viernes, 17 de febrero de 2023

Se rumorea (otra vez) el cierre de Zara en el centro

La tienda de Zara del centro en un edificio blasonado.

Hay persistentes rumores sobre el próximo cierre de Zara en el casco histórico de Lugo. La ampliación de su tienda del centro comercial y los problemas que día a día el Ayuntamiento pone a las actividades del entorno amurallado pueden ser dos de las pistas que hacen que, tras dos décadas de repetir esa cantinela, en esta ocasión pueda ser cierto. Evidentemente eso supondría un golpe para el centro, ya que nadie puede negar el efecto “imán” que tiene el buque insignia de la cadena Inditex.

Si yo pudiera dirigirme directamente a Don Amancio Ortega me gustaría pedirle que reconsidere la estrategia de su cadena en esos temas. Durante los nueve primeros meses de 2022 la gran cadena textil ganó 3.100 millones de euros, y es difícil que con esos números alguien reflexione si se está equivocando, ya que parece que las cifras le dan la razón. Y la tiene, en cuanto a beneficios, que en una empresa de este tipo es lo único que realmente importa.

Pero tras todo eso hay personas, y a la cabeza está quien comenzó en un taller en la calle Noia de Coruña, y peleó después en su primera tienda Zara de la calle Juan Flórez. Me encantaría poder sentarme con el señor Ortega y reflexionar con él que ahora que ya lo ha logrado todo, que no tiene nada que demostrar y que ya es el emperador de las telas puede permitirse el lujo de utilizar su casi ilimitado poder económico para beneficiar a las ciudades, a los centros históricos, a los pequeños comercios que, como cuando él inició su andadura, tienen que luchar día a día para llegar a fin de mes y dependen en muchas ocasiones de decisiones ajenas.

El gran grupo que suponen Zara y el resto de las marcas de Inditex no sólo es una máquina de hacer dinero como se ha demostrado sobradamente, sino que tiene una capacidad de movilizar al público de difícil comparación con cualquier otra entidad, pública o privada. Un centro comercial sin Zara parece condenado al fracaso (véase el caso de Abella en Lugo) y aunque en el casco histórico de la ciudad el efecto no es el mismo, sí se va a ver perjudicado. Negarlo sería faltar a la verdad.

Todo es cuestión de tiempo. Los centros comerciales está abocados a una crisis que puede acabar con su extinción, pero eso va a tardar mucho. En Estados Unidos, que es quien marca tendencia, esto ya parece ser una realidad palpable, pero España va muy a remolque y Lugo ya ni les cuento. Estamos hablando de un plazo de dos o tres décadas en que es probable que volvamos a darnos cuenta de lo cómodo que es ir por calles al aire libre para hacer compras en lugar de buscar excusas como “es que llueve” para refugiarnos en lugares tan impersonales y mecanizados como esas catedrales del consumo que tanto atraen al comprador.

Poca gente tiene tanta influencia como para marcar esa tendencia, y sin duda alguna Amancio Ortega es una de ellas. La que más en España y probablemente en Europa e incluso más allá.

Obviamente no voy a tener jamás la oportunidad de hablar con él de esto, pero no crean que no me encantaría, al menos, intentar convencerlo de que no todo es la cuenta de resultados y que use su poder para beneficiar a quienes están donde él estuvo hace cuatro décadas.

3 comentarios:

  1. Zara cierra en el centro el próximo 31 de julio de 2023. Las empleadas ya están comunicadas.

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  2. si un gran empresario, se convierte en eso, es por qué mira números, y no nostalgias. No me alegro de que Zara cierre, pero si lo comprendo.

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  3. Estimado Luís,

    Cando un centro é dinámico e por el pasa xente as empresas teñen un incentivo para ter negocios alí, o que forma un circulo virtuoso que fai que haxa máis xente que vai a eles e aumenta o interese, etc.
    O problema é que a situación contraria tamén xenera un circulo, pero vicioso no que a falla de negocios provoca menos presenza de compradores (ou viceversa), cun resultado deprimente.

    Así as cousas, para evitar que no centro deixe de haber negocios se cadra hai que favorecer que estes se instalen e que a xente teña facilidades para ir ó centro; incluso deixando de dar facilidades para que esa mesma xente vaia a outros espazos comerciais.
    Iso pode facerse con decisións urbanísticas, de xestión das licenzas, de prioridades de inversión pública, etc... Sempre que se queira acadar iso, claro.

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