Cuando el señor José Blanco fue nombrado ministro de Fomento todos pensamos que haría un poco de patria y tiraría por Lugo, que el AVE por fin llegaría a nuestra tierra y que los árboles empezarían a dar panes. Sin embargo su gran actuación se limitó a construir una pirámide en forma de arco, un mamotreto que pone cuatro carriles para comunicar una carretera de dos con una serie de pistas con pretensiones.
Joaquín no pierde el tren... |
De esta forma, desde hoy tenemos cuatro horarios para ir a Madrid: a las 8:26, a las 11:10, a las 16:00 y a las 23:56. En cuanto a la duración del viaje va desde las seis horas y media o cuarenta y cinco de los tres primeros trayectos a las nueve y media del Tren Hotel. En precios, varían bastante de los 40,55 a los 27,40 del Alvia, que está en promoción. Para volver a Lugo hay otras cuatro frecuencias: 7:15, 13;05, 15:00 y 22:14, que curiosamente tardan algo menos, seis horas y veinte o y media a nueve horas del Tren Hotel, que vuelve a ser el más lento.
Además, como es obvio, como dos de los trenes enlazan con el de Orense, tenemos dos nuevas frecuencias para ir a nuestra provincia vecina, un efecto colateral que no está mal dada la carencia de conexiones de cercanías que hay en Lugo.
Por supuesto hay “peros”, como en todo: el tren Lugo-Madrid sigue tardando mucho, pero ya casi igual al autobús, que tarda entre 6:05 horas y 6:40. En precios andan por ahí, con billetes de bus desde 39 euros, aunque Alsa cuenta con promociones que, sin derecho a cambios (pero sí a anulaciones, cosa que jamás entenderé) baja a 19,30 por trayecto. El bus gana en precio y en tiempos anda a la par, pero el tren es más cómodo (te puedes levantar, tiene cafetería, los asientos son mucho más amplios…) y tiene ese encanto especial al que en Lugo no estamos acostumbrados porque no hemos conocido trenes jamás.
Lejos de recibir las felicitaciones de la plataforma creada para “reclamar el tren para Lugo” (las comillas son intencionadas porque creo que ese no es su fin, sino un medio), la reacción del colectivo ha sido pedir el tren en tres horas y media a Madrid y que se haga la intermodal. Reclamaciones que pueden parecer razonables, no les digo que no, pero que en este momento podrían combinarse con una felicitación por los nuevos servicios. Bueno, corrijo, lo de la intermodal a mí no me parece razonable, y de hecho no me gusta la idea, pero eso es harina de otro costal. Además tiendo a desconfiar de reclamaciones que solo se activan cuando se acercan las campañas electorales, como lo del HULA.
La reunión de Madrid - Foto: El Progreso |
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