lunes, 26 de septiembre de 2016

Galicia no es España


Nadie se me alarme por el titular, que no pretende ser un giro nacionalista de quien es opuesto a esa ideología (a pesar de que últimamente alguna amiga que también lo era se ha puesto a ensalzar al BNG y a Villares), sino una reflexión que pretende resumir en una frase una realidad incontestable: la nuestra es una Comunidad diferente, conservadora, alérgica a los batidos de siglas cuyo único punto en común es alcanzar el poder, y bastante impermeable a votar en Galicia pensando en Madrid. Este último probablemente sea el quid de la cuestión.
Victoria incontestable
Todos los líderes nacionales, empezando por el propio Rajoy, han intentado convertir estas elecciones en “algo más”, una especie de tubo de ensayo donde probar lo que podría pasar en unas hipotéticas terceras elecciones generales. Visto el resultado lo más probable es que Pedro Sánchez se la tenga que envainar y no le quede otra que retirar su “no es no”, dejando que Rajoy gobierne con una abstención en la próxima intentona del actual presidente en funciones.

Pero es un error. Dar por sentado que lo que ha pasado esta noche es extrapolable al resto del territorio nacional es absurdo. Galicia tiene unas condiciones diferentes al resto de España por varios motivos, y el primero es que la corrupción, el talón de Aquiles del PP, no ha manchado a día de hoy a Feijoo. En ocho años de gobierno ningún conselleiro ha tenido que marcharse a su casa porque le hayan pillado en un renuncio, y eso, que debería ser normal, en esta triste España asediada por los chorizos con coche oficial es un mérito destacable. ¡Qué pena!

Desde el punto de vista nacional, el problema más grande que le veo yo a este resultado es que el PP se crezca y piense que ya ha terminado el tiempo de la autocrítica. La tentación de sacar pecho utilizando como excusa la única mayoría absoluta que queda en España es una barbaridad y un autoengaño que les pasará factura en las próximas elecciones, sean cuando sean, porque creer que la tormenta amaina es tomar a los españoles por idiotas.

Galicia ha dicho que no quiere tripartitos, nacionalismos ni experimentos. Nadie ha votado a favor de la corrupción, de Rita Barberá ni de Bárcenas. Esas frases las leeremos estos días que se avecinan, habitualmente firmadas por anónimos “tuits” de quienes han perdido por goleada un partido en que esperaban vencer. No es cierto, los gallegos hemos apostado por Feijoo porque nos ha inspirado confianza y porque no lo ha hecho tan mal como pretenden convencernos los que pintaban una Galicia apocalíptica que no se corresponde con la realidad. Las cosas podrían estar mejor, claro que sí, pero también podrían estar infinitamente peor.

No somos ajenos a España como pretenden los nacionalistas, que oponen reiteradamente su visión excluyente con el muro infranqueable del sentido común gallego. Pero sí es cierto que nuestra tierra va por libre en ocasiones, cosa que no han sabido ver ni los socialistas ni los de Ciudadanos, instaurados en el discurso nacional y en pelear contra enemigos que residen de Piedrafita para allá. Aquí funcionamos "ao noso xeito" cuando nos apetece, y precisamente uno de los puntos clave de Feijoo es haber sido crítico con ciertas cuestiones nacionales, como lo del nombramiento de Soria para el Banco Mundial. Un destacado cargo del PP (más si cabe a partir de hoy) que se atreva a decir claramente lo que todos pensamos es un soplo de aire fresco.

Pero cuidado, la cuestión no es tan sencilla. La crítica es buena pero si el criticado no toma nota y modifica sus errores lo que ha pasado en Galicia no se repetirá en el resto de España. Los tiralevitas y palmeros que susurran a la oreja de Rajoy “eres el mejor, sigue así y no cambies” se equivocan. Eso no es lo que hemos votado en Galicia. Aquí hemos votado a Feijoo.

4 comentarios:

  1. Muy buena reflexión y mi apoyo a la gente decente del PP, que hay mucho y que lo está pasando mal por culpa de la corrupción.. Sin embargo, te diría que aún sobra clientelismo, especialmente en alguna provincia.

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  2. Totalmente de acuerdo. Tengo el orgullo de contar entre mis amigos con algunos del PP que son más que decentes.

    Lo otro... También de acuerdo

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  3. - "alérgica a los batidos de siglas cuyo único punto en común es alcanzar el poder"; anda!, y luego no es ése el objetivo del PP?.
    - A Luís Villares lo ensalza cualquiera que lo haya conocido tanto como juez (excelente) o estudiante (brillante y comprometido).
    - La diferencia de votos entre ese "batiburrillo" que nombras y el PP es mínima, superando los "batidos" al PP en la suma de las 7 grandes ciudades. En el rural la diferencia a favor del PP es significativa.
    - 2'9 gallegos de cada 10 en edad de votar votan al PP; por lo que estaría bien que entre tanto aplauso y loa, intente convencer a alguno de los que no le han votado.
    - Aún con todo, victoria contundente del PP en Galicia; por lo que los gobiernos municipales de En Marea ya se pueden poner las pilas.

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