miércoles, 17 de marzo de 2021

La de Sofía sí es Monarquía


La Reina Sofía se ha vacunado, y lo ha hecho en el momento que le tocaba, con la vacuna que le tocaba y en el centro de salud que le tocaba. Es evidente que ese gesto de normalidad, de respeto a lo que a todos nos tiene que tocar en la situación que vivimos no es más que un guiño que podríamos considerar publicitario… pero también podría no hacerlo. Ella no tiene nada que demostrar a estas alturas, y valga como muestra la comparación con la situación que vivimos con el Rey emérito, que parece que se ha tomado su “jubilación” como una carta blanca para demostrar que ha amasado una fortuna al margen de la Corona (como si eso fuera poco), a la que está haciendo un daño tremendo.

No soy objetivo (nadie lo es, pero reconocerlo es importante para matizar) y les diré que siempre me ha gustado más la imagen de la monarquía que transmite la Reina Sofía que la de Juan Carlos I “El campechano”. Desde que la recuerdo, ha dado la impresión de mantener una cierta distancia institucional pero no por ello menos humanizada en lo importante. Ha sabido preservar su imagen de escándalos y vaivenes, que no debe ser fácil estando casada con quien está y tragando con lo que ha tragado. Todo por la Corona, todo por la institución, y si bien es algo discutible en lo personal es legítimo que lo haya hecho de esa manera como Reina de España.

Su imagen vacunándose en el centro de salud no ha abierto los telediarios que ni siquiera han recogido el tema hasta donde yo ye visto, y ha sido una simple anécdota que los periódicos han relegado a páginas interiores (muy interiores de hecho), y con cierta lógica porque tendría que ser lo normal… pero esto es España y sabemos que la normalidad la entendemos de otra manera, viendo hasta con cierta simpatía al aprovechado de turno o al que se salta las regla en beneficio propio. Le llamamos “picaresca” pero es simple corrupción generalizada enraizada en nuestro ADN.

Muchos sentimos que Juan Carlos I hizo cosas bien, pero que se le subió la Corona a la cabeza (perdonen el chiste) y que se consideró por encima del bien y del mal, lo que además avala el artículo 56.3 de la Constitución intentando mantener a la monarquía al margen del juego político pero que él entendió como un “haz lo que te venga en gana” difícilmente tolerable en un Estado de Derecho.

Sólo me queda confiar en que Felipe VI haya recibido una educación más “Sofía” que “Juan Carlos” y que entienda la responsabilidad que recae sobre sus hombros a la hora de intentar evitar que la institución naufrague, algo cada vez más complicado gracias a sus propios familiares más cercanos.


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