miércoles, 8 de noviembre de 2017

La ''terminada'' (y desastrosa) obra de la Plaza de Abastos

Una de las zonas del "terminado" sótano de la Plaza de Abastos de Lugo

Durante la concentración convocada por COGAMI que tuvo lugar en la helada mañana de ayer (eso explica que hubiera poca gente, pero otorga más mérito a la que acudió a pesar de sus graves problemas de movilidad) Olga Louzao me contó que la alcaldesa había dado por finalizadas las obras en el sótano de la Plaza de Abastos… y que aquello era una chapuza de marca mayor.

Como saben, la Plaza es un tema que me preocupa bastante por un motivo genérico y otro egoísta. El primero es que considero que es importante tener en estado de revista el principal mercado de la ciudad y el más importante de la provincia en venta de productos frescos. El segundo es que yo compro allí. Así que allá me fui a echar un vistazo para saber si era una exageración, cosa rara en Olga, o algo real, que le pega más. Claramente era lo segundo.

Cajas de cables sin tapa, óxido en las puertas, suciedad, desconchones en el suelo y en la pintura, vertidos de agua mal desagüada… Si a cualquiera de ustedes le hacen una obra así en su casa no solo es que no pague la factura, sino que le pone una denuncia al que la hizo aunque esto pueda salir mal y les hablo por experiencia, que a mí me salió rana una cosa de éstas.

Pero a lo que íbamos. Ya no vamos a pedir que la Plaza de Abastos sea como un supermercado de lujo, aunque con la pasta que han metido daba para eso y para más, pero que el suelo no tenga ni una mala capa de pintura antideslizante como la que se pone en los garajes da un poquito de pena. Que una obra recién terminada parezca una zona de guerra no es de recibo y más cuando hay muestras evidentes de desidia, chapuza e improvisación.

Los tacos de madera en las escaleras de Quiroga Ballesteros
Hay detalles muy significativos. Por ejemplo en las escaleras que suben hacia la calle Quiroga Ballesteros se puede ver claramente que se pusieron unas láminas de piedra y que éstas se apoyaron en unas cuñas de madera, que obviamente implican que se iba a poner una capa de solado por encima de la actual, lo que sería de puro sentido común. No solo no se puso esa capa, sino que se dejó el suelo como está y por si eso fuera poco las cuñas de madera allí siguen, convirtiendo ese hueco abierto en un nido de mierda impropio de un lugar donde se venden alimentos.

Imaginen que un particular quiere abrir una instalación y la pone en funcionamiento en esas condiciones. No me quiero imaginar la multa que le cascan, y con razón, pero parece que el Ayuntamiento sigue aplicando aquella máxima de Orozco de “no nos vamos a multar a nosotros mismos”, con la que se siguen permitiendo barbaridades como la actual. ¿A quién se le ocurre mantener en un ambiente donde se venden quesos y productos frescos utilizar materiales porosos que no se pueden limpiar correctamente? ¿De verdad no se les ocurre pensar que ahí hay que poner por lo menos pintura plástica lavable y, mejor aún, baldosa, azulejo y acero?

Después de gastarse un millón largo de euros (1,3 me parece recordar) me chocó en su día que dediquen al sótano solamente 28.000 euros. Ahora entiendo que el resultado es el que es, pero qué quieren que les diga, no debería ser tan caro poner esto en condiciones.



Suelo de la entrada de Santo Domingo
Uno de los varios "parches" del suelo de cemento


La puerta del baño, oxidada... y eso que está "nueva"

Dentro es aún peor. El inodoro sin tapa ni cubierta, las tuberías de cualquier forma...


La caja de cables a la vista, inaceptable en cualquier instalación eléctrica


La bajante de aguas no baja a ningún sitio, así que ésta discurre alegremente.

¿Aquí falta pintar?

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