Como especie a veces damos asco por cómo tratamos a las otras. Foto: La Voz de Galicia |
El viernes hubo una asamblea de la Protectora de Animales y Plantas de Lugo en que la directiva presentó un ambicioso proyecto de mejora para las instalaciones que actualmente sufren los pobres animales. El proyecto, generosamente desarrollado sin coste por Manuel Cortón, arquitecto jubilado del Ayuntamiento de Lugo, prevé superar los problemas legales que actualmente tiene la parcela para poder llevar a cabo una reforma integral que convierta aquel triste lugar en una esperanza para los perros y gatos albergados.
La intención es presentar esta alternativa para que el Ayuntamiento desista de su disparatado plan de trasladar la Protectora a un edificio abandonado (el antiguo matadero) porque, sinceramente, no saben qué hacer con él. Pero meter allí cualquier cosa, con esa tendencia a la improvisación que tienen nuestros dirigentes, no es la solución para los animales, sólo lo es para el Gobierno Local.
El edificio del viejo matadero no vale por varios motivos: el proyecto se desarrolla en dos plantas, lo que es una barbaridad porque no tiene lógica ninguna andar con escaleras de por medio con los animales, y más si están enfermos o tienen algún problema; la parcela es muchísimo más pequeña que la que actualmente se está disfrutando, propiedad de la Diputación Provincial de Lugo; en esa nueva ubicación no hay zonas de paseo a las que se puedan llevar los perros... De hecho, creo que nadie, ni siquiera el Ayuntamiento una vez se ha marchado Lara Méndez, defiende hoy día ese cambio, que además costaría un Congo.
Reformar las actuales instalaciones es más barato, más lógico, más factible, más útil y más razonable. Lamentablemente no todo es tan bonito incluso estando todos inicialmente de acuerdo en el núcleo del asunto. La tensión en la reunión fue tan sorprendente como palpable, ya que hay un sector de asociados que no comparte la forma de trabajar de la directiva y se ve que la cosa lleva tiempo enquistada. Como socio de la Protectora he ido a varias asambleas y siempre hay discusiones, pero la verdad es que nunca vi tanta animadversión como en ésta. Fíjense hasta qué punto están las cosas que una persona incluso le preguntó al arquitecto “¿Y usted qué gana con todo esto?”, a lo que éste respondió “¿Y usted qué gana con estar ahí sentada?”…
En el momento en que una persona que ha dedicado horas y esfuerzos a hacer gratuitamente un proyecto para la Protectora tiene que escuchar una pregunta tan desconfiada y grosera como esa, la cosa es que no va bien encarrilada. Tal vez sí haya motivos para la queja, eso no lo voy a negar, pero no contra estas personas.
Toda labor humana es mejorable, por supuesto, y en Lugo hay una tendencia de las directivas de las asociaciones a guardar un secretismo poco adecuado sobre cómo se hacen las cosas y por qué se llevan a cabo. Siempre me ha llamado la atención. Se supone que una asociación es la agrupación de personas que comparten un fin o una afición y que se unen para lograr unas metas. Eso, que es tan sencillo en apariencia, se acaba complicando y los enfrentamientos entre grupos o personas concretas lo que redundan es en dificultar llegar a ese fin común.
Aquí es exactamente lo que parece que está pasando. La desconfianza, a veces abonada por esa inexplicable resistencia a la transparencia, torpedea la labor común y en ocasiones hace que parezca, precisamente, que no es común sino de una parte del grupo.
Aún estamos a tiempo de corregir y de unirnos todos en torno a un proyecto que realmente sí tiene muchos visos de poder salir adelante si remamos en la misma dirección. Toca trabajar juntos pensando en el bienestar de los perros y gatos de la Protectora y no en cuestiones personalistas.
Estimado Luís:
ResponderEliminarEse “¿Y usted qué gana con todo esto?” supoño que é o que remata por convencer a algunha xente de que é mellor non facer nada polo ben común, aínda que sexa por evitar a sospeita de ter escuros intereses no que se faga.
Supoño que esa sospeita tamén caerá sobre vostede por propoñer cousas neste blog, ou sobre min mesmo por tentar aportar a miña opinión nel (últimamente creo que son o único moitas veces, así que se cadra varios xa evitan contribuír)
Ogallá non se sospeitase da aportación xenerosa e altruista da xente (aínda que haxa aproveitados con segundas intencións, coma en tódolos eidos da vida) e, ó contrario se valorase, agradecese e debatese para mellorar esas aportacións, tamén de xeito altruista.
En fin, como en Momo, do que vostede falaba o outro día, os "homes grises" están facendo que a xenerosidade sexa sospeitosa.