miércoles, 8 de agosto de 2018

Consejos (sobre agua) vendo que para mí no tengo

  
Dar consejos es una gran cosa. Cumplirlos para dar ejemplo ya es harina de otro costal.
Una de mis obsesiones es el agua, no me pregunten el motivo porque la verdad es que no lo tengo claro, pero siempre me ha parecido algo casi milagroso que girando un mando el elemento más preciado para la vida corra alegremente en nuestras casas, algo tan cotidiano que creo que no somos plenamente conscientes de lo que supone. Cuando en este mundo hipertecnológico pensamos que los romanos ya tenían casas con agua corriente en el viejo Lucus Augusti, y que incluso algunas villas contaban con agua caliente y calefacción la sorpresa es mayor todavía, pero insisto, hoy no le damos la importancia que tiene al tema.

Por eso cada vez que veo una fuente con el grifo permanentemente abierto me acerco a cerrarlo, porque veo que el agua se desperdicia con una dejadez que solo puede venir de la inconsciencia del milagro que supone contar con ella día tras día de forma tan cotidiana. De hecho les he hablado de ese asunto hace no mucho en este mismo blog, de los grifos de las fuentes que no funcionan correctamente y que siguen manando agua horas después de que se utilicen.

Lo más llamativo es que el Ayuntamiento se ha molestado en crear una “guía de buenas prácticas” del agua que por lo que veo ellos mismos ignoran olímpicamente. Según su propio documento un grifo abierto consume unos 20 litros por minuto, así que esas fuentes que con tanto descuido quedan abiertas tiran 1200 litros por hora, y les aseguro que están así muchas, muchas horas.

Ahí tienen el dato de lo que pierde un grifo abierto.

No sé cuánto habrá costado la impresión del libro de marras, pero en mi modesta opinión harían un servicio mucho más importante a la red de suministro si cambiaran los grifos de las fuentes que no funcionan correctamente. Lo hicieron con uno, el del canil del carril de las Estantigas, que por cierto es horroroso porque es un grifo doméstico que no pega en la fuente ni con cola, pero al menos funciona bien que es de lo que se trata.

Si tienen a bien algún día tomarse esto en serio, y como colaboración, les señalo cuatro fuentes que, sin moverse del centro, presentan ese problema de despilfarro: la que está frente a Sanidad (la que parece un reloj de sol), la situada en San Fernando frente al cuartel en el pequeño parterre, la de la Plaza de la Soledad, y la de la Plaza de España. Ya tienen por dónde empezar antes de decinos a los demás lo que hacer. De nada. Ahora prediquen con el ejemplo.

Uno de los grifos que no cierra bien. 1200 litros por hora...

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