político.

No es la primera vez que Doña Cristina deja ver que le resulta incómoda mi presencia. Quizá se deba a que la nuestra es una entidad realmente independiente, a la que ninguna administración puede controlar, ya que Lugo Monumental no pide subvenciones y por lo tanto sólo se debe a sus asociados. En la reunión de constitución de la Comisión de Plazas y Mercados su departamento intentó modificar las normas para excluirme solamente a mí, algo que no logró gracias a la intervención de la anterior alcaldesa, Lara Méndez, quien defendió el derecho de los placeros a elegir a quien considerasen oportuno, lo cual le honra, y más teniendo en cuenta que no hemos estado de acuerdo en múltiples temas.

El “todo vale” se ha instaurado en la gestión pública. Es una pena, y alguien tiene que romper ese círculo vicioso. Por mi parte, y una vez hechas las aclaraciones anteriores, quisiera dar ese paso para intentar superar el malestar que lleva un lustro instalado en la Plaza y el Mercado. Me gustaría pedir a Doña Cristina que reflexione sobre a dónde nos conduce todo esto y tenderle una mano para buscar puntos en común y defender lo que de verdad nos tiene que importar a todos: el bienestar y el futuro de los placeros, el interés los usuarios y, en resumen, el avance de la Plaza de Abastos y el Mercado de Quiroga Ballesteros. Para eso estoy seguro que ahí nos tendrá a todos.

sábado, 14 de septiembre de 2024

Nosotros somos los pagafantas



Lo avisó Rubén Arroxo y lo confirma ahora el interventor municipal: el incremento de los ingresos en Lugo no cubre el disparado y disparatado aumento de los gastos, lo que en la administración se resuelve subiendo los impuestos y tasas porque racionalizar el gasto es de fachas.

Los lucenses veremos cómo pronto nuestros recibos de agua, basuras, IBI y demás aumentarán, y escucharemos ese soniquete de que "hay que sostener los servicios públicos". Estaría de acuerdo si nuestro dinero se gestionase con prudencia y sentido común, pero no el caso.

Aquí no hablamos de subir los impuestos para acometer la limpieza de las calles, el mantenimiento de los jardines o el asfaltado de las calles. Para eso llega con los ingresos actuales. Hablamos de pagar los 400.000 euros anuales que cuestan las mal llamadas e inútiles Caldas, los 300.000 euros de las piscinas flotantes que están en un almacén (por el que, por cierto, se paga alquiler) o las fortunas dilapidadas en edificios sin uso denominados irónicamente "sostenibles".

No crean que van a gastar esa subida de impuestos en hacer caso a los comerciantes y solucionar los problemas de la Plaza y el Mercado, o en hacer una playa fluvial que no dé la risa. Los van a gastar en mantener los errores pasados y en cometer otros nuevos como hacer un museo del vino en la antigua Fábrica de la Luz.

No se confundan, no dejen que les líen, para lo que es necesario mantener el dinero llegaba. Para los caprichitos y los gastos que genera la mala gestión, como la de las obras del casco histórico, que trae consigo cambios de proyectos mal diseñados o reparaciones de calles dañadas por no usar la cabeza, es para lo que nos suben los impuestos.

Ustedes y yo somos los pagafantas de todo este disparate, pero les van a vender el tema recurriendo a la educación y la sanidad, no los pozos negros que se tragan ese extra que ahora hay que cubrir. Si se lo creen o no ustedes, ya es decisión de cada cual.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 13 de septiembre de 2024

miércoles, 11 de septiembre de 2024

La (provocada) crisis de Plaza y Mercado tiene una responsable

¿Cuánto tiempo podrán aguantar Plaza y Mercado los errores del Ayuntamiento?

Tras años de ser ignorados, ninguneados, perjudicados e incluso me atrevería a decir que insultados, los placeros han dicho “basta”. El cierre de la Panadería Manso, la última que quedaba en la Plaza, ha sido el detonante para romper un silencio que ayudó a la decadencia de un espacio de lujo que tenemos en Lugo y en que se han gastado ingentes cantidades de dinero para, finalmente, empeorar su situación.

Verán, en estos casos es complicado saber qué hacer. Por un lado, está el hartazgo de ver cómo los “gestores” (es un decir) políticos salen en la prensa diciendo las grandes virtudes de nuestra Plaza y Mercado y el gran apoyo que les brindan mientras dicen que no a todas cuantas peticiones se les hacen, algunas de tanto sentido común como poder tener una temperatura adecuada para trabajar o unos horarios razonables. Por otro, está el miedo a que si se habla en público de los problemas que se están causando se provoque un efecto negativo y, si la gente piensa que hay una crisis, ésta se ahonde más aún. Pero a pesar de esto último y de los riesgos que conlleva hablar, llega un momento en que no es sostenible guardar silencio.

La mentira se ha instalado en la gestión de la Plaza y el Mercado. En el año 2019 se anunció a bombo y platillo que se ampliaba el plazo de solicitud de los 26 puestos que había disponibles porque se habían recibido “50 solicitudes”. Esto es obviamente contradictorio y falso, ya que, si hubiera más peticiones que puestos en oferta, no tendría sentido ampliar la convocatoria, ya que estarían cubiertos con la primera. En enero reconocieron que ese “medio centenar” de solicitudes eran 16, y la mayoría no cristalizaron. De hecho, no se cubrieron y muchos espacios llevan años vacíos, ahondando en una crisis provocada por el propietario de los recintos: el ayuntamiento de Lugo.

La concejala Cristina López, responsable (nuevamente, es un decir) del área, se ha dedicado a intentar implantar su peculiar visión de lo que tienen que ser Plaza y Mercado apostando por perjudicar los puestos tradicionales para sustituirlos por “apuestas innovadoras” (ninguna de las cuales ha logrado sobrevivir) y, en el mercado de Quiroga Ballesteros, por espacios de hostelería. La gran visión que se nos ofrece cubre una necesidad del casco histórico de Lugo que nadie había detectado antes: se ve que hay pocos bares en el centro.

Pretender hacer un Mercado al estilo de San Miguel o La Boquería en Lugo es una barbaridad. Eso sólo funciona en ciudades de un tamaño más que respetable y con un turismo mucho más afianzado y estable que el que hay en nuestra ciudad. Queda muy moderno y muy guay para la fotito de rigor, pero es poco realista.

Lugo es una ciudad en que la Plaza y el Mercado funcionarían si no se les ahogase. Por ejemplo, es la única de Galicia en que se cobra a los placeros el consumo de agua (el edificio es municipal y lo normal en todas partes es que eso se incluya en el canon mensual, como sucedía hasta ahora), y también es la única en que se pretende imponer horario de mañana y tarde, por mucho que eso sea un auténtico abuso ya que supone unos turnos de trabajo inasumibles.

La web oficial de la Plaza y el Mercado contiene un listado de puestos totalmente irreal. Las fotos son anteriores a la reforma de los espacios (que fue hace casi una década), y siguen figurando puestos de gente que falleció hace años mientras otros posteriores no están en la página, cuya última entrada es de enero de 2022, por supuesto de algo de autobombo. Desde Lugo Monumental nos ofrecimos a gestionarla gratis y la respuesta fue que no, no sea que cedan lo que consideran "poder" así que se aplica el principio del perro del hortelano.

La peatonalización no ha ayudado ya que por el perfil de cliente habitual y el tipo de mercancía que se vende se dificulta mucho el transporte de personas y productos. En lugar de paliar esto tomando medidas de sentido común, como restaurar las líneas de autobús urbano que acercaban a los clientes a la Plaza y el Mercado, se niega esto a pesar de que se permita el paso por Quiroga Ballesteros para ir a garajes o se pongan buses gratis para bajar al Caudal Fest. Cuestión de prioridades.

Tampoco se hacen bonificaciones en el aparcamiento de Santo Domingo, propiedad del Ayuntamiento de Lugo, a los clientes de la Plaza y el Mercado, que también son del Ayuntamiento de Lugo. Ni siquiera han vuelto a poner los carritos que había para servicio de los clientes aduciendo mal uso de los mismos (como si no hubiera cámaras, vigilantes y formas de sancionar a quienes los usen mal).

¿Es falta de dinero? Depende de para qué. Han abierto un espacio de lactancia que ha costado un dineral. Se ve que la gente no iba a la plaza porque las madres no tenían dónde dar de mamar a los bebés… El uso es el que estaba previsto: nulo. Una de esas cosas “chulis” que valen para salir en la prensa un día y decir que se hacen cosas por la conciliación, por inútiles que sean. Este año hay 145.000 euros en los Presupuestos que ya les digo que no se gastarán y se asignarán a otras "prioridades" como mantener las Caldas y otros asuntos de igual relevancia.

Lo más triste de todo es que en Lugo estoy seguro de que si les dejaran en paz la Plaza y el Mercado funcionarían perfectamente. La gente sigue teniendo conciencia de la gran calidad de los productos que tenemos a disposición en Plaza y Mercado y de que encima los precios son mucho mejores que los de los supermercados. Los puestos estables y los mercados de martes y viernes nos permiten acceder a alimentos que vienen de nuestro entorno (no de sabe Dios dónde, en avión y en cámaras frigoríficas). Las carnicerías tienen exquisiteces que incluso en varios puestos crían ellos mismos. Las pescaderías nos traen lo mejor de las lonjas de Galicia… Pero a pesar de todas estas grandes ventajas el Ayuntamiento pone zancadillas día sí y día también por motivos que no comprendo.

Lo que está pasando en la Plaza y el Mercado es una cuestión de caprichos personales y un ejercicio equivocado de la autoridad, ya que se confunde el orden de los factores. La concejala, la nacionalista Cristina López, está convencida de que estos espacios son “suyos” y que los placeros trabajan para ella y se han de plegar a su voluntad porque “es la que manda”, y no es consciente de que es justo al revés: ella trabaja para los industriales y para los lucenses, aunque no lo vea así.

Lamentablemente esto no va a cambiar. La Alcaldesa, Paula Alvarellos, ya ha señalado que este tema es competencia de Cristina López y que ella no va a intervenir en el asunto y no parece haber esperanzas de que la situación mejore porque todo intento de acercamiento o razonamiento ha sido fútil. Aquí se impone el “porque lo digo yo” y no hay mucho más que hablar, con el brillante resultado que todos podemos comprobar día a día.

En todo caso, y a pesar de todo, les animo a ir a la Plaza de Abastos y el Mercado de Quiroga Ballesteros. No hay mejor lugar donde comprar productos alimenticios frescos en toda la provincia, y nos queda resistir e intentar que sigan funcionado a pesar del Ayuntamiento.

martes, 10 de septiembre de 2024

Publicidad institucional engañosa

Lean esta publicación del Ayuntamiento de Lugo y, antes de seguir con este artículo, piensen en qué entienden sobre lo que han visto. Seguramente sea una interpretación equivocada de la realidad, pero no por culpa del lector.

Una de las formas más peculiares que tienen algunos “gestores” de hacer ver lo mucho que hacen, aunque no lo hagan ellos, es provocar confusión con los anuncios que hacen, en que, sin mentir, distorsionan las situaciones para que parezca que hacen más de lo poco que hacen.

Es el caso de nuestro Ayuntamiento, uno de cuyos más oscuros pozos negros de gestión es el urbanismo. Todo el que haya pedido una licencia para hacer una obra, como una entidad benéfica que hoy denuncia que lleva esperando casi dos años para hacer la reforma de un edificio en el centro, sabe lo que es eso en Lugo. Mientras otros municipios dan las licencias con unas semanas o pocos meses de margen, en nuestra ciudad hay que armarse de paciencia y esperar años y más años.

Para contrarrestar esa imagen de que se trabaja más bien poquito, de vez en cuando se publican cosas como la que hoy nos ocupa, en que no sólo se presume de que se da una licencia (lo más normal del universo) sino que cualquiera que lo lea pensará que quien repara la Muralla es la administración local, y no la Xunta que es quien realmente promueve el tema.

Ponen el presupuesto, el plazo de ejecución, y enlazan la web municipal como si fuera cosa del equipo de gobierno y, por supuesto, no mencionan al verdadero promotor, no sea que reconozcan que sí se hacen cosas en Lugo que no están firmadas por “gobiernos amigos”.

Así que ya saben, cuando lean una publicación del Ayuntamiento de Lugo háganlo con la debida prudencia porque si es algo en positivo lo más normal es que les estén colando cosas que no son ciertas.

lunes, 9 de septiembre de 2024

Adiós a Luis de La Tasca

Maruchi y Luis, dos mitades de un todo
 

Nos ha dejado Luis, de La Tasca, un referente de la hostelería lucense que estuvo al pie del cañón durante años junto a su piedra angular, su mujer Maruchi, a la que no sé ni cómo trasladar las condolencias y el cariño que sentimos por ella.

Luis era el paradigma del hostelero trabajador de sol a sol. Él y Maruchi madrugaron una barbaridad durante décadas, todos los días, para ser de los pocos locales de la zona que daba desayunos a la carta, lo que constituía uno de los mejores recuerdos que se llevaban de la ciudad los peregrinos que hacían noche en el “hostel” vecino.

Recuerdo a Luis tras la barra de A Tasca desde siempre. Prácticamente crecí en esa calle, y con el paso de los años conseguí entender su sentido del humor, muy particular pero muy marcado. Su trato profesional y hasta a veces aparentemente distante no conseguía evitar filtrar ese humor, que venía tintado de los vivos colores de los uniformes de Maruchi y de los disfraces del cocinero de cerámica que adornaba A Tasca en sus mejores tiempos. Recuerdos imborrables que nos quedan de nuestro amigo, para el que siempre tendremos un hueco en nuestros corazones.

Gran colaborador de todas las iniciativas de la Asociación Lugo Monumental, en el año 2021 en que se jubilaron, reconocimos a Luis y Maruchi con el premio a toda una vida dedicada a la hostelería, tan merecido. Hoy nos toca el duro trago de despedir a un querido vecino, compañero y amigo, que luchó como el que más para hacer realidad cada día aquel lema creado por Alfredo Sánchez Carro: “… y para comer, Lugo”.

Un cariñoso abrazo a toda su familia, y un ¡hasta siempre! para nuestro amigo, Luis de La Tasca.

Obituario publicado el 07 de septiembre de 2024 en la edición de Lugo de La Voz de Galicia y en El Progreso

viernes, 6 de septiembre de 2024

Árboles que ''estorban''

A la izquierda los árboles que "estorbaban" en Santa María. A la derecha, la destrucción de los de Montevideo.
 

El 16 de abril de 1901 La Gaceta de Madrid anunció la convocatoria de un concurso público para diseñar una estatua dedicada a Alfonso XII. Ganó el proyecto del arquitecto José Grases Riera, que, para no talar un árbol, proponía modificar la ubicación prevista para el monumento, lo cual fue uno de sus principales aciertos.

El monumento cuya ubicación se modificó para salvar un árbol en 1901. Igualito que en Lugo en 2024.

123 años después, en Lugo, la Diputación y el Ayuntamiento se han dedicado en los últimos meses a destruir árboles porque simplemente “estorbaban” a sus proyectos. Como lo leen.

Ayer se inauguró a bombo y platillo en el Hogar de Santa María un aparcamiento que ya existía. La diferencia es que ahora se abre al público por las tardes y los fines de semana, una iniciativa fantástica que ayuda a estacionar en esos horarios en el entorno del casco histórico.

El punto negro de las obras de reforma acometidas fue el derribo de varios árboles. Se argumentó inicialmente que estaban mortalmente enfermos, aunque ayer el presidente de la Diputación amplió el catálogo de motivos y dijo que se habían retirado los que estaban “enfermos o que estorbaban”. Terrible concepto para quienes se autodenominan ecologistas: un árbol que “estorba”.

El argumento de la supuesta enfermedad de los árboles talados fue rebatido por una profesora del Campus de Lugo de la Universidad de Santiago de Compostela, especialista en la materia, que el año pasado declaró públicamente que los árboles estaban en perfecto estado y que no era justificable su derribo. La Diputación se hizo la sueca y siguió con la tala, que llevó a cabo un sábado del mes de agosto.

Lo mismo ocurrió con los árboles que había en la calle Montevideo. También se adujo inicialmente una supuesta enfermedad (empieza a ser preocupante la pandemia arbórea selectiva que asola Lugo) que después el concejal de Medioambiente reconoció que era falsa y que se había cortado porque “lo ponía el proyecto”, proyecto aprobado por el gobierno local, que no es que fuera una cosa que venía impuesta por la divina providencia.

La denominación de “verdes” de proyectos que se cargan árboles o césped es uno de los principios básicos de la manipulación: pon un título que parezca defender una cosa y después haz lo que te venga en gana, y algunos aplaudirán con las orejas porque su fidelidad a unas siglas les impide ver cualquier otra cosa.

Evidentemente toda la polémica se achacó a una estrategia política del PP, como es habitual. En Lugo lleva gobernando el PSOE desde el siglo pasado, pero oigan, se ve que la sombra popular es alargada porque en esta ciudad no se puede meter la pata sin que la culpa sea de la oposición. Y se ve que funciona, porque ahí siguen. Es irrelevante que como por ejemplo ocurrió con el Garañón o con las “plataformas flotantes”, quien se oponga a los proyectos sean las sentencias judiciales o la UNESCO, la culpa siempre es de la oposición.

Da igual que mientan como ya han reconocido (la carta del concejal admitiendo la falsedad no ha tenido consecuencias) o que hablen de informes de los que nunca se ha sabido nada. Todo cuela y no hay el menor rubor.

Acostumbrémonos, es la nueva política. Llamemos verde a un proyecto y digamos que los árboles “estorban”. Observen la cuidadosa sensibilidad medioambiental del término.

jueves, 5 de septiembre de 2024

La ''playa fluvial'' de Lugo II - La enésima tomadura de pelo

Llamarle cutre a esto es quedarse muy corto. Les animo a ir a verla porque en foto hasta mejora. Fíjense en el cacho de césped artificial que han puesto ahí de cualquier manera... Esto no hay por dónde cogerlo.

Les relataba ayer la larguísima trayectoria administrativa, de casi 14 años de tramitación, que culminó ayer con la ridícula y vergonzosa inauguración de una plancha de plástico haciéndose pasar por madera que han colocado para bajar al río, y que estará únicamente dos semanas porque el día 15 de este mes tienen la obligación de desmontarla.

Magníficos remates de la tabla

Los materiales son de tan alta calidad que hasta ya los roban. Serán tornillos de oro.

Nada menos que la alcaldesa y todos “sus” concejales (a uno le tocó el papelón de marcarse un “Palomares” al más puro estilo Fraga) acudieron al acto. Ojo con esto: en la nota del Ayuntamiento dice textualmente “A alcaldesa de Lugo, Paula Alavarellos, xunto ao resto de edís do seu Executivo, visitou hoxe a pasarela de acceso ao río, no día da súa apertura ao público”. Se ve que los cinco concejales del BNG no son “de su ejecutivo”. A veces se les escapa decir verdades.

No sé si cuando se terminó la Muralla se hizo un acto con tanta afluencia de mandatarios, pero seguro que si ponían en funcionamiento una instalación tan pírrica como esta ni se les pasaría por la cabeza hacer un alarde, porque no tomaban a sus ciudadanos por imbéciles, y si lo hubieran hecho la caída del imperio habría tenido lugar mucho antes de lo que ocurrió.

Ocho miembros del Gobierno (incluida la alcaldesa) para inaugurar una rampa de poco menos de diez metros cuadrados después de más de 13 años de trámites... ¡Orgullo patrio!
Foto: www.concellodelugo.gal

Lo más triste del asunto es que la nota publicada en redes sociales por el Ayuntamiento es el reflejo de la actual realidad: no presume de la chapuza (se ve que algo de vergüenza les queda) sino que se dedican a acusar a la Xunta de Galicia de boicotear a la ciudad poniendo palos en las ruedas, a pesar de que tardó sólo 15 días en autorizarla.

El argumento podría colar (y para los hooligans colará, no lo dudo) si pensamos en las anteriores propuestas, tumbadas porque no cumplían las normas, pero se les olvida mencionar que también les denegó en varias ocasiones los chapuceros proyectos presentados la Confederación Hidrográfica (en manos del gobierno socialista) y que hay un informe del Consejo Científico del Comité Español de la UNESCO (lo pueden ver completo aquí, y no tiene desperdicio) que no sólo coincide con la Xunta en sus valoraciones y críticas, sino que termina diciendo lo siguiente:

“El Concello de Lugo atesora tres espacios que han obtenido merecidamente una distinción especial de la UNESCO (Reserva de Biosfera Terras do Miño, Camino de Santiago, Catedral de Lugo), conservar y proteger estos lugares para las generaciones actuales y futuras, acorde con los objetivos marcados en su declaración difícilmente se puede lograr fomentando proyectos contrarios a los mismos, salvo que con ello se pretenda poner en riesgo la continuidad de estas designaciones y apostar por un uso irracional e insostenible de los recursos naturales”.

Pero la política municipal lucense funciona así desde hace ya años. Se presentan proyectos absurdos (el centro de generación de energías del Ceao que cerró porque en vez de generar electricidad la consumía, el infrautilizado y carísimo MIHL, las mal llamadas “Caldas”, el carril bici, el edificio de madera sin uso, las surrealistas obras del casco histórico...) y cuando se les explica en qué están metiendo la pata o por qué es una ocurrencia totalmente absurda, en lugar de razonar las cosas y modificar o incluso anular los proyectos siguen con el viejo principio de “sostenella y no enmendalla”. 

Así nos va… y esto no ha acabado. Lo siguiente es convertir la antigua fábrica de la luz, que les recuerdo que ya no puede producir electricidad porque su propietario, el Ayuntamiento de Lugo, dejó caducar la concesión para poder generar energía (que podría, por ejemplo, abastecer las carísimas e inútiles Caldas), en un espacio dedicado al vino. Bueno, al menos eso va en consonancia con la política local. ¿Hacer allí la playa fluvial aprovechando el caneiro, el merendero que había y usando el edificio para cafetería, vestuarios y demás? No hombre, eso sería demasiado lógico. Mejor una ocurrencia más. Tiremos unos cuantos millones de euros más y endeudemos al Ayuntamiento haciendo cosas que no valen para nada.

En el tema de la rampita al río me quedan sobre la mesa varias preguntas que no sé contestar, dado que la información está tan intencionadamente dispersa que no es posible para un particular reunirla:

  1. Dice el Gobierno que la rampa no ha costado nada porque la hicieron con medios propios (se ve que esos no cuestan). Pero, ¿cuánto se han gastado en proyectos y materiales durante estos casi 14 años en las iniciativas que no llegaron a prosperar? ¿Dónde han escondido las piscinas de plástico que se compraron y que no valen ahora para nada? Si, como afirma el Gobierno, el servicio de socorrismo ya estaba contratado, ¿lo hemos estado pagando todo el verano para que sólo trabajen 11 días en septiembre? (Ayer estaba durmiendo plácidamente en un todoterreno aparcado a unos 50 metros de la rampa, dado el nulo uso que hacen los lucenses de esta bobada).
  2. Siguiendo la lógica del Gobierno municipal, que afirma que la Xunta les torpedeó la playa fluvial porque les requería cumplir la legalidad, y teniendo en cuenta que hay cientos de proyectos atascados en urbanismo pendientes de licencia, ¿entendemos que el Ayuntamiento boicotea a los lucenses que quieren hacer o reformar una propiedad?
  3. Teniendo en cuenta que la rampa se inauguró el 3 de septiembre y que el día 15 hay que retirarla, ¿qué pasará para el año que viene? ¿volveremos a empezar con el papeleo?
  4. ¿Cómo es posible que un gobierno que se autodenomina “verde” (a pesar de sus políticas arboricidas y de instalación de explanadas de piedra en lugar de zonas verdes en el casco histórico) critique la protección del medio ambiente?
  5. ¿Por qué hay aseos en esa absurda instalación, que por cierto ayer estaban cerrados con llave en el supuesto horario de funcionamiento, y en el casco histórico no hay ni un solo baño público en funcionamiento?
  6. ¿Cómo puede ser que al día siguiente de su inauguración ya le falten tornillos?

Seguro que a ustedes se les ocurren muchas más preguntas, estas son unas pocas.

Y recuerden, el Gobierno, por boca de Rubén Arroxo (aunque claro, según la alcaldesa no es parte de “o seu Executivo”), ya anunció que el año que viene subirán todos los impuestos y tasas para pagar estas “ingeniosas” iniciativas. Preparen la cartera, ¿o pensaban que estas tomaduras de pelo eran gratuitas?

miércoles, 4 de septiembre de 2024

La ''playa fluvial'' de Lugo I - Historial de tramitación

La ¿evolución? del proyecto en los últimos años

El tema de la “playa fluvial” de Lugo es tan sumamente enrevesado que voy a dividir el asunto en dos artículos. Hoy les hago un resumen de la larga, larguísima tramitación, que se extiende desde hace casi 14 años y que culminó con la inauguración, con baño de Palomares incluido, de una rampa para bajar al agua en el día de ayer.

En primer lugar, hemos de tener en cuenta que hubo tres intentos diferentes para solucionar este asunto.

A primeros del año 2011, con gran despliegue de notas de prensa y fotos, la Diputación presentó a la Confederación un proyecto para construir una zona de baño en el Miño. Recibió la oposición de ADEGA y de la Sociedade Galega de Historia Natural.

A requerimiento de la Confederación el Ayuntamiento presenta un Estudio de Impacto Ambiental en enero de 2012 (un año más tarde), que se presenta en la Xunta para su evaluación. Ante los muchos defectos se requiere al Ayuntamiento, que no contesta, así que se archiva. Lara Méndez era, durante todo este proceso, vicepresidenta de la Diputación. 

Tras cinco años, enero de 2016 se archivan todas las actuaciones.

El segundo intento se inició al año siguiente. El Ayuntamiento, presidido por Lara Méndez, presenta en abril de 2017 una nueva solicitud para hacer unas piscinas flotantes de plástico en el Parque del Miño. Se firma un convenio con la Diputación que aportará 300.000 euros para esta iniciativa. Adega y EQUO presentan alegaciones al expediente ante la Confederación, que requiere al ayuntamiento más documentación.

Mientras, en julio de ese año el BNG publica que la Confederación le ha dado permiso para hacer un acceso público en As Saamasas que ese mismo verano se llevaría a cabo. La Confederación Hidrográfica detalla que el permiso concedido no es para una zona de baño pública ni para una playa fluvial, es única y exclusivamente para una escalera que facilite la bajada al río, cuyo acceso es libre. Nunca se llegó a instalar.

En abril de 2018 (un año después de la solicitud) el Ayuntamiento contesta a la petición de documentación de la Confederación, incompleta. Hace una segunda aportación en septiembre de ese año. La Confederación le pasa la documentación al servicio de Conservación de la Naturaleza para que emita informe.

En enero de 2019 la Xunta emite informe en que indica que se podría autorizar el proyecto siempre y cuando cumpla una serie de condicionantes que garanticen que un aumento de caudal no se va a llevar por delante las estructuras, que se eviten daños a la flora y fauna del río, que se modifiquen los anclajes previstos de hormigón (estamos hablando de una zona protegida, reserva de la Biosfera) y otros detalles. Entre los requisitos se incluye la obligación de comprobar la presencia de especies protegidas, como el mejillón de río, antes de la instalación de cualquier elemento.

En abril de 2020 (un año y tres meses después del informe de la Xunta) la Confederación autoriza al ayuntamiento la instalación de las estructuras flotantes, aunque asumiendo los requisitos que figuran en el informe de la Xunta y responsabilizando a la administración local de todos los puntos reflejados.

En junio de 2022 (dos años y dos meses después de recibirse la autorización) el Ayuntamiento comienza el montaje de las piscinas flotantes de plástico. No llegan a entrar en funcionamiento, ya que ese mismo mes la Xunta emite un informe en que indica que los condicionantes reflejados en el documento de enero de 2019 no se habían resuelto, y que no se ha informado comprobado la existencia o no de población de mejillones de río. Comprobado, se constata que sí hay una importante densidad de ellos en la zona elegida por lo que el Ayuntamiento solicita a la Confederación trasladar la instalación unos metros río arriba. En agosto de 2022 la Confederación deniega ese traslado y considera “no autorizable” el proyecto presentado por el Ayuntamiento de Lugo.

En octubre el Ayuntamiento retira el material de la piscina flotante del margen del río (del que no se sabe más). En la zona quedan instaladas mesas, tumbonas, baños y vestuarios que no se utilizan ya que no hay acceso al río.

En junio de 2023 la Xunta ofrece al Ayuntamiento asesoramiento técnico del Servicio de Patrimonio Natural para coordinarse con los técnicos municipales y de la Confederación para lograr acordar un proyecto que no dañe el entorno y sea viable.

En julio de 2023 el Consejo Científico del Comité Español de la UNESCO emite un demoledor documento sobre el proyecto que va en consonancia con las exigencias que recogía el informe de la Xunta de 2019. Pueden consultar el documento completo aquí.

Nuevamente la cosa queda en nada, a pesar de los gastos (no detallados por el Ayuntamiento) en materiales que nunca se llegaron a usar. 

10 de junio de 2024, la Alcaldesa se reúne con el presidente de la Confederación Hidrográfica para presentarle un nuevo proyecto para habilitar este verano dos puntos de acceso al río Miño a través de la instalación de rampas. El día 26 de ese mes la Xunta autoriza el proyecto, que necesita posteriormente la autorización de la Confederación.

3 de septiembre de 2024. La alcaldesa, acompañada de cinco concejales, inauguran una plataforma de algo menos de 10 metros cuadrados que cuenta con servicio de socorristas de 12:00 a 20:00 horas y que se tendrá que desmontar el día 15 de este mismo mes porque es el plazo autorizado por la Confederación.

Hasta aquí los hechos. Mañana opinión.

martes, 3 de septiembre de 2024

Turistas y 'fodechinchos''

 

Es el término de moda y el debate de actualidad: ¿es justicia social llamar a los turistas maleducados “fodechinchos” o lo consideramos pasarse siete pueblos? Personalmente yo soy más del segundo criterio.

La defensa de que sólo se usa para referirse a los que vienen a abusar de la hospitalidad de la buena gente de Galicia no me vale, porque maleducados los hay en todas partes, tanto de Piedrafita para un lado como para el otro, locales y foráneos, rubios, morenos, calvos y pelirrojos… Incluso en nuestra tierra hay personas realmente insoportables, prepotentes y que podrían dar cursillos al más borde de los madrileños sobre el innoble arte de ofender. Si se aplicase el término a todo cuanto imbécil viene con aires de superioridad, independientemente de su procedencia, no me molestaría tanto, pero hay un componente geográfico, incluso racial, que es el matiz que tan insultante me resulta.

Convertirlo en una especie de bandera, en una barrera entre “ellos” y “nosotros”, es una forma de recoger un sentimiento de rabia y utilizarlo como arma arrojadiza, y eso no es bueno, porque no es más que odio nacionalista mal disimulado. Y el odio es malo.

Podríamos argumentar, hablar de lo que nos ofendía cuando a nuestros primos, cuyos padres gallegos se habían ido a vivir a Cataluña, les llamaban “charnegos”. Podríamos recordar que nos parece muy insultante que “gallego” sea considerado sinónimo de tonto en países de Sudamérica. Podríamos incluso hablar de que cuando un crimen lo comete una persona extranjera es políticamente incorrecto mencionarlo porque es un delito de odio… pero realmente no creo ni que sea necesario llegar hasta ahí.

Sólo reflexionen si cuando le llaman a un imbécil “fodechinchos” lo hacen porque es imbécil o porque no es de aquí. Si es por lo segundo, vamos mal.

lunes, 2 de septiembre de 2024

¡Cómo está el servicio! (y la clientela...)



Entramos en septiembre y finalizan las vacaciones que me he tomado del blog, que curiosamente no han coincidido con las laborales, pero a veces hace falta parar para tomar aire. Hay muchos temas que han surgido en agosto y que me hicieron plantearme tirar de teclado, pero he sido disciplinado conmigo mismo y me he contenido porque los descansos tienen que ser eso, descansos.

Para retomar les quiero contar una anécdota que me pasó en verano. Estuve en la maravillosa costa lucense, en Barreiros para concretar un poco más, y tuvimos una suerte tremenda con el clima. Nos llovió únicamente un día y aprovechamos para hacer alguna visita por la zona, a Figueras y a Castropol.

En este último pueblo nos tomamos un café en una terraza en el puerto, y cuando el chico, que tenía la terraza a tope y por lo que se veía estaba solo, al pasar nos dijo esa frase tan habitual de “un momento por favor, que vengo ahora a atenderos” a lo que le respondí “no te preocupes, nosotros estamos de vacaciones y no tenemos la menor prisa”.

Se paró en seco, se dio la vuelta, nos miró y con una sonrisa de alivio nos dijo “muchas gracias, ¡es la primera vez que me dicen eso!”. Después, cuando estaba algo menos cargado de tareas y tras ponernos unos riquísimos cafés con hielo batidos, volvió e insistió en el agradecimiento, y la verdad es que se le vía aliviado.

Es algo que me cuesta mucho trabajo entender. Puedo comprender que cuando la gente sale del trabajo a tomar un café rápido, o incluso cuando está en trayecto y para en un área de servicio a picar algo tenga prisa y necesite que le atiendan pronto. Pero lo que no soy capaz de comprender es que si vas a estar sentado en una terraza tres cuartos de hora te pongas de los nervios si no te ponen el café al momento. ¿Tanta prisa tenemos para todo?

La hostelería es complicada, por eso no seguí con el negocio familiar, pero me quedó dentro el tema y no puedo dejar de observar habitualmente ciertos tics por ambas partes, tanto por los clientes, como les acabo de comentar, como por los camareros. Una de las costumbres de estos últimos que también soy incapaz de comprender es la de no apuntar los pedidos. Hay quien tiene una memoria prodigiosa y no se confunde jamás (Antonio o Víctor en el Café del Centro podrían hacer Notarías, creo yo) pero otras personas no dan una y aún así se resisten a coger una libreta y un boli y apuntar lo que le piden.

Ayer mismo en una cafetería de Lugo nos atendió una persona que no daba una. Le pedían las cosas y traía otras totalmente diferentes, o tenía que ir y volver continuamente para completar las comandas porque siempre se le quedaban cosas. Estuvimos un rato sentado y no vi ni una mesa que atendiera bien a la primera.

Esto, que puede parecer contradictorio con lo de antes, no lo digo porque te hagan esperar más (aunque si te traen los churros y al cuarto de hora el café sí que te hacen la puñeta, la verdad) sino por las vueltas que dan, los paseos extra que se pegan y la pérdida de energías, recursos y tiempo que supone.

Siempre recuerdo en estos casos a Suso Cendán. Era el mejor camarero que trabajó en el Verruga y no lo vi correr en mi vida. Era la calma personificada, y tenía todo perfectamente atendido y bajo control. Tenía dos mantras: apuntar todo y aprovechar el viaje. Si vas de la barra a la cocina o viceversa siempre hay algo que llevar, y al pasar por el comedor repasa todas las mesas para ver qué les hace falta, que siempre hay algo.

En todo caso, bendita hostelería, que siempre trabajan más cuando los demás estamos de vacaciones.