El Gobierno ha decretado el final de la cita previa. Veremos si eso se cumple porque igual que eso, nos dijeron que se acababan los contratos temporales y ya ven, ahí siguen, y no hablemos del spam telefónico que también se prohibió y es el pan nuestro de cada día.
La cita previa fue un descubrimiento para gran parte de la administración durante la pandemia, que ayudó a organizar y ordenar las visitas. La cuestión es que la crisis del Covid va buena y siguen obligando a sacar cita para cualquier chorrada en la mayoría de las administraciones.
En la Xunta no es un requisito, aunque se recomienda. Por ejemplo si usted quiere ir a presentar un papel en la ventanilla sin cita ya hace un año que lo puede hacer, aunque si no quiere esperar cola y se quiere garantizar un horario de atención más ajustado puede pedirla. Parece que es un equilibrio razonable entre ambos sistemas.
Lo curioso es que no siempre la cita previa funciona igual en una provincia que en otra, incluso dentro de la misma administración. Por ejemplo, en una de las cosas que tramitamos en mi zona, el diligenciado de libros de subcontratación, cada provincia sigue un sistema diferente. En unas hay que pedir cita previa y dejar el libro varios días, en otras sólo atienden un día por semana y también pidiendo cita... y en Lugo se atiende de lunes a viernes de 9 a 14 horas, sin cita previa, y el libro se diligencia al momento. Hay sitios donde es peor aún. En una provincia de Andalucía tienes que enviarlo y te lo devuelven al cabo de ¡un mes!
Son cosas que se van enquistando, costumbres que se implantan y cuesta retirar pero no por pensar en la comodidad o el bienestar del ciudadano, sino de la propia administración. Es como cuando sube el petróleo y sube la gasolina... pero cuando baja el barril seguimos pagando una fortuna por repostar.
Otros tics que quedaron de la pandemia son el de pedir datos indiscriminadamente. Por ejemplo para entrar en el edificio del Ayuntamiento de la Plaza de España hay que dar a la entrada tu nombre, DNI y número de teléfono, y no comprendo para qué. Además, teniendo en cuenta que también están allí las oficinas de los grupos políticos suena un poco a "vigilancia" de quién va a visitar a quién y eso es difícilmente digerible.
La duda que nos queda es si esta norma sobre la cita previa se aplicará "de verdad" o si tendremos que esperar a que la gente se caliente y monte un lío para acabar con un sistema que pudo tener cierta lógica en un momento puntual pero que no tenemos por qué seguir tolerando. La administración está a nuestro servicio, y no al revés.
pues en Hacienda... ni te cuento.
ResponderEliminarYa no se piden esos datos en el Edificio Administrativo del Concello Luis.
ResponderEliminar"...para entrar en el edificio del Ayuntamiento de la Plaza de España..."
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