miércoles, 8 de febrero de 2012

Logroño, capital española de gastronomía 2012

Vaya decepción. Presentamos candidatura a la capitalidad española de gastronomía 2012 y nos venció Logroño. A nosotros, los del “y para comer, Lugo”, los que tenemos los mejores productos de España en tierra, mar y ríos, los que conseguimos que en muchas partes de España en vez de chuletón de Ávila se ponga chuletón de Lugo (por lo de Ternera Gallega, ya saben), los que tenemos una costa que produce los pescados más exquisitos de Galicia y, por tanto, del mundo…

Dice el señor Antón Bao que Lugo quedó de tercera, a pesar de que sus palabras no se ven respaldadas por ninguna mención en ningún rincón de la web que se creó para promocionar el evento y que recoge todas las noticias del mismo (www.capitalespanoladelagastronomia.es). He buscado como un poseso, y la única referencia que Internet arroja sobre ese presunto tercer puesto que Bao afirma que se conquistó es la de sus propias palabras en diversos medios. Es más, en declaraciones del presidente de la FEPET (Federación Española de Escritores y Periodistas de Turismo), Mariano Palacín, la comisión que eligió a Logroño como ganadora tuvo “siete rondas de votaciones” y al final se consideró “Oviedo, Logroño-La Rioja y Valladolid los tres proyectos más interesantes y salió Logroño-La Rioja por muy pocos puntos por encima de Valladolid”. A Lugo ni la mencionan.

Documentación Hay una foto en la web de marras bastante reveladora. En ella se ven los proyectos presentados. El de Logroño, en una lujosa presentación realizada en una caja de madera de las que protegen los buenos vinos; los de Valladolid y Oviedo en encuadernaciones menos elaboradas pero vistosas. El de Lugo con canutillo de espiral.

Lo que no acabo de entender es qué clase de promoción se hizo para optar a esta capitalidad. Verán, los ganadores logroñeses hicieron una presentación en FITUR a la que acudió como máximo representante el Presidente de La Rioja, que elogió las virtudes gastronómicas de su tierra. En Lugo se hizo, tres días antes del fallo del jurado, una presentación en el Ayuntamiento de Lugo para consumo interno.

Esa es, precisamente, la clave de todo esto. La cuestión no es ganar, ni siquiera es tomárselo en serio, es vendérselo a los lucenses como una de las grandes iniciativas de Orozco/Bao (tanto monta, monta tanto). Han logrado su gran objetivo, que es salir en los periódicos como los grandes paladines de la gastronomía lucense, creando unas expectativas totalmente absurdas que, por supuesto, se vieron defraudadas.

Para presentarse a un concurso de algo lo primero y más importante es leerse las bases del mismo, más que nada por aquello de saber de qué va. Dicen las de este concurso lo siguiente: “El comité técnico valorará las políticas desarrolladas en favor del fomento de la gastronomía como destino turístico; el apoyo de la propia Comunidad Autónoma a la candidatura; la política de ayudas y subvenciones a los productos D.O., I.G.P. y E.T.G.; las medidas de apoyo al fomento del producto de proximidad y la agricultura ecológica; el programa de actividades a celebrar durante el año de ejercicio de la Capitalidad; la presentación de destinos y productos turísticos relacionados con la gastronomía y la enología; la infraestructura turística de la ciudad, así como los planes de formación profesional y promoción específica dirigidos a la hostelería.”

Es decir, que no se toma en consideración la calidad del producto, la elaboración y el servicio, sino otra serie de caralladas promocionales. No estoy diciendo que esté de acuerdo con las bases, al contrario, pero sí que cuando uno presenta una candidatura de una ciudad es importante leer lo que se pide. Siendo generosos podemos decir que se cumple lo del apoyo de la Comunidad Autónoma (hasta Bao se vio obligado a invitar a una representante de la Xunta a la presentación, a pesar de lo que le duele eso) y quizás las ayudas a la Denominación de Origen y demás que se hace en Galicia. Pero por lo demás, nanai: ¿qué actividades se propusieron para la capitalidad? ¿qué productos turísticos hay relacionados en Lugo con la gastronomía? ¿qué apoyo hay a la agricultura ecológica?… ¿se menciona algo de esto en la documentación remitida por el Ayuntamiento?

Ya que muchas de las cosas que se recogen no se cumplen o directamente ni nos suenan demasiado, el otro camino para ganar en una de estas convocatorias es la de buscarse apoyos, o dicho de otra manera, enchufe. ¿Cómo puede hacer un Ayuntamiento como el de Lugo para eso? Pues miren, está todo inventado. En los años 90 hubo en Madrid una comida organizada por el entonces Alcalde, Joaquín García Díez, a la que se invitó a los principales hosteleros de la ciudad y a los periodistas más importantes de Lugo afincados fuera de nuestra tierra. José María Carrascal, Silvia Jato, Julia Otero, José Manuel Parada, Fernando Ónega… compartieron mesa y mantel con una representación de su tierra y una cosa tan tonta generó un recordatorio de su tierra que probablemente influyó en anécdotas importantes como aquella frase que dijo Carrascal en su telediario cuando estaba en la cresta de la ola: “Ah, Nueva York, Nueva York, mi ciudad favorita del mundo… después de Lugo”. Esa tontada valió más que todos los anuncios pagados con nuestros impuestos en la prensa local, entre otras cosas porque fue natural.

Lugo tiene una Duquesa que no pisa la ciudad desde hace años. Vale que la monarquía, gracias al cuñadísimo de la infanta Elena, no está en su mejor momento, pero aún así no habría estado de más darle un telefonazo y que se acercara al stand de FITUR en que estuviera algo de Lugo (supongo que el de la Xunta) para respaldar la candidatura local a este tema. Ups, me olvidaba, el BNG es republicano y es el que manda. ¡Qué demonios!, tienen razón: mejor honra sin barcos que barcos sin honra.

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