jueves, 2 de noviembre de 2023

Trucos y tratos que abarrotaron el centro de Lugo

En algunos casos me da pena tapar las caras. Una niña que iba de Miércoles Addams (yo diría que era el disfraz de moda este año) ponía una cara tan lograda que no les digo que miedo, pero mal rollo vaya si daba...

No sé si hubo trucos, pero sí les puedo asegurar que hubo muchos tratos.

El martes, día 31, se demostró que el casco histórico tiene un poder de atracción que nada puede combatir. Ni las obras, ni el mal tiempo (aunque este año no hubo queja, que llovió sólo a ratitos y muy poco), ni los coches pasando por todas partes.

Había niños hasta debajo de las piedras, disfrutando del Truco o Trato organizado por Lugo Monumental y que fue un rotundo éxito gracias a la desinteresada colaboración de los 73 establecimientos que repartieron golosinas a todos los que les decían esa fórmula "mágica" tan popularizada por el cine.

Pero no se engañen, no sólo los niños lo pasaron bien. Los adultos que los acompañaban (y otros que andaban "por libre") disfrutaron como críos de una fiesta que, por mucho que sea la americanada del siglo, triunfa cada vez más porque se basa en la sencillez de evitar complejos sistemas y mecanismos para conseguir los caramelos. Llegas, los pides, y sigues.

En la Cadena SER me preguntaba el otro día Sara Meijide que dónde estaba el truco, por qué iban los locales del centro a regalar más de 3.000 euros en caramelos y 500 calabazas si ni se exige una compra mínima ni ningún requisito para participar. Pues es sencillo: porque son lucenses con un negocio que quieren ayudar a que su barrio, en este caso el recinto amurallado, sea agradable y atractivo para la gente. Y ya.

Ese es el encanto del pequeño comercio y los locales de cercanía, que trabajan para ganar su dinero, claro que sí, pero no es su único motor. Participan en estas actividades y ayudan a que las calles estén llenas de vida y de alegría, y además lo hacen con un encanto que es inalcanzable para los enormes conglomerados económicos para los que sólo somos números y nuestras ciudades las parcelas en que cosechan beneficios. La diferencia es abismal.

El cariño por Lugo, por nuestra gente y el cuidado que se pone en estas cosas es lo que nos diferencia y por lo que hay que evitar la tentación de tirar de móvil para todo y recordar lo que en la Pandemia vivimos paseando con todas las tiendas cerradas. Fue muy desagradable, mucho más que hacer el esfuerzo de salir a la calle de compras algo que, además, se agradece enormemente una vez que se vence la pereza en días como estos de viento y lluvia.

En todo caso, gracias a todos los participantes por el gran éxito del Truco o Trato.

¡El año que viene, más!

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