Uno de los desaparecidos termómetros, retirados en 2018. Foto: El Progreso |
Hace más de dos años, en mayo de 2019, el Ayuntamiento sacó
a licitación el contrato para las pantallas digitales, que sustituirían a los
termómetros que había en varios puntos de la ciudad (por ejemplo, frente al
Ayuntamiento o en Santo Domingo). Tras todo este tiempo no se volvió a saber
nada del asunto, a pesar de que el Gobierno decía que era una “prioridad” y que
el BNG, entonces en la oposición, pedía que se agilizase su reposición. Pues ya
ven, se ve que se les ha pasado la fuga con el tema ahora que es cosa suya.
En esta ocasión no puedo alegar ignorancia sobre el motivo
de tanto retraso, ya que me van a permitir la inmodestia de pensar que un artículo
firmado por un servidor les hizo replantearse el tema, ya que dichas pantallas
violan flagrante y directamente el PEPRI, esa normativa obsoleta que se
resisten a cambiar a pesar de que llevan años insistiendo en que lo van a
hacer. No es cierto.
Dirán ustedes: “¿entonces dices que la culpa es tuya?”. Pues
no, no es mía, es de la numantina resistencia del Ayuntamiento de Lugo a actualizar
el PEPRI, con el que atizan en la cabeza a los pequeños comerciantes y a los
vecinos del casco histórico mientras miran a otro lado cuando quien lo incumple
es una gran empresa (los carteles luminosos que hay en la calle de la Reina son
lo bastante sangrantes como para demostrar esto) o incluso la propia
administración local al hacer sus obras (ningún edificio municipal cumple el
PEPRI, y de los cables en fachada de Quiroga Ballesteros ya ni hablamos).
Así que no, no es culpa mía, es de ellos. Yo me he limitado a señalar lo que dice la norma. El PEPRI prohíbe expresamente “la fijación de soportes exteriores o bastidores exentos o luminosos en vallas, calles, plazas, sobre edificios, cornisas o tejados, en jardines o parques públicos o privados, o en isletas de tráfico” y eso no lo he escrito yo ni tengo la capacidad de cambiarlo. Ellos sí. La ironía de que en la Plaza del Ferrol haya un cartelón que recoge la zona PEPRI y habla del área de rehabilitación del casco histórico, violando la propia normativa que lo protege es tan propia de esta ciudad que no merece mayor comentario. Estamos acostumbrados.
La ironía es máxima, pero aquí ya pasa desapercibida |
Así que esperen sentados. No habrá pantallas luminosas en la
ciudad, como no habrá tantas y tantas cosas que la desidia y el “dolce fare
niente” se enquistan durante lustros en una ciudad donde se destinan los
esfuerzos a construir edificios de madera sin uso previsible o unas bañeras
colectivas al aire libre con agua del grifo calentada artificialmente. Cuestión
de prioridades.
O que me estrana é que o Concello cumpra o PEPRI.
ResponderEliminarOutro motivo haberá
Sí, es llamativo, lo que es triste.
EliminarDe hecho tengo mis dudas respecto al magnífico mural de la ronda, el de Julio César (que tiene la misma relación con Lugo que el Kaiser Guillermo, pero eso es otro asunto).