martes, 29 de marzo de 2016

¿Tienen "ORA"?


El pasado 25 de julio la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, se decidió a coger el toro por los cuernos y hacer algo que venían demandando tanto el sentido común como la oposición desde hacía tiempo: suspender el sistema ORA en Lugo por un plazo de ocho meses para poder diseñar una alternativa tras los graves problemas judiciales surgidos con ese contrato. Han pasado esos ocho meses y un poquito más, y seguimos en el mismo punto que el 26 de julio, es decir, con la ORA suspendida y la ciudad acostumbrándose a aparcar donde hay hueco sin mayores dramas ni sufrimientos.

La necesidad de la ORA en Lugo, como ya expuse reiteradamente en aquel momento es ciertamente discutible. Lo que necesitamos es que en zonas de afluencia de ciudadanos en horas determinadas se establezcan limitaciones de aparcamiento. Por ejemplo, en la calle Luis Cordeiro (antigua Ruiz de Alda, pero a ésta no me va a costar nada cambiarle el nombre en memoria de don Luis, una persona fuera de serie), sería lo lógico establecer una limitación de 15 minutos entre las 9:00 y las 15:00 horas, para que quien tenga que ir a dejar un papel en el registro de la Xunta lo pueda hacer sin problemas. Lo mismo ocurriría en la zona del INSS, aunque ahí a lo mejor hace falta algo más de tiempo, 30 o 45 minutos, que la cosa va más lenta. Donde hay colegios, limitación de aparcamiento en las entradas y salidas de los críos… y así en cada punto conflictivo. El resto, aparcamiento libre.

Siempre pongo de ejemplo el exitoso modelo de Pontevedra, aunque hay diferencias. La primera y más notables es que aquí no tenemos amplias zonas de aparcamiento cerca del centro como tienen allí, pero se pueden sustituir por aparcamientos en superficie en calles adyacentes al centro. Además, no solo se trata del casco histórico, también hay zonas en los barrios donde habría que estudiar caso por caso las necesidades de rotación de vehículos. 
 
A los defensores de la ORA les recuerdo que el sistema planteado ahora difiere notablemente con el anterior: no se trata de "bajar a cambiar el ticket" cada dos horas, sino que hay que mover el coche, con lo que si se ponen 3.000 plazas de ORA tendríamos 3.000 coches dando vueltas por Lugo cada dos horas, una cafrada.

Hasta donde yo sé, no ha habido tiros ni nada por la suspensión de la ORA. La gente sigue haciendo su vida con normalidad, aparcando por donde puede como hacía antes y usando el caótico transporte público de la misma forma que antes: poco. Ahí puede que esté el caballo de batalla.

No sé en el nuevo concurso las condiciones que se han impuesto a la compañía adjudicataria, la misma que había antes, pero me gustaría ver qué avances ha supuesto para la ciudadanía el cambio de contrato. ¿Más frecuencias? ¿Mejores recorridos? Por ahora no se ve nada de nada, espero que esto cambie en breve, aunque tampoco sé si en ese fantástico contrato se ha previsto algún tipo de plazos.

El inmovilismo del Ayuntamiento es preocupante. Tras autoimponerse un plazo que parecía razonable y empezar con muchas energías a contactar con colectivos, en cuanto vieron un impedimento (sí, yo tuve parte de culpa pero no por fastidiar, sino porque no compartía el modelo propuesto) dejaron el tema sobre la mesa “sine die”. De hecho alguien del Ayuntamiento me debe una cena porque me apostó que sacaban el tema antes de fin de año, cosa que siempre me pareció ciencia-ficción.

Es triste poder aventurar con tranquilidad absoluta contra la eficiencia de tu ayuntamiento, pero además de realista es una apuesta segura.

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