Gracias por un magnífico 2024

Estadísticas del 2024. Nada de qué quejarse. Al contrario, mil gracias por estar ahí.

Se acaba el año 2024 y con él se van 192 artículos (193 con el que están leyendo) y, como hacemos todos, toca hacer balance.

Aunque no es habitual, quizá sea por el paso de los años que me he puesto a revisar las visitas del año en el blog, los artículos más leídos y los comentarios que más me han interesado.

Si les digo la verdad pensé que las visitas habían caído, pero ha sido justo al revés. Han aumentado, y no poco, respecto a años anteriores. Desde el 1 de enero estas Historias desde Lugo han recibido 245.000 visitas, que no sé si es mucho o poco, pero para mí es una barbaridad. Soy consciente de que un "youtuber" hablando de chorradas tiene esas visitas en 10 minutos, pero aquí no se busca la cantidad sino la calidad, y me agrada que haya todavía gente que lee, incluso aunque no siempre comparta las opiniones que analiza. Pensar es bueno.

Inicié este blog con regularidad a mediados del año 2010, y en estos casi quince años que llevamos juntos se ha accedido algo más de 2,2 millones de veces a los muchos artículos que se incluyen, concretamente 3113. Un matemático, por malo que sea, les podrá decir que eso sale a unas 710 visitas por artículo, que este año 2024 se han incrementado a 1275 de media.

¿Refleja eso un cansancio por la situación de la ciudad? Es probable. Si tenemos en cuenta que ésta es una bitácora muy crítica en que se habla de temas lucenses y que busca poner sobre la mesa temas que normalmente no se tocan o directamente se ocultan bajo una alfombra, es de sentido común pensar que los lectores habituales son personas que coinciden hasta cierto punto con esa visión.

Ayer mismo me decía una persona en redes sociales que tiene que ser triste ser tan “amargado”. No creo que lo sea, soy crítico que es distinto.

¿Dónde radica la diferencia? En que yo sí que creo que es posible un Lugo mejor, gestionado con eficiencia, en que se atajen problemas reales y no se gasten nuestros recursos en obras inútiles, iniciativas descabelladas o proyectos que sólo sirven para hacer la foto de un día y que después son rémoras para nuestras cuentas. No hace falta que les ponga ejemplos, porque seguro que ustedes tienen en la cabeza varios.

No sé si estas críticas ayudan a alguien a reflexionar sobre cómo se hacen las cosas, confío en que sí, aunque no parece que en general sirvan más que como desahogo personal. Pero, aunque sólo sea para eso (de hecho en su día abrí el blog con esa intención) me doy por satisfecho.

A quienes tienen la paciencia de leerme les agradezco enormemente su fidelidad y su constancia. Sé que no siempre estaremos de acuerdo (lo contrario sería raro) pero ya saben que con cortesía, argumentos y educación aquí se admiten todas las opiniones. Para poner anónimos con insultos ya tienen otros muchos lugares, por lo que esos se bloquean, aunque por suerte este año sólo ha ocurrido una vez que yo recuerde.

Les deseo un muy feliz año 2025, que sea el año de la autovía a Santiago, de la recuperación del casco histórico, y que al ser el año de las rimas venga con buen humor, que buena falta nos hace.

¡Feliz año nuevo!