lunes, 11 de diciembre de 2023

Gracias, Guiti

Buen viaje, Guiti, y muchas gracias por todo

Las personas tenemos muchos aspectos en nuestras vidas. Para unos somos compañeros de colegio o de estudios, para otros de trabajo, en ocasiones compartimos aficiones o lazos de sangre, amigos comunes... Cuanto más compleja y plural es la inquietud de alguien, más relaciones establece, y sin duda alguna este es el caso de Manuel López Guitar, "Guiti".

Guiti era una persona tremendamente poliédrica: en su faceta más pública era arquitecto, recreador y artista. Siempre sentí envidia de su capacidad para plasmar en un dibujo muchos de los rincones y detalles de nuestra querida ciudad, dando forma a la pasión que ambos compartíamos por Lugo. Como arquitecto no compartía muchas de sus visiones. No coincidíamos en percibir las cosas igual en muchos aspectos, tanto estéticos como prácticos, pero los debates siempre fueron constructivos y razonados, que es algo que escasea demasiado, y me aportaron muchísimo, incluso cuando inicialmente no me hicieron mucha gracia. Era un hombre convincente y muy didáctico a quien creo que le gustaban nuestros largos debates sobre la ciudad, en discusiones que desde luego a mí sí me encantaban y que echaré mucho de menos.


Estaba orgulloso de Lugo y siempre pensaba en difundir las bondades de nuestra ciudad y en cómo mejorarla. Fue uno de los impulsores y participantes del grupo Dibujando en Lugo, que se citaban para hacer honor a dicho nombre y ayudó a que muchas personas se animasen a compartir sus imágenes de Lugo.

También lo tuve de docente en un curso que dio en la Vieja Cárcel sobre caligrafía romana, en el ámbito del Arde Lucus Cultural, aunque lamentablemente no se me pegó nada de su maestría con los rotuladores y las tintas. El que es zote es zote y no hay nada que hacer, y creo que me podría dar clase Picasso en persona que seguiría siendo nulo para el dibujo o la escritura, todo lo contrario que Guiti. Sus últimas publicaciones en redes sociales fueron de letras capitales decoradas, un arte muy medieval que le robó horas de sueño pero que nos deja imágenes maravillosas que miro con cariño y admiración.

Puede que una de las señales de su cautivadora personalidad fue su extendida relación con el Arde Lucus. En un microcosmos como es el de esta fiesta, con cientos de participantes y 19 asociaciones implicadas, Guiti tenía la virtud de caer bien a todo el mundo, porque siempre estaba ahí para colaborar desinteresadamente en todo lo que fuera recreación, que se tomaba muy en serio. No creo que haya asociación que no recibiese el honor de alguno de sus escritos y atesoraremos para nuestro recuerdo los papiros que decoró para nosotros, con los mejores premios y reconocimientos.


Nos ha dejado con tan sólo 62 años y tras una enfermedad que no quiso hacer saber más que a su familia y sus amigos más cercanos, entre los que, aunque sí que tuvimos siempre muy buen trato, lamentablemente yo no me encontraba. De hecho me enteré de su dolencia el mismo día en que, muy poco tiempo después, se conoció la noticia de su fallecimiento, que fue un auténtico shock.

La última vez que compartimos una larga conversación fue en el autobús que nos llevaba y nos traía a Mérida para disfrutar de una afición común por lo romano, y, revisando mis recuerdos, sí es cierto que me dijo cosas que ahora veo con otra perspectiva, aunque sin que me aclarase el motivo de aquello que me contaba.

Querido Guiti, que allá donde vayas tengas constancia del inmenso cariño, admiración y respeto que dejas aquí, y créeme que no olvidaré nunca tus sabias lecciones. Gracias por todo.

1 comentario:

  1. Que bonito !!!... me identifico perfectamente con tus palabras... Gracias por plasmar y compartir tus sentimientos. Un biquiño

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