lunes, 1 de julio de 2024

Caneda, Limited Edition

José María Caneda (Foto de La Voz de Galicia ) y el mechero Limited Edition que conservo

Hace unos días que falleció José María Caneda, que fue presidente de la S.A.D. Compostela. Como todo el mundo (y más las personas intensas como él), tuvo sus luces y sus sombras pero yo sólo tuve el honor de conocer su parte más luminosa. Él presidía el “Compos”, y fue cuando nos conocimos y tuvimos una relación relativamente cercana durante un tiempo.

Cuando estudiaba en Santiago me pidió ayuda para organizar un partido de fútbol de su facultad (medicina) mi compañero de colegio mayor, Juan Calviño Cabezas. Como dice Roberto Vilar “a cabeza non para” así que la idea fue creciendo y se convirtió en un muy ambicioso proyecto para llevar a cabo un encuentro entre una selección de universitarios de la USC y el entonces todopoderoso Compos, cuya recaudación iría a la Asociación Española Contra el Cáncer.

Como nuestro entonces rector, Darío Villanueva, era también excolegial del Gelmírez le pedimos ayuda para hablar con el Compos y se mostró muy receptivo a la idea. El problema es que le gustó tanto que nos la “distrajo” y la cambió por un “torneo V Centenario” entre el Compostela y un equipo extranjero de primera división a beneficio (económico entre otras cosas) del V Centenario de la Universidad.

Y entonces entró Caneda en nuestras vidas.

Nuestra desesperación era total. Nuestro rector nos había “robado” la idea de un encuentro de fútbol benéfico y obviamente dos estudiantes de 3º de carrera tenían difícil lograr más credibilidad ante el Presidente de un club de fútbol de primera división que la cabeza de la institución académica. Pero a Caneda no le impresionaban los títulos.

El 29 de febrero de 1.996 conocimos a Caneda en persona, a las 19:45 para ser exactos (llevé un muy detallado diario de aquel tema). Nos plantamos en el estadio de San Lázaro, donde tenía sus oficinas, y para nuestra sorpresa nos recibió de inmediato, y nos certificó lo que ya nos había avanzado por teléfono: que lo que habían hablado con él no tenía nada que ver con lo que nosotros le decíamos y que el Rector nos había tomado el pelo.

Tras una muy larga conversación, que terminó tan tarde que nos tuvo que bajar él en su coche porque ya no teníamos autobuses para volver a nuestro Colegio Mayor, le convencimos. Primero logramos que hiciera nuestro proyecto con el Compostela B y algún jugador del primer equipo (aún recuerdo sus palabras “no puedo decir a un jugador profesional del Compos que le voy a poner a jugar una pachanga con unos chavales”, que las dijo con fastidio porque se notaba que le gustaba la idea)… y al terminar la jornada logramos un compromiso: si lográbamos un evento de cierta categoría él convencería a los jugadores y tendríamos al primer equipo.

Ya nos habíamos movido todo lo posible, y habíamos invitado a toda cuanta autoridad se nos había pasado por la cabeza, pero fue gracias a Don Luis Cordeiro, entonces Jefe de Gabinete del Parlamento de Galicia, y a Doña María Teresa González del Valle Herrero, Condesa Viuda de Castelo (lo que le costó que le llamara Maite, recuerden que yo era un pimpín y ella una señora con todas las letras), la Presidenta de la AECC de Santiago de Compostela, que se logró el empujón final: el partido lo presidiría Fraga.

Como les decía estábamos en 1996, y Fraga era una especie de Dios encarnado en Galicia. En cuanto se supo que venía, toda cuanta autoridad fue invitada vino al palco: desde el Presidente del Parlamento de Galicia al Arzobispo de Santiago, pasando por el Alcalde, el Delegado del Gobierno, y los rectores de la universidad de Vigo y de Coruña. El de Santiago no asistió, a pesar de que con una exquisita elegancia (y, no les voy a engañar, un poco para restregarle nuestra victoria sobre él), le invitamos al palco.

Sargadelos nos hizo el logotipo del encuentro, y la joyería Malde el trofeo, que era una preciosa cruz de plata y azabache que, como era de esperar, se llevó el Compos. La Brilat nos mandó a su banda de música para amenizar el encuentro y hasta hicieron un desfile durante el descanso...

Caneda estaba eufórico. Nunca más que en esa ocasión tuvo a Fraga en su palco, a pesar de sus reiterados intentos, y por los motivos que fuera tenía un interés tremendo en que viniera.

Hasta ahí la historia, muy resumida, de lo que pasó… pero me falta lo que yo guardo con mejor recuerdo.

En una zona del estadio de San Lázaro se hizo un pequeño vino para las autoridades, y en un corrillo estábamos Juan Calviño, Caneda, Maite y yo mismo. Los elogios de Caneda hacia nosotros fueron de tal calibre que nos sonrojamos, pero sobre él mismo decía algo como “yo soy un hombre muy bruto de pueblo, pero supisteis hacerme ver que esto era grande”. Maite lo miró fijamente y le dijo: “no, señor Caneda, es usted todo un caballero y hoy lo ha demostrado”.

A pesar de que el fútbol jamás me ha gustado y de su polémica figura, no puedo menos que recordar con un cariño tremendo a aquel “bruto” que eligió a dos chavales que no eran nadie frente a todo un Rector de universidad porque creyó en nosotros. Guardo como oro en paño un mechero Zippo que me regaló con su firma y que tiene grabado una leyenda “limited edition Caneda”, con el número de serie 22 de 50. Fue su forma de darnos las gracias, como si su intervención no hubiera sido suficiente.

Ahora Maite ya no está entre nosotros, pero siempre perdurará en mi memoria su frase: “no, señor Caneda, es usted todo un caballero y hoy lo ha demostrado”. Con nosotros, sin duda alguna, lo fue.


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