viernes, 18 de febrero de 2022

Un discapacitado no es subnormal ni minusválido

¡Cómo hemos cambiado! En este caso para bien

Olga Louzao ha llevado al Pleno del Ayuntamiento una protesta porque las ordenanzas municipales hablan de “minusválidos” lo que, a su juicio, demuestra que los concejales responsables de cada área ni se las han leído porque les debería chocar usar ese término a día de hoy. Personalmente pienso que no se las han leído porque eso da trabajo.

Aunque pueda parecer una cuestión menor cuando hablamos de los dineros municipales, la verdad es que la terminología sí es importante y a día de hoy que un texto legal nos venga con esas es llamativo.

Esto ha evolucionado mucho. Llamar a alguien “subnormal” a día de hoy es un insulto y una grosería. Hacerlo a una persona con una discapacidad es una crueldad intolerable… pero sólo desde hace unos años porque antes era lo más corriente y normal del mundo.

Hasta los años 80 era un término aceptable y aceptado incluso por quienes más trabajaban con discapacitados. Había asociaciones de subnormales y hasta un “Día del Subnormal” e incluso oficialmente existía el “Servicio Social de Asistencia a menores Subnormales”. Estoy totalmente seguro de que había muy buena gente que usaba ese término sin carga peyorativa pero el concepto era terrible: una persona con una discapacidad (“sub”) era menos que otra “normal”.

En los años 80 esa terminología se cambió por la de “minusvalía”. Se intentaba de esta forma camuflar un punto de vista análogo al anterior, ya que se estaba dando a entender que quien la tiene “vale menos” que quien no la tiene, lo que tampoco es aceptable.

Otro cambio conceptual y un esfuerzo de concienciación importante hizo que se optase por el término “discapacidad”, que es más realista y no tiene la carga negativa sobre la persona que tenían los otros términos. Un discapacitado es aquel que tiene carencias en una capacidad, lo cual, siendo picajosos, se nos puede aplicar a todos… pero probablemente exagerando las cosas, lo que ha llevado a hablar de “diversidad funcional” lo que, personalmente, me parece una idiotez.

Vamos a poner un ejemplo. Yo mismo siempre he sido un negado para los deportes y mi pericia se reducía a ser muy bueno jugando a las canicas (tengo un bote lleno que lo demuestra, ganadas en mis años mozos). ¿Me convierte eso en un discapacitado? Podría entenderse que sí, pero es coger el rábano por las hojas.

Como casi en cualquier cosa hablamos de capacidades “estándar”, y creo que aunque eso se puede criticar nos entendemos perfectamente. Si nos comparamos con Paul Gasol casi todos somos bajitos y si es con Alonso todos conducimos despacio. Si el contraste es con Stephen Hawking el ejemplo es perfecto ya que su altura intelectual era inigualable pero su cuerpo no le acompañaba. ¿Eso hace que llamar a Hawking “discapacitado” sea peyorativo o insultante? Evidentemente no, pero también es un poco ridículo hablar de “capacidades diferentes” porque cada persona es un mundo y extendiendo el término pierde toda su validez.

El ejemplo más popular de que una discapacidad no es una "minus valía"

Por lo tanto y lejos de exageraciones, insultos o marginaciones parece que el término “discapacidad” es lógico y aceptado por todas las partes por lo que es el más usado habitualmente. Esperemos que el Gobierno Local sea sensible a este cambio que, aunque anecdótico a fin de cuentas en lo que se refiere al fondo del asunto, es importante.

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