jueves, 8 de septiembre de 2016

Nos han tomado el pelo a todos, pero confiemos en que habrá pulpo

Es sabido que los pulpos son animales inteligentes, e incluso circuló durante bastante tiempo aquel vídeo en que uno era capaz de girar la tapa de un tarro para escapar, cosa que un Golden Retriever posiblemente no haría, si bien es cierto que los octópodos son peores para hacer compañía, así que la cosa queda equilibrada.

Teniendo esto en cuenta, podemos dar por sentado que el pulpo siempre encontrará una salida, y en este caso hay varias que podrían funcionar y que permitirían que los lucenses y quienes nos visiten podamos disfrutar de una tradición tan arraigada.

Los problemas son varios, como hemos venido desgranando estos días, y a ellos se une la extraña descripción que de las casetas se da en las bases. Se dice en la base 11.2 que tiene que ser una caseta “típica de feria, non dun restaurante ao uso”, pero no aclara mucho más con lo que nos queda la duda de si tiene que ser “típica de feria de Lugo” o “típica de feria del resto”, porque está abierto a interpretación.

Si es “típica de feria del resto” hablamos de carpas, montajes de lonas de plástico sujetas con estructuras metálicas y poco más. Si es “típica de feria de Lugo” se complica, porque aquí hace 30 años que se construyen de madera y con tejado, así que habría que saber de qué va el tema.

En función de una cosa o la otra la solución al problema de fondo varía. La Bruxa posiblemente podría conjurar unas casetas de lona, que se pueden alquilar en cualquier lado, e intentar montar algo para salir del paso, aunque dudo que lo hagan. Si es una caseta de madera a lo grande dudo que puedan hacerlo, porque recuerden que hay que multiplicar todo por tres, porque tienen tres concesiones.

Entonces, a la vista del panorama, ¿qué solución queda? Ceder al chantaje. No queda otra. Los restaurantes de toda la vida tendrán que “convencer” a la Bruxa y al famoso Irimia para que renuncien a montar y, así, entrar ellos. Supongo que es la estrategia prevista por los “consultores” desde el principio, y seguramente les funcione porque entre todos (me incluyo a la cabeza) hemos colaborado en el éxito de su táctica.

Primero te haces con la concesión sin adelantar ni un euro. Luego guardas silencio y pones nervioso a todo el mundo con la posibilidad de que no haya casetas en las fiestas patronales, dejas aumentar la presión sin mover un dedo. Y cuando se acercan las fechas fatídicas le pides a cada hostelero 10.000 euros para renunciar a la concesión.

Ante esta perspectiva, los hosteleros tienen dos opciones: o dejar que todo se vaya al cuerno o ceder y pagar para que renuncies a tu concesión, con lo que las casetas les costarán el precio por el que pujaron más el chantaje. El ayuntamiento no ve un euro de ese sobreprecio (porque si renuncian los dos primeros tendrían que adjudicarlas a los terceros en el precio por el que pujaron) y la empresa se embolsa un dineral sin despeinarse ni arriesgar un céntimo.

Es una mala solución, pero es una solución. Como lucense me preocuparía más que no hubiera casetas, y creo que esto nos tiene que servir a todos de lección. Al Ayuntamiento para hacer unas bases que tengan sentido, a los hosteleros para no dormirse pensando que nunca habrá competencia y a los lucenses para aprender que nadie da duros a cuatro pesetas y que alegrarse de la desgracia ajena es una mala política. Los alemanes le llaman a eso “schadenfreude”, aquí lo arreglamos con un “que se jodan”.

Si tengo razón y al final se arregla así nos habrán tomado el pelo a todos, y será como una de esas películas en que al cierre se demuestra que te llevan engañando hora y media, pero ojalá acierte y esa sea la táctica, porque al menos nos garantizaría que tendríamos profesionales de reconocido prestigio al frente de uno de los principales atractivos del San Froilán.

Hace un par de horas coincidí con la siempre amable y atenta Lara Méndez en el abrazo a la Muralla (eso da para otro artículo, porque este Lugo mío a veces...) y le prometí a la alcaldesa que el artículo de hoy sería en positivo. Con todo lo que ha pasado creo que se puede considerar como tal. Quedémonos con el menor de los males e, insisto, aprendamos.

3 comentarios:

  1. Las casetas aunque como tu bien dices estaban hechas con tablones de madera, ahora se habian convertido en autenticos restaurantes de lujo, yo creo que eso desvirtuaba la fiesta, seguro que algunos protestaran por cutres y otros por lujosas, por eso solo es mi opinion, no me importaria volver a la tradicion, aunque fuesen de lona,en muchos pueblos de la provincia se hace un dia pulpada, y es en cubierta de lona en el mejor de los casos, y siguen teniendo exito, repito solo es una opinion.

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    1. Opinión que comparto mayoritariamente pero con un matiz: creo que el Ayuntamiento no debe meterse en eso, sino dejar libertad y que cada uno monte la caseta con unos mínimos requisitos (de los que por otro lado ya se encargan las normas sanitarias y demás).

      Yo parto de que pueda haber no 4, sino 10 casetas o las que sea y que el público elija ir donde quiera.

      Muchas gracias por el comentario ;)

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    2. Menos mal que ya nlo se meten con Madrid, bueno es muy socorrido, desde luego que vergüenza para los gallegos que viven enMadrid, c reo que dos millones mas o menos yoiga además , se les quiere , que constenadie les llñlama charnegos ni nada, pero bueno a lo que voy esto del pul`po debería explotar la gente que hab ia con un tyoldpo,etc, etc, donde están donde le secharon, porquer vamos los grandes empresarios que se han metido, dicen que son los tradicionales , buenoes tremendo, epro enmfin sio solo fuera esto, pero hay mAS , MUCHO MAS

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