jueves, 16 de noviembre de 2023

Un par de recuerdos con Don José María Carrascal en Lugo

La foto tras la presentación con Don José María

A principios de los años 90 yo cursaba 3º de BUP en el IES Nuestra Señora de los Ojos Grandes, alias "el Femenino", y era tradicional organizar una excursión que, normalmente, iba a Benidorm, Mallorca o algo así. Nosotros fuimos un poco más ambiciosos y nos fuimos a Italia, en autobús (una paliza, pero fue fantástico), y para ello hicimos durante todo el curso diversas actividades para recaudar dinero para el viaje. Una de ellas, que entonces se llevaba mucho, era un desfile de moda en la discoteca que se llamaba Yguazú, después BOE y hoy cerrada.

Yo estaba en la organización de la excursión y cuando se planteó lo del desfile lo normal era hablar con tiendas de la ciudad para "vestir" a los modelos, que eran los compañeros más guapos del curso e incluso teníamos a alguna persona que había hecho pinitos en el mundo de la moda como Raquel Guerrero.

Pues bien, en ese contexto propuse utilizar, como reclamo en el desfile, corbatas de José María Carrascal. Las corbatas eran una llamativa forma de dar visibilidad a su personaje en las noticias y eran todo un icono en los 90. Hablamos del momento de mayor gloria del periodista, cuando todo el mundo trasnochaba para ver el informativo de madrugada de Antena 3 y escuchar sus comentarios, siempre llenos de sentido común, ironía e incluso humor que daban un toque diferente a las noticias.

Carrascal era ya una leyenda del periodismo, y me dijeron que si estaba loco, que no nos haría ni caso, pero siempre me ha parecido que en estas cosas el no intentarlo es lo peor que se puede hacer. Ni corto ni perezoso llamé a Antena 3 y pedí hablar con él y, para mi gran sorpresa, se puso al teléfono.

En cuanto le dije de qué iba el tema y que le queríamos pedir prestadas diez o doce corbatas me dijo que eso era complicado porque lo había hecho algunas veces y no se las devolvían... pero todo cambió cuando le mencioné que le llamaba de Lugo. Su tono se convirtió en más alegre y me dijo algo como "hombre, siendo de Lugo seguro que sois gente de fiar". Se comprometió a mandármelas y me dijo que de las doce que enviaría que le devolviéramos diez y que las otras las sorteásemos si queríamos. Así lo hicimos.

Poco después me lo encontré en el Verruga tomando un vino con sus amigos de Lugo y le agradecí en persona su gran detalle y me dijo con gran simpatía algo como "tenías que haber empezado por decirme que eras del Verruga, que entonces ya te mandaba las que quisieras". Resulta que conocía a mi familia de toda la vida, a mis abuelos y a mis padres.

Recordé todo esto cuando, tras cerrar el restaurante por jubilación, se nos ocurrió la idea de hacer un libro de recuerdos y recetas, así que contacté una vez más con él para pedirle que nos hiciese el honor de prologar el libro. No sólo es que lo hiciera encantado y de forma totalmente desinteresada, es que encima no olvidaré nunca que me agradeció acordarnos de él. Los años ya habían pasado y aunque nunca dejó de ser una persona conocida que seguía publicando sus artículos en periódicos de tirada nacional, todo guiño que le venía de Lugo le seguía pareciendo algo enternecedor.

Unos días después de su fallecimiento miro con cariño el ejemplar del libro del Verruga que me firmó, y las fotos de la presentación que hicimos en la Casa de Galicia en Madrid para que él pudiera venir, un esfuerzo del que jamás me arrepentiré porque su amabilidad, su simpatía y su absoluto amor hacia nuestra ciudad lo convirtieron en alguien por quien sentía un gran cariño.

Muchas gracias por todo, Don José María Carrascal. Ha sido un honor.

Presentación del libro "Restaurante Verruga: Historias y recetas"


1 comentario:

  1. Entrañables recuerdos y bonita evocación. Yo también coincidí con él en un acto académico que se realizó en el Instituto Masculino (al. Lucus Augusti). Coincido en tu opinión acerca de su accesibilidad. Los importantes y singulares son así.

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