Un detallazo que tuvo el Alcalde con los funcionarios del Ayuntamiento: para ahorrarles trabajo, que la gente está muy liada en las oficinas municipales, se cargaron la estatua de la matrona del parque sin molestar a los técnicos con el engorro de tener que tramitar el oportuno y obligatorio expediente administrativo, sin hacer concurso de ideas, sin autorizaciones de ningún tipo, sin licencia ni proyecto... Todo por no molestar. No me digan que no es un solete.
Ahora en serio, es otro melón judicial el que se abre a Orozco en Lugo, aunque él no se preocupa de frutas porque está deshojando flores. Ahora esa escultura que la mayor parte de los lucenses ni siquiera habían observado con detenimiento en su vida (estaba en un rincón bastante discreto del Rosalía de Castro) se ha convertido en la tercera pista del circo que es la política de nuestra ciudad en los últimos años.
Ayer declararon en el juzgado, que va camino de ser el “¡Hola!” lucense, ya que si no te imputan parece que no eres nadie, el exconcejal Piñeiro y José Luis Otero, de Fundiciones Pardo.
El primero reconoció que el asunto de la matrona se hizo, como les decía, sin acuerdo municipal, sin licencia, sin proyecto, sin proceso de adjudicación, ni junta de compras, ni expediente… vamos, lo que se vendría a considerar por las bravas. Supongo que si dicen eso en un juzgado será porque consideran lícito o aunque sea medio normal hacer tal cosa, lo cual es lógico cuando en el gobierno al que perteneces la mitad de los servicios públicos están operando sin un contrato en vigor.
Piñeiro y Otero declararon que hubo varias reuniones para ver cómo se podía pagar aquello (por cierto, 127.000 euros de “aquello”), y que el propio Orozco reconoció que no sabía cómo le iban a pagar porque los funcionarios le tenían “mucho miedo a la jueza y ninguno quiere hacer el expediente”. ¡Qué cosas! ¡Vaya cobardes! ¡Mira que no querer tramitar un procedimiento totalmente ilegal basado únicamente en “porque yo lo digo”! Habrase visto…
Más allá de la justificación que esa resistencia de los funcionarios a no hacer cosas ilegales, lo que por cierto pueden hacer porque tienen una oposición aprobada y el Alcalde no los puede echar a la calle por contrariarle, y más allá de que el desmontaje y el tratamiento dado a la estatua fue una chapuza de marca mayor (quizás ahí está la “marca Lugo” que tanto buscan), aquí hay un claro ejemplo de cómo se hacen las cosas en el Ayuntamiento, de forma arbitraria, caprichosa y basada únicamente en el arranque torero de un concejal o un alcalde. Y eso no puede ser.
Un detallazo de Orozco, no tramitar expediente para ahorrar trabajo a los funcionarios |
Lo gracioso es que el propio Alcalde de Lugo está de acuerdo en hacer una intervención sin licencia ni ningún tipo de proyecto o de control, pero como un ciudadano de a pie tenga la osadía de pintar la puerta de su casa sin tramitar el oportuno papelito con sellos de colores le crujen a sanciones, y si su edificio está dentro de murallas, mejor que venda la casa para pagar las multas. De acuerdo en controlar la acción privada, pero en palabras de Pedro Ruiz, “para tener la boca grande hay que tener el culo limpio”, o lo que es lo mismo, hay que predicar con el ejemplo.
Eso sí, mientras se daban estas bochornosas explicaciones en el Juzgado, en el Ayuntamiento el señor Álvarez, a la sazón portavoz del gobierno, le dice a Jaime Castiñeira algo que suena a “jo, ya vale, juego revuelto, tío te estás pasando, venga, anda, para…” lo que en lenguaje políticamente correcto se traduce en algo como “están haciendo propuestas electoralistas”, que es lo que algunos dicen cuando no quieren dar la razón al oponente aunque la tenga. También dicen que abusa mucho del tema de la ORA, en lo que pueden tener razón, porque anda que no hay otros temas con los que sacar los colores a Orozco y sus muchachos, si bien el de la zona azul, controlada por una empresa que está más tiempo en los juzgados que la Pantoja y que está acusada de dar regalitos al gobierno local (presuntamente por supuesto), es una preocupación real de la ciudadanía, que ve pasmada cómo se ratean 6.000 euros para que Lugo sea Capital Gastronómica Española pero se construyen cafeterías públicas por doquier.
También es curioso que en el mismo día en que en el juzgado su excompañero Piñeiro reconocía que las cosas se hicieron saltándose todos los procedimientos administrativos, justifique los retrasos en obras acordadas en junio a causa de la tramitación de los proyectos. No me digan que no es tierno, ver cómo según interese la legalidad se cumple a rajatabla o, una vez más, se habla de no poner "puertas al campo", saltándose a la torera las normas que no apetece cumplir.
De coña.
También es curioso que en el mismo día en que en el juzgado su excompañero Piñeiro reconocía que las cosas se hicieron saltándose todos los procedimientos administrativos, justifique los retrasos en obras acordadas en junio a causa de la tramitación de los proyectos. No me digan que no es tierno, ver cómo según interese la legalidad se cumple a rajatabla o, una vez más, se habla de no poner "puertas al campo", saltándose a la torera las normas que no apetece cumplir.
De coña.
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