Elegir entre plantar lechugas o ayudar a la Protectora

Gobernar es elegir. ¿Ustedes gastarían nuestro dinero en crear huertos urbanos... o en solventar el problema de las mascotas que los desgraciados abandonan?
Fotos: La Voz de Galicia y El Progreso respectivamente

Los presupuestos son el guion de lo que se espera para el desarrollo de la acción de cualquier administración en el año próximo, 2024. Se suelen presentar con cierta antelación a la finalización del ejercicio, o al menos esa es la teoría, y después se presentan enmiendas y se votan.

Normalmente la oposición tiene que analizar las cuentas con recursos limitados y tiempo escaso para ver dónde se pueden mejorar las cosas y hacer sus sugerencias, y a esto se añade una dificultad adicional: las propuestas que hagan han de ser equilibradas, lo que quiere decir que no vale que digan "queremos un millón de euros más para caramelos en la cabalgata de Reyes", tienen que decir a qué partida se resta ese millón, lo que obviamente hace que las cosas hayan de estudiarse con sentidiño porque lo que se añade de un lado se quita de otro.

El único grupo de la oposición, el del PP liderado por Elena Candia, ha propuesto una serie de modificaciones que sufrirán el mismo destino que todas las demás ideas que no salen del Gobierno: el desprecio sin el menor análisis. Sin embargo hay varias que son muy interesantes, e incluso diría que difícilmente discutibles, y particularmente me han llamado la atención dos.

La primera es que de la partida genérica de Cultura los populares proponen reservar 340.000 euros para abrir y programar el nuevo auditorio. Es inconcebible que las cuentas oficiales no hayan destinado ni un céntimo para poner en marcha la instalación, lo que hace ver que no cuentan con abrir esa "necesaria dotación" durante otros doce meses.

La segunda me toca más aún la fibra, y eso que lo del auditorio es tema recurrente en este blog. Candia propone destinar los 733.663,00 euros que el Gobierno reserva para la creación de huertos urbanos en A Garaballa a construir las nuevas instalaciones de la Protectora de Animales.

Ya no vamos a entrar si gastarse casi tres cuartos de millón de euros en que la gente plante lechugas tiene el menor sentido (nos sale cada cogollo a precio de langostino, que encima pagamos entre todos) sino que ese dinero valdría para solventar un problema creado por la propia administración con la Protectora.

Las instalaciones de esta entidad son terribles, y no sólo no se les da solución a pesar de venirse anunciando reiterada y falsamente desde tiempos de Orozco, sino que no se pueden reformar por cuestiones burocráticas. Sólo cabe el traslado a una nueva ubicación.

Nuestra sociedad apesta en muchos sentidos, pero entre los más crueles está el del abandono de mascotas, que encima ha aumentado tras la entrada en vigor de la nueva ley que se supone que busca el bienestar animal y que ha logrado exactamente lo contrario, al menos a corto plazo: se han disparado los abandonos.

Pues bien, el Gobierno de Lara Méndez prefiere gastarse nuestro dinero en hacer unos huertos urbanos o un cementerio para mascotas en lugar de dedicar los esfuerzos a cumplir una obligación legal como es el de atender a los animales que nuestra, en ocasiones vergonzosa, especie ha domesticado para después abandonar y maltratar.

Entiendo que les chirríe aceptar modificaciones propuestas por "los otros", a nadie le gusta que le corrijan, pero confiemos en que el sentido común impere y que nuestro pequeño "parlamento" local sirva para que las buenas ideas se tomen en consideración... aunque lo dudo bastante, la verdad. Las mayorías absolutas fabricadas como la que padecemos tienden a ejercer el rodillo para tumbar cualquier propuesta, al margen de las bondades de la misma.