El espectáculo de cansancio y hartazgo que quiso transmitir el alcalde tras un mes de huelga de recogida de basuras se redujo a una bochornosa metedura de pata que, encima, llega tarde. Que el responsable de prestar el servicio salga a la palestra a rasgarse las vestiduras, insisto, un mes después de empezada la huelga, y se ponga ahora digno es para echarse a reír, si no fuera porque tenemos la ciudad como la tenemos.
Foto de ABC. Seguimos saliendo por cosas así... |
Desafía Orozco a la empresa Urbaser a comportarse en Lugo igual que en Santiago. Es que se comporta mejor, hombre de Dios, con lo que el problema debe de estar al otro lado de la mesa negociadora. En Santiago la plantilla aceptó una subida del 45% del IPC mientras que en Lugo no sólo no aceptan la subida del 100% sino además quieren otra serie de prebendas.
Por supuesto, que en Lugo se haya readmitido a los huelguistas que se negaron a cumplir los servicios mínimos a todo el mundo (menos a mí) le parece normal. Incumplir la ley se convierte en una táctica lícita si no tiene consecuencia alguna, y el cachondeo nacional alcanza cualquier atisbo de seriedad que tenga la osadía de asomar a este país.
Eso sí, los sindicalistas son muy rigurosos a la hora de exigir el cumplimiento de las normas en su beneficio, pero consideran “innegociable” que no se sancione a los “compañeros” que hicieron lo que le salió de las narices aunque fuera para hacer una reivindicación lícita, que nadie niega que lo fuera.
Una vez más volvemos a los argumentos de costumbre: los sueldos que cobra esta gente (que no consideraba un punto a tratar pero que reconozco que se convierten en relevantes cuando son su reivindicación y el motivo por el que nos tienen a todos nadando entre mierda), la pasividad de un alcalde que sólo sale de vez en cuando a decir que si no negocian no respira (como hacemos todos cuando pasamos junto a los contenedores), la paciencia infinita de los lucenses, y la falta de prestación de un servicio público que, eso sí, nos cobran con exquisita puntualidad.
¿Qué puede hacer el alcalde? Por lo que se ve poco, pero tiene una ventaja, y es que los medios no lo atacan porque les cae bien… o vaya usted a saber por qué. El País le dio duro a Ana Botella, la tan criticada Ana Botella, a los nueve días de huelga de limpieza en Madrid, mientras calla cómplice o dice lo mínimo tras un mes de huelga en Lugo.
Resido fuera de Lugo y veo todos los dias desde hace un par de semanas en los diferentes informativos a nivel naional, referencias a la huelga de basuras de Lugo, por lo tanto eso de se ve que el Alcalde " no les cae bien… o vaya usted a saber por qué"...!!ay, ay ay!! las vendettas provincianas.
ResponderEliminarAún obviando su despectiva referencia al provincianismo, he de decir que su propia valoración de la situación me da la razón. Si se fija, dice que hace un par de semanas que lo ve en la tele. Llevamos 6 de huelga. Si eso no le parece un trato de favor, cuando a otros que a los ocho días ya les pedían la cabeza...
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