El BNG celebra el 18 de Julio

Ojiplático, así me quedé ayer. Iba tranquilamente por la calle de la Reina hacia el Campo Castillo, donde había quedado con unos amigos para tomar un café, y escucho ruido de fiesta que venía de detrás del Ayuntamiento… “¿Hay alguien celebrando el aniversario del “alzamiento nacional”?”, pensé yo… Porque no parecía una protesta contra el golpe de Estado sino más bien lo contrario.

Pues no, mi alma de demócrata se pudo tranquilizar porque no era la Falange reeditada sino el Bloque. Bueno, mi alma se tranquilizó a medias. Resulta que el BNG ha cambiado de día el de la “patria galega”, imagino que para poder cogerse el puente la semana que viene, que los nacionalistas también tienen que descansar.

No acabo yo de pillarle el tranquillo a eso de adaptar las fechas a la agenda de cada cual. Es como celebrar la Navidad en agosto porque nos viene mejor o Halloween, la fiesta de moda, en mayo para que caiga en sábado y con buen tiempo. Mi abuela Emilia siempre celebraba su cumpleaños el día que caía, y le daba igual que fuera un sábado o un martes. Creo que sólo en una ocasión cambió la celebración para un fin de semana y, como no le convenció la experiencia, volvió a su costumbre de hacer las cosas cuando hay que hacerlas.

Tiene su lógica que si celebras una fecha lo hagas en esa fecha, pero eso casa poco con la agenda digital del iPhone de los jefes, así que mejor se hacen una celebración en diferido que es como más asumible. Claro que pedir lógica a un partido nacionalista que hace una celebración el día del golpe de Estado franquista, en lugar del día que corresponde, que es el de Santiago, Santo Patrón de España… En fin, cosas que pasan.

Estuvieron dando el coñazo desde las siete y algo de la tarde hasta más de las nueve y media. Yo sólo tuve que soportar la última parte, y lo hice estoicamente porque pensaba que no podía quedar mucho, ya que me habían informado puntualmente de que ya llevaban hora y media de mitin así que calculé, inocentemente, que le quedarían al tema unos minutos. Me equivocaba.

El chiringuito eran un par de carpas de esas blancas cuadradas, una megafonía atronadora para los cuatro gatos que estaban (la policía imagino que calcularía unas 40 personas, la organización 123.233, yo como mucho 50 y tengo fotos…) y, eso sí, vino y empanada. Es curioso porque el Ayuntamiento deniega a los particulares la instalación de puestos de bebidas alcohólicas, pero claro, entre bueyes no hay cornadas.

Para que vean que soy buena gente les dedico hoy este artículo, y les voy a dar un punto positivo: es bonito ver que a pesar de que las cosas les van cuesta abajo y sin frenos no caen en el desaliento y siguen a lo suyo. Poner 60 sillas para un tema de estos y llenar la mitad a otros les deprimiría, pero no al BNG. ¡Bravo por ese ánimo y que no decaiga!