En España no se ha rescatado ningún banco. Sé que como afirmación es un poco llamativa vistas las noticias que aparecen continuamente en los telediarios, pero es tan cierta como inesperada. Lo que se han rescatado son cajas, cajas de ahorros. Alguna entidad tenía nombre de “banco” pero eran entidades creadas por las cajas o controlada por ellas, no por capital privado "puro".
“¡Es lo mismo!, ¡todas son creaciones del gran capital para explotar a los ciudadanos!” me dirá el exaltado de turno, normalmente tan poco informado como alterado (hay gente que parece desayunar vinagre, no me digan que no). Pues no, querido amigo, no lo son, pero en España tenemos la costumbre de hablar de las cosas sin molestarnos en leer un poquito sobre el tema antes de abrir la boca.
Vamos al origen. ¿Qué es una caja de ahorros? Pues es una entidad financiera que se parece mucho a un banco salvo en dos detalles importantísimos: el primero es que se supone que no tienen ánimo de lucro (jajajaja) por lo que su fin es benéfico, social (permítanme otra vez: jajajajajajaja). El segundo detalle es que mientras los bancos son sociedades anónimas las cajas son sociedades limitadas de carácter fundacional, es decir, que se parecen más a una asociación benéfica que a una empresa. Las cajas de ahorros son las herederas de los Montes de Piedad, que eran, para que nos entendamos, los bancos de los pobres.
Por eso es por lo que mientras la dirección de los bancos es elegida por accionistas que se juegan sus cuartos en ello, en los consejos de administración de las Cajas hay “representantes públicos”, es decir, que es lo que justifica que Orozco, por ejemplo, fuera consejero de Caixa Galicia. En un banco probablemente no le dejarían ni asomarse a la sala de reuniones para ver el color de las paredes, mucho menos tomar decisiones sin tener las mínimas capacidades para ello.
Eso explica también que los directores de las cajas fueran agasajados continuamente con medallas, reconocimientos y llaves de ciudades que ahora les quieren retirar, como si los que los nombraron no tuvieran nada que ver en la gestión que hicieron. También es el germen de esas escandalosas cifras que cobraban nuestros bienamados gestores públicos por acudir a las reuniones de las cajas a decir "sí, bwana", porque no tenían mucha idea de lo que les estaban hablando.
Eso explica también que los directores de las cajas fueran agasajados continuamente con medallas, reconocimientos y llaves de ciudades que ahora les quieren retirar, como si los que los nombraron no tuvieran nada que ver en la gestión que hicieron. También es el germen de esas escandalosas cifras que cobraban nuestros bienamados gestores públicos por acudir a las reuniones de las cajas a decir "sí, bwana", porque no tenían mucha idea de lo que les estaban hablando.
A consecuencia de esa idea fundacional, de esa gestión “pública” de las cajas, entramos en los problemas habituales con el sector estatalista: como no hay responsabilidad en la gestión, ni se arriesgan los cuartos propios, jugamos a los malabarismos contables y arriesgamos la pasta porque a nosotros nos van a pagar igual a final de mes. En un banco no pasa eso, porque son empresas que responden ante accionistas, nada que ver. Mientras el Banco de Sabadell o el Santander gastan su dinero con la prudencia que aconseja el tener detrás a un accionista soplándote en el cogote, en Caixa Galicia hacían edificios ultramodernos para sus sedes que, por cierto, ahora son propiedad de Amancio Ortega, otro empresario ajeno a la gestión pública.
Lo más sorprendente es que la reacción popular es pedir más Estado en lugar de menos. Seguramente es porque no hay mucha gente que se dé cuenta de que, insisto, no hay en España ni un solo banco rescatado, de que las que hemos financiado con nuestros impuestos son las mismas que tenían a presidentes autonómicos y alcaldes en los consejos de administración... Tal vez porque no interesa demasiado explicarlo con detalle porque es lo que faltaba a la imagen de "los políticos".
Tal vez la solución sea, precisamente, no intentar mezclar agua y aceite y separar a lo público, la administración, de la gestión de los dineros. Así, quizás, tengamos menos problemas en el futuro.
Anexo:
Relación de entidades intervenidas en España (para los desconfiados invito a comprobarlo):
- Bankia. (Caja Madrid + Bancaja + Caja de canarias + Caja de Ávila + Caixa Laietana + Caja Segovia + Caja Rioja)
- UNIM (Caixa Girona + Caixa Terrasa + Caixa Sabadell + Caixa Manlleu)
- Caixa Cataluña
- Novacaixa Galicia
- Caja Duero España (Caja Duero + Caja España)
- Banco Marenostrum (Caja Granada + Caixa Penedès + Sa Nostra + Caja Murcia)
- Banca Cívica (Caja Navarra + CajaCanarias + Caja de Burgos + Cajasol), integrada luego en Caixabank
- Banco de Valencia - Su principal accionista hasta la intervención del FROB era Bancaja
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ResponderEliminarHola Carmen:
EliminarMe ha llegado tu comentario al email y veo que ha sido eliminado. No he sido yo, no sé si hubo algún problema. Si quieres vuelve a colgarlo, que las opiniones me parece que hay que hablarlas.
Un saludo :)