lunes, 29 de abril de 2024

Me avergüenza no hacer más por ellos

El día de la familia en ASPNAIS rezuma cariño y diversión por todas partes.
Foto: La Voz de Galicia
 

El sábado ASPNAIS celebró su día de la familia, lo que en este caso es una frase redundante porque, sin lugar a dudas, ASPNAIS es una familia. Una enorme familia en que todos se conocen y se quieren, sin distinciones entre unos y otros.

Un año más tuve el honor de ser invitado a compartir mesa y mantel con los protagonistas de esta incomparable entidad, y un año más tuve el orgullo de ver que en Lugo disfrutamos de una de las asociaciones sociales más eficientes, cuidadosas, cariñosas y profesionales del mundo.

No, no me puede la pasión. Busquen ustedes centros de atención a personas con discapacidad que puedan sostener una comparación con el buque insignia del cuidado social de nuestra ciudad, de nuestra Comunidad, de nuestro país o directamente de nuestro mundo, y les va a costar trabajo encontrar uno que siquiera se asome al alto baremo de ASPNAIS. Siguen sin desviarse ni una micra el camino marcado por Conchita Teijeiro, la promotora y alma de esta asociación, y continuado fielmente por su actual presidente, Reigosa, por una prudente y sabia directiva y por esa incomparable plantilla, entregada en cuerpo y alma a su labor.

Es tal la comunión entre trabajadores, colaboradores, usuarios, directivos y familiares que, al menos en lo que a mí respecta, me sentí intruso en esa fiesta. Pensaba que era como si me hubiera colado en la celebración navideña de una familia muy numerosa que me hubiera invitado por equivocación. El cariño indiscutible, el amor que se respira, la diversión, el respeto, la complicidad... son el baremo incontestable del éxito de una entidad que cada año mejora lo que parece insuperable. Sentí envidia de ese espíritu en una comunidad tan enorme, orgullo de que tengan la deferencia de contar conmigo, y algo de vergüenza por no hacer más por ellos.

Comentaba Fabiola García, Conselleira de Política Social e Igualdad, que no conocía centro similar en ninguna parte, y que es un faro en Europa, que es tanto como decir en el mundo porque fuera de nuestro continente las políticas sociales no es que sean muy destacables en comparación. A sus palabras se sumaron tanto Paula Alvarellos, alcaldesa de Lugo, que reclamó reivindicar más aún la figura de Conchita (ahí le sugeriría que impulse dedicar una calle a esta inigualable mujer, aunque llegue tarde porque lamentablemente la salud no le acompaña), como Miguel Fernández, que habló en nombre de la Diputación, o Elena Candia, que no sólo fue en calidad de Vicepresidenta del Parlamento de Galicia sino que es voluntaria en ASPNAIS y que vive en primera persona la magia de esta entidad.

La unanimidad de los representantes públicos es habitual "cuando toca", ya saben cómo es esto, pero pocas veces se aprecia la sinceridad que escuchamos el sábado en sus palabras, porque creo que les pasa como a mí, que se sienten un poco apabullados por toda esa sensación de familia que se respira en un centro que no sólo cuida de sus usuarios, sino que los quiere de verdad.

Este año la entidad dio sus distinciones al genial caricaturista Gogue, que delegó en mí el honor de recoger su medalla porque por motivos profesionales le fue imposible asistir, y a los propietarios del Chemanel, José Ramón Conde y Yolanda Teijeiro. No los conocía, pero sí sabía de su generosidad al abrir año tras año las puertas de su local para celebrar todo tipo de celebraciones para los usuarios de ASPNAIS: Carnaval, fin de año, y otras fechas señaladas son especiales para la familia de ASPNAIS gracias a ellos y no se imaginan la modestia con la que quitaban importancia a su importantísima colaboración, basada en extender ese cariño que destila la Asociación.

Sólo puedo expresar mi agradecimiento por permitirme sentirme un poquito parte de esta gran entidad e invitar a todos los que esto leen a que echen una mano a ASPNAIS, en lo que consideren oportuno o en lo que puedan. Les aseguro que una vez conozcan la realidad de lo que allí hay verán que no es una entidad al uso, sino la joya de la corona de la asistencia social de nuestro país, porque se basa en una palabra que a veces se usa como arma pero que no lo es: respeto.

Tenemos que hacer más por ellos.

¡Larga vida a ASPNAIS!

1 comentario:

  1. ASPNAIS es grande, entre otras cosas, porque ha conseguido calar en una sociedad como la lucense, tan despreocupada a veces. Fue el esfuerzo de aquellos primeros padres, hoy ancianos o ya en nuestro recuerdo, el que hizo posible este logro.
    Aquella iniciativa de Manuel Millán, continuada y engrandecida por Conchita Teijeiro y José Reigosa, despertó en Lugo un movimiento de simpatía y apoyo que perduran.
    Buena prueba de ello es este post tan elogioso y que sinceramente te agradezco, Luis.
    Lugo está lleno de gente buena, por mucho que a veces podamos pensar algo distinto. Gente buena que siempre ha estado ahí, y créeme si te digo que ha habido tiempos bien difíciles.
    Gracias, pues, a todos ellos en general y a ti en particular por este apoyo sin el cual poco se podría hacer.

    ResponderEliminar

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.