Aquel cartel que se hizo famoso y que decía “se hablan idiomas por señas” tenía bastante más lógica de lo que parece. Hoy día los carteles de señalización parece que están más para evitar sanciones a las administraciones que para cumplir su función informativa.
No hace tanto uno llegaba a la playa, por ejemplo, y veía un cartel que ponía “prohibido perros”. El resto más o menos se daba por sentado: no hacer fuego, no tirar basura, no usar jabón en las duchas… cosas que suelen venir dadas con eso que se llama ser educado. Incluso, miren si soy mayor, recuerdo que a los niños se nos decía que no molestásemos a la gente sin que por eso nos traumatizáramos ni nada.
Pero han llegado unos tiempos diferentes, en los que hay que andarse con ojo. No tanto por parte del usuario (antes lo que daba miedo era si te ahogabas o te abrías la cabeza en las rocas), sino por parte de los ayuntamientos, que tienen que tratarnos como si fuéramos gilipollas para evitarse una denuncia bajo ese nuevo mantra de “es que no nos avisaron”.
Eso provoca que a la entrada de algunas playas se empiecen a ver carteles que ni los del Plan E. Llenos de literatura que si te paras a leerla pierdes toda la mañana de playa, por lo que su función principal, que es informar, queda anulada en un país en que no hacemos más que imprimir libros para hacer bonito en las estanterías, porque leer, lo que se dice leer, creo que mucha gente sólo lo hace con el Hola y el horóscopo. Si no no se entiende que pongan “haber si nos vemos”, que es una de las faltas de ortografía que más me chirrían. (Aclaración “A ver si nos vemos” es lo correcto: ese “ver” es de “mirar” no del verbo “haber”… por si acaso).
A lo que iba, en ese cartelón hay semejante cantidad de información que no es asumible. Obviamente si uno se para está casi todo bien escrito, pero estás de vacaciones y lo último que te apetece es pararte a pleno sol a ver qué obviedades te cuentan. Pero hombre, si hasta cuando compramos un chisme tecnológico ni nos molestamos en leer las instrucciones en el 90% de los casos…
Un último detalle, que es una chorrada pero que me hizo gracia. Si hablas gallego te puedes bañar con bandera roja. Con precaución, pero puedes. Eso dice el cartel. Si luego alguien se les ahoga, probablemente la familia se forrará con la indemnización diciendo que “oiga, ahí ponía que podía bañarse con precaución”. Y si les dicen que debajo pone lo contrario en castellano e inglés, y que el más elemental sentido común indica lo mismo siempre pueden alegar que “están en su derecho” de informarse sólo en un idioma. Y lo triste es que legalmente tendrán razón y se forrarán a costa de un mero error.
En resumen: los idiomas mejor por señas. Un cartel diez veces más pequeño con pictogramas y van que arden.
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