martes, 9 de octubre de 2018

Cuando Montserrat Caballé estuvo en Lugo


Mi memoria es la que es, y no retengo los años en que sucedieron exactamente las cosas, pero debió de ser a principios de los 90 cuando Montserrat Caballé vino a Lugo y concedió solamente dos entrevistas: una a un medio de comunicación nacional y otra a la revista del Instituto A Nosa Señora dos Ollos Grandes (el “femenino”, para entendernos) en la que tuve el privilegio de ser yo su entrevistador.

Viendo hoy las preguntas que le hice reconozco que siento algo de sonrojo. Hay cosas que un “yo” adolescente le preguntó a la más grande de las cantantes de nuestra historia reciente que hoy no se me pasaría por la cabeza plantearle, pero a las que contestó con la elegancia y sin mostrar la más mínima incomodidad, riéndose y, hoy lo entiendo, superando la tentanción de ser condescendiente.

Fue en el Gran Hotel, en uno de los sofás de su planta baja, donde atendió mis preguntas con una continua sonrisa de la que lamentablemente no guardo foto alguna. De aquella no había móviles con cámara. Su representante me aseguró que nunca cedía ante peticiones de medios “pequeños”, y mucho menos de algo como una revista escolar, pero que le había conquistado que la tarjeta en que solicitaba la entrevista iba acompañando a una docena de rosas. La imaginación al poder.

El concierto tuvo lugar aquella misma tarde y aunque hace treinta años recuerdo el Gustavo Freire a reventar y a “La Caballé” acompañada únicamente de un virtuoso pianista. Fue un concierto maravilloso en que me quedó grabada su interpretación de “O mio babbino caro”, una pieza de Puccini que cuenta la terrible historia de una mujer que pide permiso a su padre para casarse con el hombre al que ama y que incluso amenaza con el suicidio si es rechazada.

Montserrat Caballé fue sin duda alguna la voz de oro de varias generaciones, quizás algo empañada por sus problemas con el fisco, sí, pero a la Historia pasarán sus grabaciones y su imagen como mito lírico, lo otro será una mera anécdota a pie de página.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.