martes, 2 de mayo de 2023

Lara Méndez amenaza atentar contra la salud pública (es en serio)

El anuncio de Lara Méndez va contra la salud pública, la normativa, y el sentido común.

El Progreso del sábado recogía en su página 29 un tema que se planteaba como una curiosidad, y no como el titular a toda página que debiera ser: Lara Méndez anunció en el acto de presentación de su lista electoral que cuando llegue el frío va a subir las temperaturas de las mal llamadas Caldas y que “se atenderá a las ganas de calor de la gente y no a las órdenes sanitarias”.

Aquí pueden pasar tres cosas: la primera, que el periodista escuchase mal, cosa que dudo porque no creo que sea un tema menor que se publica sin estar seguro. La segunda, que a Lara Méndez se le calentase la boca y dijese esa barbaridad en el calor del acto sabiendo que es una mentira del tamaño de la Muralla de Lugo. La tercera, y la más terrible de las tres opciones, que lo piense hacer en serio.

Dado que la primera se basa en un error periodístico poco habitual y la segunda en una dolosa intención de mentir a los electores (algo que por curioso que parezca se considera un pecado venial en esta democracia de pandereta que a veces parecemos sufrir) la tercera parece ser la explicación verdadera, aunque vayan ustedes a saber.

La señora Méndez parece que parte del supuesto de que su caprichito personal de gastarse un millón de euros en unas bañeras colectivas, que ni piscinas son porque para eso tienen que tener algo de fondo, ha de primar sobre las normativas sanitarias. Ese punto de vista, que aparentemente viene de la costumbre de hacer lo que le venga en gana con esa mayoría absoluta que han fabricado y que esperan mantener, adolece de una falta de conocimiento y de cultura básica que es para echarse a temblar.

Las normativas sobre la temperatura del agua no se establecen con una tabla de Ouija, ni con unos dados, ni con la tan habitual política de nuestro gobierno local de “es que la gente lo quiere”. Es resultado de estudios científicos y de experiencias que hacen obligatorio establecer un máximo en el calor del agua para evitar riesgos para la salud.

Cualquier niño de primaria sabe que hay ciertos microorganismos que se desarrollan mucho mejor en aguas cálidas que en otras templadas. Dicho técnicamente, los contaminantes vivos y los no vivos son más frecuentes en aguas más cálidas, y, por ejemplo, las algas y bacterias se reproducen más rápido con más calor.

Pero todo esto es irrelevante para Lara Méndez, que ha decidido que “las ganas de calor de la gente” son mucho más importantes que su salud. Es el epítome del populismo, el que niega la evidencia científica y, lo que es más importante, la normativa sanitaria para llevar la suya por encima aunque ponga en riesgo la salud de los usuarios que tengan la osadía de poner un pie en ese caldo de cultivo de gérmenes, nunca mejor dicho.

Es increíble que tras haber pasado una pandemia no se ponga la salud por encima de todo, y que por ganar una batalla política en un asunto que encima nació muerto, se pretenda ignorar todo esto. En el fondo, si alguien se pilla una infección malo será que sea antes del 28 de mayo, que es la única fecha que les obsesiona y les importa.

En todo caso no se preocupen. Afortunadamente tenemos autoridades sanitarias que velan por el bienestar de la  población ante la inconsciencia de autoridades arbitrarias, y en caso de que ellas no actúen de oficio siempre habrá quien ponga una denuncia, y sí, yo mismo, a título particular, lo haría si fuera necesario. Y ya saben que hasta ahora siempre que he dicho eso lo he hecho, en algunos casos con resultados inmediatos.

Y por cierto, si finalmente consiguen colar lo de que son “terapéuticas”, cosa que no se creen ni ellos porque incluso en las últimas noticias sobre las presuntas “caldas” han ignorado ese punto, tampoco faltará quien lleve el asunto a Fiscalía por ser un delito recogido en el código penal construir tal cosa en zona verde. Y sí, de nuevo si no lo hace nadie más lo haré yo mismo. Y hasta me pensaré denunciar por el uso del término “caldas” y de la publicidad engañosa recogida en el saludo de Lara Méndez en la aplicación en que se reservan las plazas.

Francamente, algunos estamos hartos de tanta tontería institucional y de que se nos tome por imbéciles a todos. Lo que ha hecho Lara Méndez es amenazar con un atentado contra la salud pública, ni más ni menos, y eso ya les digo que, se ponga como se ponga, no va a pasar. Las bobadas de campaña tienen que tener un límite, y el más básico es respetar las normas sanitarias que nos protegen a todos. Hasta ahí podíamos llegar.

2 comentarios:

  1. Y mientras la oposicion pasa de todo Gracias Luis por estar pendiente

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  2. Caldas de la Reina... del Mambo. Esta señora está acostumbrada a hacer lo que le da la gana ... y que llueva. ¿Quién manda en la fiscalía?. Pues eso. Frase para la posteridad del jefe de la banda que se hace extensible a sus cuates.

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