lunes, 5 de agosto de 2019

Cacabelos, algo que pulir y algo de lo que aprender

Personalmente lo que más me ha gustado es lo bien que aprovechan el río 

El sábado acudimos a una fiesta en Cacabelos unos cuantos lucenses de varias asociaciones de Arde Lucus (Trebas, Pretorianos y Senado) invitados por Ludus Bergidum Flavium.

Los compañeros de esa asociación hacen una fiesta desde hace diez años que comenzó como una sencilla tarde de ocio junto al río y poco a poco va creciendo, sin que podamos saber hasta dónde puede llegar. Sólo hay que recordar que el Arde Lucus comenzó gracias a la iniciativa de unos poquitos hosteleros que simplemente querían animar la noche de San Juan.

Les queda pulir alguna cosa, igual que nos pasaba a los lucenses con el Arde Lucus en su décimo aniversario y nos sigue pasando hoy día en su 18º cumpleaños. Este tipo de actividades siempre tienen espacio para la mejora y nunca acaba la tarea de avanzar.

Pero también es cierto que pueden enseñar. De Cacabelos me traigo una lección aprendida sobre la importancia que tiene la voluntad de un grupo de gente que pelea contra viento y marea sin apoyo institucional de ninguna clase. Ellos montan todo, organizan todo y lo trabajan todo, siguiendo el mejor espíritu de esfuerzo que se supone que caracteriza a cualquier asociación.

Ha sido un placer acudir a Cacabelos y confío en que el año próximo podamos repetir.

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