jueves, 8 de febrero de 2024

Llevan años engañándonos: la Protectora puede quedarse donde está

Las instalaciones actuales de la Protectora (foto: La Voz de Galicia) y el viejo matadero, a donde quieren trasladarles.

El debate sobre la nueva Protectora parte de un supuesto falso: que la parcela donde está no vale porque no se puede construir nada en ella. Eso no es verdad.

Hay un regato subterráneo, grafiado en la Confederación según le confirmaron a los responsables de la Protectora, pero no existe ningún informe que diga que no se puede construir nada en la parcela, sino que simplemente advierte que hay que dejar un margen de 5 metros a cada linde del regato y que, en caso de que éste esté canalizado, hay que volver a dejarlo como estaba, es decir, siguiendo su curso natural.

Las consecuencias de esto son tremendas.

En primer lugar, nos han estado tomando el pelo durante años con el mantra de que las instalaciones actuales no son legales ni legalizables. Hay que actuar sobre ellas, por supuesto, pero no es necesario ni trasladar la Protectora ni tirar todo lo que hay. En el peor de los casos, se trataría simplemente de edificar nuevas instalaciones en otra zona de la parcela.

Se podría decir que es una parcela no edificable, y tendrían razón. Pero lo que no se puede edifica son viviendas o cosas de ese tipo, pero sí las instalaciones de una Protectora ya que tienen la misma calificación jurídica que una granja de animales y por lo tanto no hay impedimento alguno. De hecho las instalaciones de Garatuxa están en una parcela no urbanizable y cumplen perfectamente con las normativas.

La Protectora disfruta de una parcela de 40.000 metros cuadrados, enorme, en que cabe todo lo que se quiera y que permite que los voluntarios puedan sacar a pasear a los perros sin salir de los lindes del espacio de la Protectora, algo muy interesante y que las alternativas propuestas no contemplan.

Si esto es así, ¿por qué hay esa obsesión desde el Ayuntamiento de que se marchen de donde están y trasladarlos al viejo matadero? La parcela propuesta tiene unos 12.000 metros, es decir, casi la cuarta parte que la actual, y sólo "valdría" si se comprasen algunas parcelas del entorno para poder completar las instalaciones. Eso nos lleva de nuevo a la pregunta inicial: ¿Por qué hay tanto interés en trasladarlos?

Es probable que sea algo tan simple como dar uso a un edificio con el que no tienen ni idea de qué hacer. Eso pasa mucho en Lugo, y vienen con ocurrencias como un museo del vino donde Cristo perdió el gorro o con construcciones de edificios (como el "impulso verde") que no tienen uso alguno ni actual ni previsto.

Lugo tiene un rico patrimonio inmobiliario municipal. Se cae en pedazos porque no se mantiene, pero ahí está. ¿Por qué no hacen cesiones a terceros de esos edificios que no se usan? ¿Qué problema habría, por ejemplo, en usar el viejo matadero como almacén para asociaciones del Arde Lucus que están como sardinas en lata en locales pequeños o que tienen que alquilar naves para guardar sus materiales? Seguro que hay más usos, e incluso no sería disparatado hacer un concurso de ideas.

Pero lo que no tiene sentido es llevar años mintiendo sobre las posibilidades de una parcela para buscar alternativas multimillonarias... y encima no hacerlas.

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